El Cádiz, ya de Primera, ahoga al Huesca
Los de Pacheta, muy blandos atrás, sucumben ante el orden de los andaluces y siguen en descenso
El Cádiz era de Primera de manera virtual. Ahora, tras ganarle al Huesca, lo es de forma matemática tres jornadas ante del final de la competición. Todo un mérito del grupo que dirige Álvaro Cervera, que ahogó un poco más a un Huesca que mostró groseros errores en defensa. No le valió al equipo de Pacheta el golazo que marcó Rafa Mir para hacer un esperanzador 1-1. Naufragó en defensa y luego, con el 2-1, cayó en la trampa en la que suelen caer todos los equipos que se enfrentan al Cádiz. El Huesca tuvo el balón, pero para nada. Solo Siovas dispuso de una ocasión para empatar en un disparo que dio en el palo. El resto fue un dominio infructuoso, con el Cádiz muy bien en defensa, sostenido por el esfuerzo de jugadores como Fali o José Mari. Incluso Jairo, después de una gran acción de Negredo, tuvo una gran opción para hacer el tercer gol. El Huesca permanece en puestos de descenso, a un punto de la salvación en el mejor de los escenarios y con tres finales por delante.
Tan cerca tenía la permanencia el Cádiz que Álvaro Cervera se permitió alinear a futbolistas con pocos minutos a lo largo del campeonato, caso de Alejo, Akapo, Malbasic o Saponjic. El Cádiz ya superó sus miedos, siendo capaz de competir sin nervios, alejado de la incertidumbre de jugárselo todo en cada jugada. Sin esa presión, el equipo andaluz jugó con mucha tranquilidad ante un Huesca realmente necesitado. El conjunto oscense llegaba al Carranza con importantes bajas en defensa, caso de Insúa y Pulido. Bien que se notó en el desarrollo del choque. Sobre todo en el tramo final de la primera mitad, donde el partido, después de que no pasara prácticamente nada durante 43 minutos, explotó con tres goles en cuatro minutos. No se puede entender que el Huesca conceda tantos goles a balón parado, algo que aprovechó Marcos Mauro para hacer el 1-0.
Cuatro partidos después, Rafa Mir volvió a demostrar su calidad con un golazo en el que ayudó también la mala colocación de Ledesma. Un impresionante golpeo desde la banda izquierda sorprendió al meta, algo adelantado, que no pudo reaccionar. Ante el asombro de Pacheta, en la siguiente jugada volvió a adelantarse el Cádiz. Un balón en largo que se tragó Vavro, inmóvil como una estatua de mármol, permitió a Malbasic plantarse ante Álvaro. El extremo ni disparó ni pasó el balón, pero su golpeo evitó al portero. Gastón Silva, alocado todo el partido, se metió el balón en su portería. Nada peor que el fuego amigo para un Huesca atenazado y nervioso.
El Cádiz dominó la situación a su antojo en la segunda mitad. El Huesca tocó y tocó, pero sin crear peligro, enredado en la tela de araña que le fabricó el conjunto andaluz. Solo Siovas, después de un balón parado, pudo empatar. Al Huesca le faltó fútbol y profundidad, sin capacidad para superar a un rival muy organizado que disfruta ya de una permanencia holgadísima. El Cádiz de Álvaro Cervera ya está de vacaciones mientras que el Huesca tiene tres finales por delante ante Athletic Club, Betis y Valencia. Pacheta ha hecho un gran trabajo, aunque puede que hacer un milagro sea demasiado.
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