Gerard Moreno certifica los cuartos para el Villarreal
El delantero catalán, asistente una semana atrás en Kiev, derrota al Dinamo con dos goles y convierte en plácida el global de la eliminatoria (4-0) para los de Emery
Pocos jugadores resultan tan visibles y capitales para un equipo como Gerard Moreno, trabajador incansable que da continuidad y sentido al juego, asistente y goleador, el as ganador del Villarreal, actor principal del conjunto de Emery. El Dinamo, tanto en Kiev como en Vila-real, se rindió a Gerard Moreno, autor este jueves de los dos goles ante el conjunto ucraniano, que en ningún momento discutió el pase a cuartos del Villarreal.
La experiencia en el fútbol y en los banquillos de Mircea Lucescu le proporciona autoridad en sus opiniones. Y para el bueno del técnico rumano, según apuntó en la previa, resulta inmensa la fortuna del Villarreal por disponer de un jugador top como Gerard Moreno, sin entender el entrenador rumano que el delantero internacional no estuviese en un club europeo con más heráldica. La apreciación de Lucescu no descubrió nada nuevo; fue ratificada por Gerard Moreno en el terreno de juego. Con sus dos goles dio color y sentido al juego coral del Villarreal, cuya mejor versión aparece en Europa.
Con la ventaja adquirida en Kiev, el Villarreal se propuso en La Cerámica gestionar la eliminatoria, siempre a través del esférico en poder de los de Emery desde el pitido inicial. Con pausa y sin prisa, los amarillos dominaban el tempo del partido, circulando el balón con la pasmosa tranquilidad de Parejo y el dulce pie de Trigueros, sin asumir apenas riesgos. Argumentos que hipnotizaban a la tropa del Dinamo de Kiev, que en nada, sin darse cuenta, se vio con un gol en contra. Desde el extremo derecho, Chukwueze atrajo la atención de tres defensores ucranianos que, con pánico a ser desbordados por la habilidad del nigeriano con el esférico pegado a su zurda, recularon sin atreverse a encimarle. Chukwueze optó por levantar la mirada y puso un centro medido a la cabeza de Gerard Moreno, que imprimió la fuerza y la colocación necesaria a su remate para lograr marcar.
Quería y no podía el Dinamo y los de Emery seguían a lo suyo, inalterables y a velocidad de crucero imponiendo su estilo. Solo un color, el amarillo, lucía en el terreno de juego. El Villarreal dominaba todos los aspectos del juego, en el repliegue y en el despliegue, en la salida pulcra del esférico desde Asenjo, a la presión adelantada cuando lo intentaba el Dinamo de Kiev, que pasada la media hora puso la alfombra para recibir el segundo gol. Mykolenko no pudo superar desde el lateral izquierdo a Chukwueze y la pelota cayó a los pies de Parejo, que atendió la solitaria posición de Gerard Moreno que solventó con un disparo que superó a Bushchan.
La segunda mitad no tuvo historia alguna. Al Dinamo no le quedó ni ánimo ni orgullo para maquillar la eliminatoria, superado de principio a fin por el Villarreal entregado a la figura de Gerard Moreno.
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