Jordi Cruyff, para recuperar la esencia Barça
Joan Laporta ficha al hijo de Johan para trabajar en el área deportiva, además de como ideólogo para mantener el hilo del ‘cruyffismo’
Para Joan Laporta no había otro igual a Johan Cruyff, su ídolo como jugador y entrenador, después amigo e ideólogo de su Barcelona. Ahora, tras la pérdida de Johan, el presidente azulgrana ha decidido contar con su hijo para que se integre en el área deportiva del club. Aunque no será un ejecutivo al uso, sino que cogerá el testigo de su padre para mantener latente el cruyffismo, la idea que llevó al equipo a su primer triplete y a un fútbol glorificado en el planeta balón con Pep Guardiola como hilo conductor desde el banquillo. Ahora, a falta de la presumible confirmación para esta tarde tras la reunión de la junta, será Koeman el encargado de recuperar la esencia del juego azulgrana. “Hace 25 años que me marché, un recorrido muy largo. Siento que vuelvo a casa, también tengo la sensación de que conocer mucho el club me ayudará en mi trabajo, en el día a día. La motivación es enorme”, señala Jordi Cruyff.
Ya le parece bien a Jordi Cruyff la figura del técnico holandés, pues así lo advirtió hace unos meses en una entrevista para la Cadena Ser. “Ronald tiene mucho mérito y no solo por lo futbolístico. Llegó en un momento complicado con cambios de jugadores, problemas económicos y en la institución… Ha tenido un año que vale por dos o por tres y creo que el trabajo tiene su recompensa”, señaló Jordi, que durante su época como jugador –fue ascendido al primer equipo de 1993 a 1996 antes de firmar por el Manchester United– vivía en la casa de al lado de Koeman en el barrio de Pedralbes. Precisamente, Ronald le ayudó a entender un poco el profesionalismo. “Un día que llegué empanado me advirtió de que o espabilaba o me iba a meter. No debí espabilarme porque a los cinco minutos me hizo una entrada que me levantó del suelo. Entendí que podía saludarle en el jardín, pero que todo cambia cuando el balón rueda”, explicaba Jordi.
Ahora volverán a verse casi a diario. Aunque la llegada de Jordi no ha sido sencilla, al punto de que en época de comicios se comprometió primero con el candidato Víctor Font, por más que no quería romper el contrato con el Shenzhen FC. Cuando entró en escena el que acabaría por ser el nuevo presidente, sin embargo, cambió de parecer. “Mi padre votaría a Laporta”, resolvió. Y, desde el entorno de Jordi Cruyff, por otra parte, defienden que nunca estuvo comprometido con una candidatura. Y ya ha alcanzado un acuerdo amistoso con la entidad china por lo que este jueves –aunque ya vino a Barcelona la semana pasada para cerrar los flecos– estampó su firma con el Barcelona. Estará en el área deportiva junto a Mateu Alemany, director de fútbol, y a Ramon Planes, secretario técnico. Aunque sus funciones no serán las de negociar, sino las de opinar, dirigir y aconsejar; se pretende que marque la línea deportiva del club y sobre todo del primer equipo, además de ejercer de interlocutor con el entrenador. “Aunque tenía contrato en vigor, la llegada de Jordi es gracias a la colaboración del Shenzhen, club con el que nos complacerá buscar futuras posibilidades de colaboración”, expuso el comunicado del Barcelona, que en esta semana ya ha fichado a Agüero y Eric García al tiempo que Depay y Wijnaldum están al caer. También anunciará la renovación de Koeman.
Tras colgar las botas en 2010, Cruyff empezó como director deportivo en el AEK Larnaca (2010-2012) y el Maccabi Tel Aviv (2012-2017), donde acabó por asumir las riendas como técnico durante una temporada. Al año siguiente, pasó al Chongqing Lifan y en 2020 asumió las riendas de la selección de Ecuador. Poco después se comprometió con el Shenzhen y ahora regresa a su casa, también a la de su padre, el Barcelona.
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