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Luka Doncic, fin de infancia para ‘El Niño Maravilla’

El astro esloveno se enfrenta a los Warriors en su primera final de conferencia en la NBA. El equipo de Curry ya aventaja 2-0

Luka Doncic
Stephen Curry ataca la canasta frente a Luka Doncic en el segundo encuentro de la serie entre Dallas y Golden State.Kyle Terada (USA TODAY Sports)
Luis Pablo Beauregard

La última vez que Steph Curry levantó el trofeo de la NBA, en 2018, Luka Doncic era un chaval de 19 años recién desembarcado en Estados Unidos. El esloveno había sido fichado ese verano en el draft por los Hawks de Atlanta e inmediatamente traspasado a los Mavericks de Dallas. Cuatro años después, Curry y Doncic se ven las caras en la final de la conferencia oeste. El encuentro entre los dos astros es el choque entre un veterano de leyenda con una de las figuras llamadas a ser el futuro de la NBA. Es el fin de la infancia para El Niño Maravilla.

Acostumbrado a la etiqueta de fenómeno y genio desde antes de cumplir la mayoría de edad, Doncic (Liubliana, 1999) tiene un camino cuesta arriba contra Golden State, que aventaja 2-0 la serie con los próximos dos partidos disputándose en Dallas el domingo y el martes. El equipo de Curry, Klay Thompson y Draymond Green tiró de la experiencia en la segunda mitad del partido del viernes y dio la vuelta a un encuentro donde la defensa de los Mavs dejó escapar una ventaja de 19 puntos. “Vamos a creer hasta el final”, dijo el esloveno, quien encestó 43 puntos en el segundo encuentro.

Hay preocupación en el campamento de Dallas, pues la estrella sufrió una mala noche tras el primer partido (derrota de Dallas 112-87), en la que no durmió y con vómito debido a problemas gástricos. El viernes confesó que también tiene dolores en el hombro derecho, aunque aseguró que es “nada serio”.

La desventaja no es insalvable para Doncic, quien lleva tres años consecutivos guiando el camino de Dallas en los playoffs. Los Mavericks vencieron a los Warriors tres de los cuatro partidos disputados en la temporada regular. Además, aún está fresca en la memoria de los aficionados el séptimo partido contra los Suns de Phoenix, el equipo número 1 en el oeste. El base, que promedia 28,4 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias por partido, su mejor marca desde 2019, fue el verdugo en el cierre de la serie. Marcó 35 puntos, 27 de ellos en la primera mitad, la misma cantidad que sumaba todo el conjunto de Arizona al medio tiempo. Pasó todo el encuentro sonriendo tras mandar la pelota al aro. Fue un humillante fin en casa para Chris Paul y Devin Booker, quienes habían iniciado la semifinal con dos triunfos sobre los de Texas.

Luka Doncic abandona la cancha después de haber derrotado en casa a los Suns de Phoenix.
Luka Doncic abandona la cancha después de haber derrotado en casa a los Suns de Phoenix.Christian Petersen (AFP)

Hijo de Mirjam Poterbin, una campeona mundial de danza, y del basquetbolista esloveno Sasha Doncic, Luka creció con la pelota de baloncesto entre los objetos de su infancia. A los tres meses ya visitaba las duelas en los encuentros de su padre y a los seis comenzaba a encestar a media distancia y aprender de tácticas sobre la cancha.

Doncic está acostumbrado a seguir pese a estar contra las cuerdas. Es parte de su mentalidad desde que era un joven talento del Real Madrid, un equipo al que llegó en 2015 y para el que disputó casi 100 partidos, ganando dos Ligas, una Intercontinental y una Copa. En su llegada a América, donde juega apenas su cuarto año y donde ganó el novato del año 2019, el europeo ha dejado sobre el parqué notorias actuaciones en las dos eliminaciones de su equipo a manos de los Clippers de Los Ángeles. El año pasado, anotó 46 puntos en la derrota en el séptimo partido. Y uno antes, el de la NBA que se jugó en la burbuja de Disney por la pandemia, el base tuvo un mejor promedio de anotación (31) en playoffs que Michael Jordan.

El arranque de esta temporada ha sido el más duro para Doncic. Después de ser eliminado por la escuadra de Kahwi Leonard se reportó con la selección de su país para disputar los Juegos de Tokio. Eslovenia quedó en la cuarta posición. Cuando el base se reintegró a su equipo, todos le hicieron notar que estaba un poco sobrado de carne. “Está trajinando de un sitio a otro de la cancha… Tiene que adelgazar”, afirmó el legendario guardia, Reggie Miller, en la narración de un partido. “Me tomé tres semanas de vacaciones y me relajé un poco. Quizá demasiado”, dijo Doncic, quien volvió con 117 kilos (pesaba 104).

“Creo que no le gustó que se lo hicieran notar”, afirmó entonces Mark Cuban, el empresario dueño de los Mavericks. “Creo que finalmente se ha dado cuenta de que se requiere un nivel de disciplina. Los atletas de ese nivel lo necesitan. Cuando todo es fácil para ti, y estás acostumbrado a ser el mejor y tener todo el respaldo. Después algo no va bien y te obliga a reconsiderar”, agregó el inversionista. Aun así, Doncic fue el máximo anotador en 59 de los 82 partidos de la temporada (en febrero anotó 51 puntos contra los Clippers). Cambió su dieta y perdió lo sobrante. Dallas también soltó lastre en febrero enviando a Kristaps Porzingis a Washington a cambio de Spencer Dinwiddie. El plan funcionó para Jason Kidd, que después de clasificar al equipo dio a Dallas su primer triunfo en postemporada eliminando a Utah.

Dallas fue campeón por única vez en 2011 con otra leyenda europea, Dirk Nowitzki. El alemán se retiró en 2019, la primera temporada para el esloveno. Entonces entregó el testigo a Luka. “He tratado de ser su mentor muy poco. Obviamente, ya es muy bueno. Ya es mejor de lo que yo fui”, aseguró Nowitzki en abril, a quien le gusta pensar qué tipo de equipo hubiera sido Dallas si los dos hubieran coincidido en su mejor momento.

Será trabajo de Doncic elevar a Dallas en el futuro de la NBA. Su nombre comienza a repetirse cada vez más en las conversaciones de los mayores talentos de la Liga. En la votación para el MVP de este año, Doncic quedó en el quinto sitio por detrás de Nikola Jokic, quien repitió el premio; Joel Embiidd, de Filadelfia; Giannis Antetokounmpo, de los Bucks y Devin Booker. El consenso parece ser que ha llegado la hora de Luka. Antes de eso, no obstante, le espera Stephen Curry y unos Warriors que han marcado una época.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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