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Columna
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El ordenado caos del fútbol inglés

A diferencia de LaLiga, en la Premier ya se sabe en verano qué partidos se juegan cada día y a qué hora

La figura de cartón de Jurgen Klopp en el Rossett Park durante el partido de Copa entre el Marine y el Tottenham.
La figura de cartón de Jurgen Klopp en el Rossett Park durante el partido de Copa entre el Marine y el Tottenham.DPA vía Europa Press (Europa Press)

Este ha sido fin de semana copero en Inglaterra. Y eso aquí siguen siendo palabras mayores. Para los puristas, lo importante no fue que el Manchester United eliminara 3-2 al Liverpool en Old Trafford, sino los apuros del Manchester City en campo de un cuarta división, el Cheltenham Town (1-3, pero los tres goles en los últimos 10 minutos) o los de los Wolves el viernes en casa de un sexta división, el Chorley (0-1 en su único tiro a puerta).

Pero el gran enfrentamiento copero de este año ha sido el de hace unos días entre el Tottenham y el Marine AFC, un equipo de aficionados de la octava división. Mourinho se portó como un caballero y se llevó a Crosby (11 kilómetros al norte de Liverpool) a un equipo más que decente que superaba los 400 partidos internacionales. Las gradas del Marine Travel Arena (3.185 localidades) estaban vacías por el coronavirus, pero el ambiente lo aportaron las decenas de vecinos que contemplaron el encuentro desde los numerosos jardines traseros que dan directamente al terreno de juego. Unos bebían champán, otros cerveza, y uno vio el partido hombro con hombro con Jürgen Klopp, subidos los dos a una valla. Bueno, no era Klopp, sin una foto suya a tamaño natural, pero daba el pego.

El Marine AFC estuvo a punto de adelantarse, pero el cañonazo de Neil Kengni, un fontanero de 20 años, topó con el larguero. Luego, Carlos Vinicius marcó tres goles, el Spurs se fue al descanso con cuatro de ventaja y, cumplido el objetivo, levantó educadamente el pie del acelerador (resultado final: 0-5).

La Copa sigue siendo un torneo muy especial a pesar de los quebraderos de cabeza que supone para los entrenadores, concentrados como están en la liga y en Europa. El coronavirus ha añadido incertidumbre al caótico calendario futbolístico inglés, pero muy pocos se alteran más de la cuenta. Nada que ver con los agobios que la pandemia está generando en LaLiga entre unos clubes y unos hinchas que no están acostumbrados a que haya equipos con dos partidos menos, a que se juegue lo mismo en lunes que en martes o miércoles o jueves, a que, como este domingo, se juegue en enero un partido de la segunda vuelta cuando está pendiente el de la primera jornada (el Elche-Barcelona) o que en el mismo fin de semana se mezclen citas de Liga y Copa.

Todo eso es muy habitual en Inglaterra, donde ni siquiera se respeta en la segunda vuelta el orden de jornadas de la primera. Por ejemplo, la que abrió la temporada en septiembre acabará siendo la jornada 32 en la vuelta. El calendario se empieza a confeccionar a principios de año, cuando se establecen las fechas de la competición y se tienen en cuenta varios factores que también existen en LaLiga, como evitar que jueguen en casa al mismo tiempo dos equipos de la misma zona, que de cada cinco partidos se jueguen dos en casa y tres fuera (y viceversa), que ningún equipo juegue más de dos partidos consecutivos fuera o en casa, que ningún equipo empiece o acabe con dos partidos consecutivos fuera o en casa... Pero, además de eso, los clubes pueden pedir no jugar en casa en determinadas fechas o contra qué equipo no quieren ser emparejados en casa en el famoso Boxing Day.

Pese a las apariencias caóticas, el calendario de la Premier es mucho más ordenado que el de LaLiga porque en verano no solo se sabe qué partidos se jugarán en cada jornada sino en qué día exacto, a qué hora y en qué cadena se podrán ver las primeras 26 jornadas. En LaLiga nadie sabe cuándo juega hasta dos semanas ante de cada jornada. Dicen que la culpa la tienen las televisiones, que mandan mucho. Pero las televisiones tienen mucho más peso económico en la Premier que en LaLiga. La diferencia es que aquí no les dejan hacer lo que les da la gana y, en LaLiga, sí.

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