Olympiacos vence al Barça y obliga al Madrid
El cuadro griego impone su voracidad ante los culés (73-66) y adelanta en la tabla a los de Laso, a los que solo les vale ganar en la última jornada al Bayern para hacerse con la segunda plaza
El Barça vivió en El Pireo entre la suficiencia competitiva y la dosificación mental. Y la voracidad de Olympiacos terminó por doblarle el pulso a los azulgrana (73-66) que sestearon más de la cuenta en el tercer cuarto (18-8). El cuadro griego, inmerso en la pelea por la segunda plaza de la Euroliga, impuso su mayor dureza ante los de Jasikevicius que, con el liderato asegurado y sin nada en juego más allá de la honrilla, dosificaron energías y minutos (ningún jugador alcanzó los 20). McKissic y Vezenkov lideraron la orgullosa carga de Olympiacos, que cerró la temporada regular con un triunfo que obliga a su vez al Madrid a ganar el viernes en el Palacio al Bayern en la última jornada para alcanzar el segundo puesto de la clasificación. Una plaza que, a priori, les otorga un mejor cruce en la eliminatoria de cuartos.
Así está la clasificación de la Euroliga
La superioridad culé quedó acreditada en la puesta escena, pero se derritió ante el mayor empuje de Olympiacos. El Barça se presentó firme y solo concedió dos canastas en los cinco primeros minutos a Olympiacos. Entre Calathes y Mirotic armaron un parcial de 4-12 al que también se sumó el canterano Michael Caicedo, de 18 años, sorpresa en el quinteto de Jasikevicus tras su notable participación ante el Fenerbahçe la semana pasada en el Palau. Sin embargo, tras la embestida inicial, los visitantes se tomaron un respiro de auto complacencia y, con el comienzo de las rotaciones, Olympiacos aprovechó para empezar a anotar de tres en tres y recuperar así el tiempo perdido. Dorsey y Vezenkov le dieron un mordisco a la renta azulgrana, pero la reacción griega no alteró la hoja de ruta de Jasikevicius.
Con el primer puesto de la liga regular asegurado, el técnico del Barça midió al milímetro los minutos de sus jugadores, con quintetos inéditos (Exum, Kuric, Hayes, Sergi Martínez y Smits) y mucho descanso para los primeros espadas, tras un claustrofóbico y extenuante mes de marzo, con 13 partidos en 29 días. Una maratón saldada con solo tres derrotas para los azulgrana, las sufridas en Valencia (86-76), Kaunas (91-84) y Badalona (83-72) el domingo. Una solvencia cimentada fundamentalmente en la fortaleza mostrada en el Palau, donde el Barça no pierde desde el 11 de enero. Ese día, el conjunto de Jasikevicius cedió su primera y única derrota en casa como local en la Euroliga, ante el Armani Milán (73-75).
Precisamente contra el Armani, y también contra el Madrid, competía Olympiacos para repartirse los puestos dos, tres y cuatro de la clasificación. Todos con la ventaja de campo asegurada, pero con horizontes más o menos abarcables en función de los rivales en los cruces de cuartos. Un rompecabezas con el campeón, el Efes de Micic y Larkin, como ogro a evitar para todos. Si no falla ante Alba, Bayern y Estrella Roja, el conjunto turco será quinto y se medirá al cuarto de la tabla. Y de esa eliminatoria entre cuarto y quinto saldría el rival del Barça en la hipotética semifinal de la Final Four. Aunque ahora las miras culés están puestas en los candidatos a quedar octavos (Mónaco y Bayern los principales).
Un primer tramo de la ascensión que el Barça completará el próximo jueves ante el Maccabi en el Palau, antes de afrontar el tramo decisivo del curso con los deberes adelantados. En El Pireo, la pizarra de Jasikevicius tuvo más de dosificación que de banco de pruebas. Suficiente para mandar ante Olympiacos durante muchos minutos, pero no para rematar la faena. Sanli y Abrines se repartieron la intendencia en los tramos valle y Calathes protagonizó los minutos más brillantes del Barça. Enfrente, remaron McKissic, Jean-Charles y Dorsey, pero la tremenda superioridad culé en el rebote (10-24 al descanso; cinco de ellos del nigeriano James Nnaji, de 17 años) se tradujo en una holgura suficiente en el marcador (33-40, m. 20). Una hucha que apuntaló Calathes con un triple de nueve metros.
Sin embargo, en la reanudación, el Barça sesteó más de la cuenta (solo tres canastas y un tiro libre anotados en nueve minutos) y, aunque la errática secuencia desde el tiro libre ralentizó el rearme griego, la dureza física y mental de Olympiacos igualó finalmente el pulso (48-47, tras un parcial de 15-7). En mitad de la modorra culé solo hubo un tiro libre más de Sanli que añadir a la estadística, mientras McKissic impulsaba la confianza griega con otro triple. Laprovittola intentó espabilar a los suyos en una pelea desigual de intensidades y biorritmos, pero McKissic opositó a héroe de la noche con un mate poderoso. Jasikevicius recuperó la alineación de gala (Calathes, Lapro, Kuric, Mirotic y Sanli) para pelear el triunfo, pero un triple de Walkup y un baile de Papanikolau en la pintura otorgaron a Olympiacos el margen suficiente para agarrar el premio. Un triunfo que deja al Madrid sin margen de maniobra. A los blancos solo les vale ganar para ser segundos.
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