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El CSKA condena al Real Madrid al sufrimiento

Los de Laso pagan su mala primera mitad, caen ante la artillería de Clyburn y James, y se complican sus opciones de clasificación para cuartos de la Euroliga (89-96)

Tavares intenta levantar el balón entre Kurbanov y Shengelia
Tavares intenta levantar el balón entre Kurbanov y ShengeliaJuanJo Martín (EFE)
Faustino Sáez
Euroliga jornada 30
Real Madrid
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89 96
Finalizado
CSKA
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Cuando tuvo fuerzas no encontró el espíritu y cuando endureció la actitud le faltó el resuello. El Real Madrid pagó su displicencia en la primera mitad (55 puntos encajados) y concedió una derrota ante el CSKA que le aboca a la angustia en el tramo final de la Euroliga, necesitado de al menos dos triunfos en las cuatro jornadas restantes. Después de verse 20 puntos abajo reaccionó el conjunto de Laso con varios amagos de remontada, del 55-72 al 69-74; del 77-90 al 85-90. Pero el CSKA castigó a Tavares sacándole de su territorio (fue el mejor asistente de su equipo con 6 pases de canasta, pero resultó insuficiente su 31 de valoración en 36 minutos en pista) y venció la batalla de triples frente a Carroll, Causeur y Thompkins. Primero Clyburn (23 puntos), después James (22) y más tarde Voigtmann (18) impusieron la solidez del conjunto de Itoudis ante un Madrid inconstante y condenado al sufrimiento. Asvel, a domicilio; Efes y Olympiacos, en el WZink; y Fenerbahçe, como cierre en Estambul, marcan la hoja de ruta que espera a los blancos en su pelea por avanzar a cuartos.

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Chocaban en el WiZink Center dos clásicos en tiempos difíciles. Dos ejemplos de supervivencia competitiva en mitad de temporadas convulsas más allá del panorama general, con problemas, bajas y desajustes. Llegaba el conjunto de Itoudis con un expediente de siete derrotas en los 11 partidos previos. Enfrente, otras siete derrotas en los 12 últimos del Madrid. En el recuerdo, el triple de James en Moscú a modo de descabello en el 74-73 de la primera vuelta. En juego, un triunfo crucial para afianzarse entre los ocho primeros de la clasificación, con opciones incluso de alcanzar la condición de cabeza de serie. Solo encontraron alivio los visitantes. El CSKA mejoró la velocidad de reacción del Madrid gracias a la sorprendente aportación de Shengelia desde el perímetro (11 puntos, con un 3 de 4 en triples en los primeros cinco minutos) y marcó tendencia. Reaccionaron rápido los blancos, con un puñado de triples y la creciente influencia de Tavares para ajustar cuentas (21-23, m. 10), pero siempre con el paso cambiado.

El comienzo de las rotaciones amplió argumentos pero también mostró las costuras de los dos equipos. Avanzó el partido mezclando entrega y desbarajuste, con Clyburn buscando la afinación y Laprovittola el pulso. Con el Madrid seco sin Tavares y el CSKA perdido sin James. Pero regresó a la pista el escolta estadounidense y llegó el primer demarraje del conjunto ruso (30-38, m. 15). Deck retomó entonces sus oposiciones a jugador imprescindible en el quinteto madridista y, en torno al argentino, los de Laso intentaron el rearme. Pero los de Itoudis descosieron a su rival desde el perímetro.

El cuatro triple de James en cuatro intentos colocó el 35-47 en el minutos 17. Para entonces, el CSKA lucía un 10 de 17 en triples frente al 4 de 9 de los blancos, apenas sostenidos por su ligero dominio en el rebote. El Madrid confundió la velocidad con las prisas, se descolgó aún más (36-51) y Laso entregó la responsabilidad en la dirección a Alocén en detrimento de un espeso Laprovittola. El desfile a los vestuarios fue el cruce entre el optimismo del conjunto ruso (con James y Clyburn al frente, 16 puntos por barba) y las tribulaciones madridistas (32 puntos encajados en el segundo cuarto). “O lo cambiamos todo o no tendremos opciones. Les estamos mirando”, resumió Laso en el entreacto. Pero el cambio de actitud de los suyos en la reanudación vino barnizado en una ansiedad que complicó aún más la misión (43-63, m. 22).

Un par de triples de Causeur y Thompkins evitaron que el Madrid se despeñara definitivamente. Pero, al tiempo que Laso intentaba armar la heroica, con Carroll como artificiero y Alocén a los mandos, el base maño se cargó de faltas en sus choques con Hackett y Clyburn. Pudo sentenciar el CSKA antes de entrar en la recta de meta con el cuarto triple del propio Clyburn (55-72, m. 27). Sin embargo, el orgullo madridista encontró un saco de puntos con el que tantear el milagro. Un parcial de 14-2, con nueve puntos de Carroll y cinco de Causeur, hasta el 69-74. Cinco puntos consecutivos de Voigtmann rebajaron la euforia de los blancos, que finalmente pagaron el esfuerzo de la persecución y se quedaron en la orilla. Le toca remar más al conjunto de Laso para rescatar al menos dos triunfos en las cuatro jornadas que restan de fase regular para entrar en el top-8 de la Euroliga.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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