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Por Araujo no se pasa

El joven central del Barcelona solo se ha visto regateado en una ocasión en 15 encuentros

Jordi Quixano
Araujo lamenta una ocasión fallada ante el Cornellà.
Araujo lamenta una ocasión fallada ante el Cornellà.Joan Monfort (AP)

“No te compliques”. Ese fue el consejo del técnico Quique Setién cuando le dio a Ronald Araujo (Rivera, Uruguay; 21 años) la ocasión de defender al Barça el curso anterior. Por entonces, en el club consideraban que era un mal fichaje —pagó al Boston River uruguayo 1,7 millones de euros, más otros 3,5 en variables— porque tenía serios problemas a la hora de sacar el balón. “Cuestión de tiempo”, replicaron desde el área deportiva, convencidos de que es muy complicado encontrar en el mercado un central de 1,90 metros con esa capacidad de arranque y carrera. Pero tantas dudas sembró al inicio que le compararon con Yerry Mina (vendido al Everton) y desde la directiva que se llegó a decir que había malgastado el dinero como también ocurrió con Pedri. Pasados los partidos, sin embargo, Araujo ha demostrado que es un defensa fiable, un muro infranqueable para los delanteros rivales.

Resulta que hay en algo que nadie le gana al zaguero, pues en los 15 encuentros que ha disputado esta temporada, solo le han regateado una vez (Morata, de la Juve). Curiosamente, estaba un poco tocado muscularmente y fue cambiado a la media parte. Araujo explica su receta: “Antes de algunos partidos pienso: ‘Si marco a Leo en los entrenamientos, ¿qué va a venir más difícil que él?”. Desde el camerino azulgrana lo tienen claro: “No te creas que cambia mucho en los entrenamientos. Es una buena lapa si se lo propone. Por donde está él no se pasa”. Una sensación, una realidad, que desde el área deportiva y técnica —también desde los candidatos a la presidencia, ahora que el club está en manos de una comisión gestora— ha hecho retrasar la llegada de Eric García (City) a verano y no apurar más la difícil situación económica.

Tanto confía Koeman en él que es el único jugador que ha disputado los 360 minutos ante la Real Sociedad, Athletic y Cornellà (partidos de la Supercopa y Copa con prórroga), seguido por Lenglet (346) y Griezmann (341). Presumiblemente, repetirá esta tarde ante en la visita al Elche (16.15. Movistar) porque se ha ganado el sitio, porque mientras que Lenglet se ha encogido en los últimos duelos, Araujo ha crecido.

Elogiado por su velocidad y anticipación, Araujo tiene, sin embargo, una tacha a mejorar. “Desde que llegué al club, trabajo mucho la salida de pelota. Venía de otro fútbol, el que se juega en Uruguay,”, señaló el central a la agencia EFE; “admiro mucho a Piqué, sobre todo en la salida de balón, cómo juega con los pies, que siento que es lo que me falta a mí”. Veredicto que aprueba Koeman: “Debe mejorar en su pase vertical y en el primer control de balón. Es una posición importante en el equipo y, aunque es joven, está demostrando que tiene mucho carácter e intensidad, que aporta mucho”.

Los números son claros. En los pases medios-cortos, Araujo acumula un 94,4% de éxito (por el 94,9% de Lenglet y el 94,7% de Piqué). Pero se enreda cuando debe entregar el balón a más de 30 metros, pues alcanza el 52,3% de éxito en los desplazamientos largos cuando Lenglet llega al 61,8% y Piqué, al 77,8%.

Recientemente internacional con Uruguay, también es reservado y hasta tímido, religioso porque siempre lleva la Biblia bajo el brazo. Desde el club, y después de aconsejarle que viera vídeos sobre él, ya se disparan las expectativas: “Es el nuevo Puyol”. Para eso queda mucho, pero por ahora no hay quien supere a Araujo.

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