El Athletic remonta ante el Espanyol
El conjunto de Marcelino sufre para darle la vuelta al marcador en San Mamés
Pasito a pasito, que es como el cholista partido a partido pero más de andar por casa, por aquello de la peculiar filosofía del Athletic, el equipo rojiblanco avanza hacia sus objetivos. Sufriendo cada choque con una alineación casi irreconocible en relación a la de la Copa frente al Madrid, pero con un compromiso brutal de todos los futbolistas para vencer a un Espanyol muy aseado, pero sin cargas de profundidad a falta de RDT.
El partido comenzó trepidante, como si una tuneladora excavara debajo del campo y se sintieran las vibraciones en el césped. En un cuarto de hora, el Athletic consiguió remontar el gol del Espanyol, que llegó después de la veloz carrera de Puado por la derecha y su centro al punto de penalti que remató de un derechazo el holandés Vilhena, que con los seis minutos que jugó contra el Betis, llevaba nueve con la camiseta blanquiazul cuando se estrenaba como goleador.
Replicó de inmediato el Athletic, en un balón profundo de Raúl García a Sancet, que se plantó ante Diego López para batirle con sangre fría, que se le enfrió todavía más cuando vio el banderín levantado, aunque el VAR rectificó la decisión y concedió el gol. Con el Athletic muy motivado, llegó el segundo, en una falta que estrelló Berenguer en la barrera. Vivian, uno de los centrales, colgó el rechace al área pequeña y allí Iñigo Martínez, su colega de línea, la enchufó de cabeza. Un minuto después pudo ampliar Sancet el marcador, pero se enredó en el remate.
El Espanyol quería la pelota pero repudiaba el área rojiblanca. Sólo un remate, casi sin ángulo de Dimata floreció en el desierto, pero el cabezazo nació marchito. El Athletic sí pudo mejorar su renta y vivir mejor el resto del partido, como en un remate de Berenguer después de una asistencia con mucha miga de Raúl García. Metió la punta del pie Cabrera y desvió a córner.
La segunda mitad llevó la lluvia a San Mamés y la precaución al Athletic, que cedió terreno, pero siguió apretando fuerte cuando la pelota la tenía el Espanyol, en un esfuerzo defensivo descomunal, que no por habitual deja de sorprender partido a partido.
Sólo al final remató a puerta el equipo de Vicente Moreno. Darder lo intentó de lejos, pero entonces apareció la jerarquía de Unai Simón para deshacer en un vuelo las intenciones asesinas del futbolista catalán. Pasito a pasito, el Athletic sigue haciéndose cada vez un equipo más fuerte.
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