Swiatek tiraniza el presente femenino

Suma y sigue Iga Swiatek. No afloja ni flaquea la polaca, crecida desde que la australiana Ashleigh Barty la señalase como su potencial sucesora y ejerciendo como tal, de victoria en victoria y de trofeo en trofeo. En las últimas fechas son tres de tres, Doha, Indian Wells y Miami de carrerilla, luego hay que hablar de un hito: nunca una jugadora había logrado conquistar los tres primeros WTA 1000 de la temporada, lo que refrenda con hechos, además de las palabras de la virtuosa ya retirada, el deseo de la nueva número uno (6-4 y 6-0, en 1h 18m) de adueñarse del timón de mando de un circuito tan oscilante como el femenino.

La final contra Naomi Osaka comenzó en forma de trampantojo, con un primer juego disputado a fuego y dilatado, en el que la japonesa impuso su brazo; sin embargo, fue deshinchándose poco a poco, conforme Swiatek, de 20 años solo, engrasaba la maquinaria, arañaba breaks y la avasallaba. Liquidado el primer parcial, no hubo más historia. Apabullante, indiscutible. Demoledora la de Varsovia, que cerró con un set en blanco y ofreciendo una nueva demostración de fuerza. Campeona hace dos años en Roland Garros, se erige ahora como la más fuerte y divisa en el horizonte el suculento paisaje de la tierra batida.

Móvil en mano y con la piel sonrosada, Swiatek celebró emocionada y subrayó su deseo de seguir al frente. De momento, enlaza 17 triunfos sucesivos y tan solo se ha inclinado tres veces en este primer trimestre: ante Barty (semifinales de Adelaida), Danielle Collins (semifinales del Open de Australia) y Jelena Ostapenko (segunda ronda de Dubái). Así se sumó a la alemana Steffi Graf (1994 y 1996), la belga Kim Klijsters (2005) y la bielorrusa Victoria Azarenka (2016) como las únicas que han firmado el Sunshine Double; esto es, ganar el doblete Indian Wells-Miami.

“Antes no tenía esta fuerza mental”, argumentó la ganadora, que en tres de las cuatro últimas finales que ha disputado –Roma antes de las tres de este ejercicio– ha logrado dejar un 6-0. Este lunes, cuando se actualice el ranking de la WTA, abrirá su reinado y lo hará con un generoso margen de puntos (1.678) sobre su inmediata perseguidora, la checa Barbora Krejcikova.

Enderezada y más reconocible estos días, Osaka (24 años) la felicitó y rubricó un salto cualitativo en el listado, del 77º puesto al 36º; insuficiente, en todo caso, para una tenista de su categoría, que posee cuatro grandes y no festeja un título desde que se encumbrara por segunda vez en el Open de Australia. De eso hace ya 406 días.

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