Ni Badosa ni Bautista... y España retrocede cinco años
Las derrotas de la catalana (7-6 y 6-4 ante Muchova) y el castellonense (6-1, 6-3 y 7-5 con Shapovalov) remiten a 2016, la última vez que el tenis nacional no logró clasificar a ningún jugador para cuartos
Habla Paula Badosa con un mosqueo más que considerable porque acaba de perder, dice adiós a Wimbledon y se le ha escapado un partido que durante un buen rato tuvo en sus manos. “Tengo mal perder, me duele mucho, lo paso mal. Pero poco a poco voy aprendiendo a relativizar”, dice la española, que en el duelo contra Karolina Muchova ha dispuesto de 5-2 a su favor en el primer set, después de 5-3 y saque, y a continuación de una bola para cerrar esa manga y haberse puesto por delante. Sin embargo, una derecha demasiado enroscada, la doble falta que ha cometido acto seguido y el exceso de precipitación en el peloteo final han concedido el premio a la checa, hueso duro de roer, inalterable en toda circunstancia: 7-6(6) y 6-4, en 1h 33m.
“Ha sido raro, no he podido dar el nivel. A ella le gusta jugar aquí, y yo he estado más fallona de lo normal”, se reprocha la catalana de 23 años, que aspiraba a convertirse en la sexta jugadora nacional que pisase los cuartos del grande británico, después de que lo hicieran Lilí Álvarez, Arantxa Sánchez Vicario, Conchita Martínez, Magüi Serna y Garbiñe Muguruza. “Hace tres meses hubiera firmado alcanzar los cuartos de Roland Garros y los octavos de Wimbledon, pero ahora es duro. Creo que a veces me perjudica el tener demasiadas ganas de ganar, debo olvidarme de todo lo que hay alrededor, olvidarme del ganar, ganar y ganar. Eso a veces me juega en contra”, se recomienda de aquí en adelante.
Dice Badosa que pese a ese borrón del primer set, el balance es positivo en su conjunto –he jugado pocas veces en hierba y no es mi mejor superficie, así que estoy contenta con el resultado– y que ahora regresará a casa para descansar unos días y poner luego rumbo directamente a Tokio. Allí coincidirá con el castellonense Roberto Bautista, que también intervenía en este Manic Monday (Lunes Loco) y defendía las semifinales alcanzadas hace dos años, su mejor registro en un grande. Sin embargo, el español no tuvo la más mínima opción frente al canadiense Denis Shapovalov, que impuso creatividad y pegada: 6-1, 6-3 y 7-5, en 2h 07m.
De este modo, el tenis español pierde a todos sus representantes, en ambos cuadros, y el histórico refleja una regresión sobre el verde del All England Tennis & Croquet Club: hacía cinco años, desde 2016, que no figuraba un solo representante en el cartel de la antepenúltima ronda del torneo. “No ha sido mi día, él se ha movido muy bien y también ha sacado de maravilla. Le pega muy duro a la pelota y creo que me he topado con su mejor versión. Solo puedo felicitarle”, afirmó el hasta ahora 10 del mundo, al que la derrota le saldrá cara en términos de ranking; el próximo lunes le adelantarán el propio Shapovalov, Pablo Carreño y Diego Schwartzman, así que saldrá del top-10.
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