Courtois: “No fue el partido que queríamos”
El portero del Madrid, que recibió 14 remates en la primera parte, resume los apuros del conjunto de Ancelotti. “Era un día para sufrir”, dice el entrenador
Después de una noche áspera, el Madrid se marchó de Milán sintiéndose el destinatario de una de esas pintadas callejeras italianas que tan bien resumen el país: Sei bella come un gol al 90 (Eres bella como un gol en el 90). En la gran explanada que circunda San Siro, antes de que Rodrygo fulminara en el último aliento a los locales, las calles olían a hamburguesa de vendedores ambulantes mucho más que a pizza y, en medio de la ingesta general, un antiguo y efímero jugador local como Roberto Carlos (en el Inter en la 95-96) tuvo que entrar en el estadio a paso ligero huyendo de una multitud que le reclamaba fotos. Así regresó la Champions a las calles de la ciudad tras un tiempo plastificada en la televisión. Sin muchas mascarillas, eso sí, entre los 37.000 presentes.
Y con Rodrygo dejando de nuevo su huella en la Liga de Campeones. Tan escaso en sus apariciones y tan efectivo en Europa: seis goles en el torneo en apenas ocho tiros a puerta en 17 partidos. “Creo que todas las veces que he jugado en la Champions jugué bien, he hecho algo bueno para el equipo”, se felicitó todavía sobre el césped. “Sabíamos que íbamos a sufrir, supimos hacerlo, pelear hasta el final y que iba a llegar el gol”, abundó el brasileño, a la sombra casi siempre del explosivo Vinicius, pero puntual como pocos. El año pasado ya le marcó al Inter el gol de la victoria en Valdebebas (3-2) en un momento de gran apuro de los blancos. Y en San Siro (0-2), solo un rebote en Achraf le quitó de la contabilidad otra diana más. “Lo he dicho varias veces, no es tan importante la cantidad de los minutos”, comentó su jefe Ancelotti, que todavía no le ha concedido ninguna titularidad.
El gol optimizó el estirón blanco en la segunda parte tras un inicio con demasiados apuros. De entrada, Carlo Ancelotti priorizó la portería propia y decidió pasar de las palabras a los hechos. Después de insistir de forma machacona en las grietas del sistema defensivo —cuestión “de sacrificio y no de calidad”, había advertido—, operó sin atender a las cuestiones más delicadas del estatus: Hazard fuera y dentro Lucas Vázquez. En San Siro, en el estreno en Champions, el belga al banquillo, y la segunda parte entera calentando. Todo un mensaje.
La maniobra, sin embargo, no mejoró la vida de Courtois, obligado a multiplicarse, sobre todo hasta la hora de juego. En la primera mitad, el Madrid sufrió 14 remates, la segunda cifra más alta en la Champions desde la temporada 2005-06, solo superada por los 15 contra la Juventus en 2013, según la estadística de Opta. “Courtois nos salvó en la primera parte. Hizo dos o tres paradas de gran nivel”, admitió Ancelotti.
El belga, siempre sincero, comentó que “no fue el mejor partido” de su equipo. “No fue el partido que queríamos. Defensivamente, con la presión no nos encontrábamos bien. Siempre tenían a alguien libre en el medio. Nos complicaron en la primera parte. La segunda fue algo mejor y crearon menos peligro. Luego es tener la fe de que este equipo tiene gol”, analizó. Antes de ese tanto in extremis, debió desplegar sus remos y exigirse abajo, como en un cabezazo de Dzeko. “Mido dos metros y no es fácil llegar ahí. Está bien que vean que no es sencillo meterme un gol”, apuntó.
Sin Hazard
Pese al trabajo extra de Courtois, el técnico blanco no puso pegas a los suyos. “Defensivamente, no lo hemos hecho mal. Estuvimos concentrados en los choques. El Inter también ha pagado en la segunda parte el esfuerzo de la primera”, indicó el italiano, que se marchó encantando de San Siro pese a los varios sofocones. “Me gustó mucho el partido, era un día en el que teníamos que sufrir. Este equipo no tiene solo calidad, tiene compromiso. La portería a cero nos da más confianza”, apuntó.
De entrada, su prioridad era que todo el armazón defensivo diera el reclamado paso al frente, y ahí el eslabón más débil fue Hazard, que en apenas cinco duelos de la temporada primero se vio superado por Vinicius (en el Villamarín) y este miércoles por Lucas Vázquez. En la primera cita de gran cartel, apareció el Ancelotti más intervencionista y dejó en punto muerto al belga, que no abandona su eterno proceso de reseteo. Justo la estrategia opuesta a la que aplicaba Zidane, que cuanto más importante era la cita, más pista concedía al ex blue siempre que este estuviera en la lista de sanos.
No fue así en el debut europeo, donde el técnico italiano se forró con Lucas Vázquez, doblando de hecho la banda derecha con dos laterales. Lo dejó bien claro el técnico antes del duelo: “Meto un jugador que tiene mucha energía, que tácticamente es muy bueno, que puede hacer bien las dos fases de juego, defensiva y ofensivo”. Un guiño a Lucas Vázquez y un toque a Hazard, que se marchó de Milán sin ningún minuto. “Pensé en sacarlo en la segunda parte, pero el Inter se cierra bien por dentro y he preferido poner a Rodrygo por la banda”. La jugada le salió perfecta.
Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.