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La voz de Bono es la paz de Hamilton

El ingeniero británico Peter Bonnington guía al campeón a través de la radio, le serena en momentos de estrés y le da solo la información necesaria

Oriol Puigdemont
Lewis Hamilton formula 1
Bono y Hamilton festejan el triunfo en Portugal.JOSE SENA GOULAO (Reuters)

Desde que Liberty Media se hizo con los derechos de explotación del Mundial de Fórmula 1, a finales del verano de 2016, la compañía le ha dado mil y una vueltas al certamen para tratar de hacer llegar al espectador la vertiente más emocional de una disciplina capaz de poner los nervios a flor de piel. Entre cambios de formato, de reglamento y de estética, uno de los aspectos que más se ha explotado en los últimos años ha sido la exposición de las comunicaciones de radio entre los pilotos y los técnicos y ejecutivos que les guían, bien sea desde el muro o desde el taller. De todas esas voces, la más reconocible es sin duda la de Peter Bonnington, y no solo porque su apodo, Bono, coincida con la del vocalista de U2.

Bono es el ingeniero de pista de Lewis Hamilton, y este domingo su papel será determinante en el objetivo del británico de sumar un nuevo título de campeón, el octavo de su hoja de servicios, una cifra que le llevaría un paso más allá del lugar que ocupa actualmente, al lado de Michael Schumacher, con quien Bonnington también trabajó en el retorno del Kaiser a la F1 (2010). En Abu Dabi, donde Hamilton y Max Verstappen afrontarán el último careo de la temporada empatados a puntos (369,5), este ingeniero británico de 56 años deberá explotar esa cualidad que le ha llevado a convertirse en el hombre de confianza del corredor de Mercedes: su capacidad para tranquilizarle o activarle en función de las necesidades de cada momento.

La proliferación de los mensajes de radio que se cruzan cuando los coches están en pista explica la popularización de frases como “Ok Lewis, It’s Hammertime (Bien Lewis, es la hora del martillo)”, que es la orden que le indica al actual campeón que debe buscar el límite, sin conservar; o “Get in there, Lewis! (¡Esta ha sido de las buenas!), con la que han celebrado la mayoría de las 82 victorias que acumulan como inseparable pareja en la escudería de la estrella.

“Bono es fantástico en la gestión, porque durante las carreras hay mucho alboroto en el muro. A él le bombardean con la información que creen que me tiene que dar, y él se encarga de filtrarla. Eso lo hace de maravilla. Es muy tranquilo, siempre está sereno y eso me ayuda mucho”, le piropea Hamilton. “Bono y Lewis son más que un piloto y su ingeniero de pista. Llevan juntos desde que Lewis llegó a Mercedes (2013), y han labrado una relación que trasciende a los circuitos”, afirma a EL PAÍS un técnico de Mercedes. En los últimos años, una de las aficiones que más empeñado han tenido al de Stevenage ha sido el motociclismo, hasta el extremo de llegar a pasarse una jornada junto a Valentino Rossi, en Cheste, en la que pudo subirse a la M1 de MotoGP de Il Dottore. Es habitual que Hamilton y un grupo de colegas alquilen el circuito de Almería o de Jerez, para hartarse a rodar con motos de Superbikes. Uno de ellos es Bonnington. “Peter es intocable porque así lo quiere Lewis. En el pasado ha habido algún que otro elemento que no ha terminado de cuajar con él, y al poco tiempo desapareció de la escena”, añade esta voz cualificada.

“La clave de Bono es la paz que le consigue transmitir a Lewis, en los momentos de más estrés. Y, sobre todo, la capacidad que tiene para seleccionar los mensajes que le hace llegar”, añade esta fuente de Mercedes. “Hay que tener en cuenta, que Bono recibe infinidad de información, y es él quien se encarga de darle al piloto la que él cree que necesita. Eso no es fácil, porque hay pilotos que pueden llegar a pensar que les están engañando. Lewis, no; siempre ve en Bono a un aliado, y eso es buenísimo”, prosigue este testimonio directo.

A diferencia de lo que se pueda pensar, por la popularidad que ha adquirido en los últimos cursos, Bonnington no es un elemento de esos que tanto abundan en el paddock y que busca escalar a toda costa. Se estrenó en la F1 con Jordan, en 2000, antes de fichar por BAR Honda, que en 2009 pasó a ser Brawn GP, que, a su vez, le vendió el tinglado a Mercedes en el retorno del constructor de Stuttgart al gran circo, en 2010. En todo este tiempo no se ha movido de Brackley, donde el grupo de trabajo es muy sólido y la piña de ingenieros es muy fuerte. Además de los seis títulos en Mercedes ―que pueden ser siete― al lado de Hamilton, en el palmarés de Bono también figura el que se adjudicó Jenson Button en 2009 como uno de sus ingenieros de rendimiento.

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