Yeremy Pino destroza al Espanyol
El extremo canario, de 19 años, firma cuatro tantos en la goleada del Villarreal frente al conjunto blanquiazul
Hay partidos inolvidables para las aficiones. Hay otros que lo son para los equipos. Y están los que lo son para los jugadores. La goleada frente al Espanyol para el Villarreal seguramente cumpla con los tres requisitos. No por lo que había en juego ante el cuadro blanquiazul, sino por el florecer de una de las joyas de su cantera: Yeremy Pino, de 19 años. El canario destrozó al Espanyol. Punzante como extremo e inteligente goleador, Pino marcó de cabeza, con la derecha y con la izquierda para convertirse en el primer futbolista en la historia del cuadro amarillo en marcar un póker de goles en la Liga. Lo hizo todo bien Yeremy Pino. Lo hizo todo fácil el Villarreal, que dejó en la lona al Espanyol.
Presente en el último duelo en la Liga ante el Granada, pero ausente en los partidos de gala contra el Betis, el Madrid y la Juventus, Yeremy Pino llama a la puerta de Unai Emery después de ganarse la confianza de la dirección deportiva que lo renovó hasta 2027. El extremo canario fue un martirio para Espanyol. Lo fue cuando aparecía por las bandas, esencialmente cuando se presentaba en el área de Diego López. Paralizado lejos de Cornellà –solo una victoria como visitante-, el cuadro blanquiazul le regaló el cuero al Villarreal. Y los muchachos de Emery lo aceptaron con gusto. A Capoué y Parejo se les sumaba Lo Celso, a veces delantero, otras volante, para que el Villarreal copara la medular. El cuadro amarillo dominaba el tiempo y los espacios, omnipresente en el campo del Espanyol, que por momentos parecía defender con seis zagueros para frenar las escaladas de Aurier y Estupiñán.
Y fue en un avance a todo gas del lateral ecuatoriano después de un preciso pase en largo de Pau Torres cuando Yeremy Pino detuvo el tiempo en el aire. El extremo, de 172 centímetros de altura, se quedó suspendido para ganarle el duelo a Cabrera (188) y mandar de cabeza el balón a la red. Despertaba, entonces, la goleada del Villarreal; pero, sobre todo, comenzaba un partido de hemeroteca para el canario. No había ni rastro del Espanyol en La Cerámica, solo un disparo impreciso y apurado de Puado que ni asustó a Rulli, prácticamente espectador de lujo frente al cuadro blanquiazul (una parada frente a las siete de Diego López). Al Espanyol se le apagan las ideas cuando se desconecta Darder y parece invisible en el área rival cuando De Tomás no tiene su día. El volante ni olió el balón (44 toques por los 92 de Parejo) y el madrileño, que tuvo un problema en el tobillo derecho en el calentamiento, ni asomó por el área del Villarreal.
Pero si Yeremy sorprendió con su capacidad para saltar, también lo hizo en su olfato goleador. Ante la impasible mirada de la zaga blanquiazul, Pino acomodó un remate suave desde el corazón del área tras el pase de Capoué que defendía el cuero tras un saque de esquina. Rápido para moverse en el área y pescar los rebotes, el canario firmó el 3-0 antes del descanso después de que Diego López despejara el remate de Danjuma.
No reaccionó el Espanyol tras el paso por los vestuarios. Vicente Moreno cambió el dibujo y mandó a Dimata para acompañar a De Tomás. No había caso. Los blanquiazules solo mostraron un ápice de rebeldía (en realidad, fue solo Keidi Bare que firmó el 4-1) cuando Pino ya había finalizado su tarde mágica tras atacar al espacio el buen pase de Danjuma, superar con un toque sutil a Diego López y cantar su póker de goles. Ya no le hizo falta hacer nada más. Tampoco lo necesitaba Emery, que dejó que La Cerámica ovacionara a su joven perla antes de que Dia cerrara la goleada. El Espanyol queda a ocho puntos del descenso. El Villarreal, en cambio, ya se acomoda en los puestos de Europa League.
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