Idilio copero del Athletic
El conjunto de Marcelino supera al Levante en la prórroga y se cita con el Barça en la final. Dos semanas antes disputará la de 2020, aplazada por la pandemia
El Athletic impuso su condición de especialista copero en el Ciutat de València. Intensos y agresivos en la presión, los leones se zamparon al Levante en la prórroga. Los granota se adelantaron en el minuto 16, pero fueron incapaces de combatir el efectivo empuje de la tropa de Marcelino. Acusando la carga de partidos, las bajas, y el estado físico de jugadores clave como Bardhi y Morales, el Levante jugó, además, con una camisa de fuerza. La que le abrochó Marcelino. La que le impidió correr y atacar el espacio. Los rojiblancos masticaron el partido hasta que el Levante cayó exhausto en el minuto 112 tras el tanto de Berenguer, después de soportar la mayor intensidad vasca. El Athletic, que todavía tiene pendiente jugar la final del curso pasado aplazada por el coronavirus, disputará también la de esta temporada el 17 de abril en Sevilla. Espera su víctima en la Supercopa, el Barça. Antes el rival será la Real Sociedad, el día 3. Dos finales en 14 días.
El Athletic movilizó todos sus recursos para poder contar con Iñigo Martínez, sancionado con cuatro partidos tras su expulsión al término del encuentro de Liga del viernes pasado entre los mismos contendientes. A falta de 45 minutos para el arranque del partido, el TAD (Tribunal Administrativo del Deporte) no le concedió la cautelar, y Unai Núñez ocupó su lugar. En el Levante, la alineación de Róber Pier era engañosa. Lejos de ser una pieza para defender, el central gallego, con trazas de mediocentro, facilitaba una salida limpia de balón y reforzaba la zona central cuando el equipo se desplegaba. Marcelino no tardó en darse cuenta y subió su línea de presión. Paco López lo sustituyó en el descanso porque Malsa y Rochina no mezclaban bien con él. La medular granota nunca se encontró a gusto.
La iniciativa era rojiblanca como en el duelo del viernes. Una combinación entre Berenguer y De Marcos, que ganó línea de fondo, acabó en un pase atrás hacia el llegador Raúl García, que disparó a la izquierda de Aitor. De Frutos respondió con un remate fallido en la primera salida a la contra. En el segundo galope, Morales recibió en la derecha, levantó la cabeza y le tiró un caño a De Marcos sobre la entrada en el área de meta de Rochina. El pase del de Sagunto atrás lo recogió Roger que desenfundó sus pistolas; 12 goles lleva ya esta temporada. La acción de Morales, brillante, fue la única del Comandante, muy cansado.
Carambola cruel
Más intenso, el Athletic, que percutía por su costado derecho con De Marcos y Berenguer agobiando a Clerc, encontró el empate por el izquierdo. Muniain se escurrió a la espalda de Miramón y centró raso sobre Raúl García, que le ganó el espacio a Duarte y fue derribado por el central tico en el área. El navarro apretó los dientes con furia cuando marcó el penal.
Con la defensa muy alta, el Levante era víctima de la presión agresiva de los leones. Munian escondía el balón amparado en su centro de gravedad bajito, Williams dominaba el espacio con sus zancadas y Raúl García batallaba con todo el mundo. El Levante, embotellado e impreciso en el pase, no podía romper a correr. En una de sus escasas salidas tras el gol, centró Miramón y Yerai Álvarez lo desvió hacia el palo de su portería.
La entrada de Bardhi y el reajuste de Paco López en el centro del campo mejoraron al Levante. Con los papeles de Malsa, Rochina y el macedonio más claros, el Levante se encontró. El combate pareció igualarse, pero el Athletic se sacudió pronto la tímida reacción granota. Y con el paso de los minutos intensificó su asedio. Raúl García, superior en el cuerpeo con los centrales granota, recibió de espaldas en el área y asistió, espléndido, de tacón a Williams que erró el disparo. Riéndose de sus 34 años, dominante en el juego, siempre apasionado, Raúl García fue uno de los mejores. El Levante echó de menos a Postigo en su zaga. Arriba, De Frutos era el único que se aventuraba a regatear; el que forzó una falta escorada en la frontal que Bardhi estuvo a punto de embocar.
En la prórroga se deshizo la resistencia del Levante. La acción fue una carambola cruel para el Levante, que soñaba con los penaltis cuando Berenguer aprovechó que la zaga granota reculó en exceso para disparar. El balón tocó en Vukcevic, despistó a Aitor y entró en la portería eliminando al Levante y dándole al Athletic, un especialista, la opción de ganar dos finales en 14 días.
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