La realeza malaya entra en el Valencia

La realeza malaya se ha fijado en el Valencia. Tunku Ismail Sultan Ibrahim, príncipe de Johor, pasará a formar parte del Valencia CF en las próximas fechas como socio capitalista después de cerrar un acuerdo en Singapur con el máximo accionista del club de Mestalla, Peter Lim. Tunku Ismail comprará un paquete de acciones del club de Mestalla significativo, aunque Lim mantendrá el 51 por ciento que le permita mantener el control de la entidad, según desveló la televisión autonómica À Punt.

El príncipe de Johor, amigo personal de Peter Lim, se dedicará, además, a gestionar la parcela deportiva de la entidad como director general y no se descarta que, a corto plazo, releve incluso en la presidencia a Anil Murthy, muy desgastado por la negativa gestión económica y deportiva de los últimos dos años. Murthy, que mantuvo este martes una reunión negativa con el presidente del Generalitat Valenciana, Ximo Puig, por el nuevo estadio, se mostró esquivo cuando le preguntaron por la entrada del príncipe en el club. “Hay que preguntárselo a él. No soy experto en redes sociales ni tampoco en Instagram”, indicó el dirigente, que admitió, sin embargo que lo conocía “muy bien”.

La entrada de la realeza malaya en el Valencia no ha podido ser más oportuna, ya que el club, apremiado por la Generalitat, tiene que encontrar financiación para arrancar las obras del nuevo estadio de la avenida de Cortes Valencianas antes del 15 de mayo, tal y como establecen los plazos que se marcaron en su día en la ATE (Actuación Territorial Estratégica Valencia Dinamiza).

La irrupción del príncipe en el Valencia trascendió en redes sociales en la tarde del lunes. El propio Tunku Ismail lo aireó en su perfil de Instagram, donde publica todos sus lujos y excentricidades. Primero colgó una serie de publicaciones en las que se interpretó que, simplemente, le daba valor el club de su amigo Lim para advertir a futuros compradores; luego emitió otra con un escudo en fondo negro en el que se podía leer: “Junio. Otro nivel”, que ya anticipaba su llegada al club. Cerca de la medianoche, tras borrar un par de fotos, se postuló abiertamente a dirigir el club colgando un llamativo escrito.

“No soy un hombre de negocios, soy un príncipe. No me mueve el dinero, me mueven la gloria y hacer historia. No es un secreto que amo el fútbol, soy un apasionado”, empezó diciendo el príncipe, que recordó que es el propietario del campeón de la liga malaya, el Johor Darul Takzim FC: “No soy nuevo en el fútbol. Hice que un club (el JDT FC) pasara de luchar cada año por evitar el descenso a ser un campeón consolidado. Hemos ganado 16 títulos en ocho años. Somos el club más grande del sudeste de Asia y uno de los más grandes de Asia”.

“Quiero expandir mi imperio, abrir mis alas y avanzar en nuevos desafíos”, avanzó Tunku Ismail, que envió un mensaje destinado a tranquilizar a los seguidores del Valencia. “Por último, y no menos importante, no voy a cambiar vuestro escudo o tradición. Como he dicho al principio, soy de la realeza, no un hombre de negocios. Estoy aquí por la gloria, el éxito y la historia”.

Finalizó su sorprendente texto expresándose como si ya formara parte de la institución. “¿Qué necesita el Valencia? Necesitáis a alguien que sepa de fútbol, con hambre de éxitos, apasionado y que entienda lo grande que es el Valencia como club. Primer paso, necesitamos gente de fútbol en el club. Punto”.

Hijo del sultán Ibrahim Sultan Iskandar, Tunku Ismail, de 36 años, casado y con tres hijos, es el príncipe heredero de Johor, uno de los trece estados que forman Malasia. Según Forbes la fortuna familiar está tasada en 750 millones de euros. Aficionado a los coches de lujo, el fútbol, y el polo, Tunku Ismail, se precia de ser amigo de Messi y Cristiano.

Propietario del Johor Darul Takzim FC, que milita en la Super Liga Malaya, es, además, presidente de la Federación de Fútbol de Malasia y Mayor General de la Royal Johor Military Force. En 2020 finalizó las obras del estadio Sultan Ibrahim Larkin, con capacidad para 40.000 espectadores y un coste de 200 millones de euros. El Valencia y su club tienen un acuerdo deportivo para fútbol base desde hace varios años.