Marta Cavalli gana la Flecha Valona y ya es una realidad

Muy pronto, a las ocho de la mañana, el pelotón partía con frío en las piernas y una certeza sobre la mesa: por primera vez desde 2014, la ganadora de la Flecha Valona no se llamaría Anna van der Breggen. La neerlandesa, vencedora de siete ediciones consecutivas, se retiró en septiembre, en el clímax de su carrera, con 30 años, para dirigir el fortísimo SD Worx. En una edición sin campeonas, pues Marianne Vos, vencedora en cinco ocasiones, sigue aislada tras el positivo en covid del pasado sábado, Marta Cavalli demostró ser la más fuerte del día, imponiéndose en un precioso duelo final a Annemiek van Vleuten en la última ascensión al imponente muro de Huy.

Nacida hace 24 años a orillas del Po, en Cremona, Cavalli era una de las 26 corredoras que repetía presencia tras la París-Roubaix del pasado sábado. Dicen los que han pedaleado sobre el pavés galo que la recuperación completa no llega hasta una semana después de cruzar la meta. No pareció importarle a la italiana, que soltó el latigazo definitivo a pocos metros de meta, como si las piernas estuvieran nuevas.

Más ligera que sus rivales —apenas 53 kilos—, la italiana cumplió la estrategia que tenía en mente desde ayer, cuando se encerró en el hotel para ver “muchísimos vídeos” del final en Huy. “Ha pasado todo tal y como había imaginado”, dijo al bajarse del podio, exultante. Y añadió: “Llegar a los últimos metros y sentir que tenía fuerzas para ganar a Annemiek [van Vleuten] es indescriptible. Una recompensa enorme a todo el esfuerzo que hemos hecho”.

Dos días antes, el lunes, el FDJ Nouvelle, equipo de Cavalli, pasó por la rampa infinita de Huy para familiarizarse con el terreno. Algo hizo click en la mente de la italiana: “Inicialmente, esta carrera no estaba en mis planes, pero después del reconocimiento en el muro cambiamos de idea”.

A seis kilómetros de allí, el pelotón de las favoritas, con Cavalli entre ellas, había tirado de galones para neutralizar la fuga y reducir el grupo principal a 16 corredoras. En el último giro antes de la ascensión, los grandes nombres se posicionaron en cabeza para afrontar el kilómetro más tortuoso de la carrera: una rampa vertical con pendiente media del 9,6% y máximas que rozan el 20%.

En una cuadrilla cada vez más selecta, en la que resistía el talento de la española Mavi García, van Vleuten tomó las riendas desde los pies de la rampa y solo miró atrás cuando dudó de sus fuerzas. Allí encontró a Cavalli, pegada a su rueda. A escasos cien metros del final, con la neerlandesa del Movistar ya exhausta, Cavalli dio un golpe de autoridad y la carrera se terminó. Brazos en alto de la italiana y segunda victoria en apenas dos semanas, tras la Amstel Gold Race de hace diez días.

Detrás, descolgadas de la lucha por la victoria en lo más duro de la subida, Demi Vollering y Ashleigh Moolman-Pasio, ambas del poderoso SD Worx, entraron serpenteando a meta. Tras ellas, Mavi García repitió la quinta plaza conseguida el año pasado a pesar de no llegar en su mejor momento de confianza. “Empecé la temporada con dudas y algún que otro traspiés, pero no sé muy bien por qué, la Flecha Valona siempre se me da bien”, dijo en declaraciones a EL PAÍS. La guipuzcoana Ane Santesteban fue décima, a 42 segundos de Cavalli.

Con la victoria de este miércoles en Huy, la ciclista de Cremona completa una primavera para enmarcar. Después del triunfo en la Amstel Gold Race y un meritorio quinto puesto hace tres días en Roubaix, donde sufrió una dura caída a varios kilómetros de meta, Cavalli se mostró satisfecha en la meta de Huy: “He sufrido mucho estos años y la confianza que tengo ahora es algo indescriptible”, dijo, agradecida con el trabajo del equipo. Y añadió: “Después de la Lieja de este domingo, toca descansar. Luego ya pensaré en el Giro y el Tour”.

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