Carlsen retorna mejor, pero a medio gas
El campeón, líder, dosifica en la fase inicial de otro torneo rápido, que clasificará a los 8 primeros
La mala actuación en el torneo Tata de Wijk aan Zee (Países Bajos) parece haber motivado al campeón del mundo para reaccionar en su regreso a las partidas rápidas por internet. Magnus Carlsen empezó este sábado con una derrota, ante el estadounidense Wesley So, en el torneo Opera Euro, del circuito Meltwater Champions Chess Tour, pero siguieron cuatro victorias. Y mantiene el liderazgo tras la jornada del domingo: cuatro empates sin mucha historia y una bella combinación para castigar la agresividad excesiva de su principal rival en modalidades rápidas, el también estadounidense Hikaru Nakamura. La fase clasificatoria termina el lunes.
“Más arriba del número uno no hay nada. Pero más abajo hace mucho frío. Con esa idea intento motivar a Magnus, algo nada fácil cuando no hay un estímulo evidente, como un duelo por el Campeonato del Mundo”. Esas palabras de Henrik Carlsen, el padre del campeón, a EL PAÍS hace cuatro años durante un desayuno en Wijk aan Zee, resuenan ahora: el amargo sabor de uno de los peores resultados de su carrera, y precisamente en el Roland Garros del ajedrez, ha sido un buen detonante para que el noruego agarre de nuevo el ratón de las partidas telemáticas con el vigor de quien desea dar un golpe en la mesa y recordar quién es el jefe.
En realidad, el párrafo anterior solo es aplicable con rigor a lo acontecido el sábado: “Una increíble jornada de ajedrez”, según el propio Carlsen, muy escocido por la derrota ante So, quien tiende a exhibir lo mejor de sí mismo solo cuando las circunstancias le obligan o los rivales arriesgan. El norteamericano de origen filipino llegó al medio juego con una clara ventaja posicional, que exprimió con su pericia habitual. Pero ese cero enrabietó al campeón, quien doblegó después consecutivamente a Aronián (en una partida excelente), Bluebaum, Shankland y Leinier Domínguez.
La historia del domingo es otra. Ciertamente, el rendimiento de Carlsen sigue siendo muy positivo en cuanto a números: cuatro empates y una victoria, único líder, con dos puntos de ventaja sobre el 9º (se clasifican ocho) a falta de las cinco últimas rondas de esta primera fase. Pero su juego no ha lucido como la víspera, y el noruego ha dado en todo momento la sensación de que se conformaba con una faena de aliño que lo dejara en una posición cómoda para superar el corte con enfoque pragmático. Tras cuatro tablas seguidas, tampoco logró una ventaja apreciable frente a Nakamura, pero este se emocionó con una bella combinación falsa, y el campeón le noqueó con un golpe no menos hermoso, pero además correcto.
En el apartado de las estrellas en crisis, dos destacan con oscuridad propia. Liren Ding sigue sin salir del profundo pozo en que cayó hace un año, tras el estallido de la pandemia en China, cuando debió pasar una cuarentena en si país y otra en Moscú, previa al Torneo de Candidatos, abortado en Yekaterimburgo tras la primera mitad. El juego que exhibe ahora el 3º del mundo es una sombra del que ha alumbrado su carrera. El otro astro apagado es Danil Dúbov, por razones desconocidas para el autor de esta crónica. Y a esos dos se puede añadir Nakamura, muy desdibujado como deportista desde que se ha convertido en un ídolo de Twitch, si no remonta este lunes.
Clasificación tras la 10ª ronda: 1º Carlsen 7 puntos; 2º-3º Giri y So 6,5; 4º Niepómniachi 6; 5º-7º Vachier-Lagrave, Radyábov y Aronián 5,5; 8º-10º Grischuk, Nakamura y Duda 5; 11º-12º Dúbov y Vidit 4,5; 13º Shankland 4; 14º Bluebaum 3,5; 15º-16º Leinier Domínguez y Ding 3.
Portal oficial: https://championschesstour.com/
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.