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El doble salto de España hacia cuartos

Una gran reacción en el último tramo cuando el partido se había torcido mucho fulmina a Alemania (32-28), que pierde el paso en el grupo

Lorenzo Calonge
Entrerríos, en una acción del partido contra Alemania.
Entrerríos, en una acción del partido contra Alemania.Khaled Elfiqi / POOL (EFE)

España agarró una victoria capital contra Alemania (32-28) en sus aspiraciones de alcanzar los cuartos del Mundial. Tal fue la alegría al final del partido y el apuro sufrido en la segunda mitad que hasta el seleccionador, Jordi Ribera, un hombre comedido de gesto grave, lo celebró en corro abrazado a sus ayudantes exhibiendo una sonrisa indisimulable. El encuentro no era definitivo, pero se parecía bastante a un Rubicón. Ganar significaba dejar casi definitivamente en la cuneta a los germanos y quedarse muy cerca de la siguiente estación, los cuartos, el objetivo mínimo. La selección tiene ahora cinco puntos, por los seis de Hungría, los cuatro de Polonia y los dos de Alemania con dos jornadas todavía por delante. Brasil (1) y Uruguay (0) están descartadas. Se clasifican las dos primeras. El sábado (15.30, Tdp) le espera la débil selección sudamericana.

El duelo se decidió en el último tramo gracias a una gran reacción cuando el partido había tomado un color oscuro. Después de una buena primera mitad (16-13), Alemania se le subió a las barbas y se colocó tres arriba (22-25 en el minuto 44). “Señores, hay que defender bien”, reclamó Ribera a sus muchachos, extraviados a esas alturas del choque. Y, contra la pared, volvió a aparecer el faro de Raúl Entrerríos para levantar a un equipo alicaído. A él se le unió la producción de Ángel Fernández (seis tantos), otro hombre clave en este Mundial, Álex Dujshebaev (5) y una portería a cuatro manos. Si en la primera parte Corrales marcó el paso (nueve intervenciones), en la segunda lo hizo Pérez de Vargas (cinco, con un 41% de acierto). Todo eso hizo falta para someter a una brava Alemania, que, pese a las múltiples bajas con las que ha acudido a Egipto, se mantuvo en pie mientras le aguantaron las piernas.

España se puso en marcha sin lugar a la dispersión. En una plantilla con tantas batallas a la espalda, todos tenían claro cuál era el camino y desde el primer minuto se pusieron a ello. En la primera mitad, todo funcionó de acuerdo a lo planeado. Apoyada casi siempre en una defensa 5-1, la selección se empleó a fondo para cerrar las vías teutonas, especialmente la movilidad de Dux, muy amenazante al principio. El jefe de la zaga, Viran Morros, abarcaba el mayor espacio posible y, bajo palos, Rodrigo Corrales se multiplicaba.

Seguros atrás, en ataque España castigó siempre que pudo a la contra y, si veía la opción, en acciones rápidas tras los saques de centro. Y, cuando tocaba en estático, Entrerríos se encargó de que la cosa fluyera. El encuentro tenía mucho ritmo ante un gran rival y la selección fue encontrando vías y profundidad de recursos con los hermanos Dujshebaev, Cañellas, Ángel Fernández y Solé. Todo ello se tradujo al descanso con una ventaja de 16-13.

No se arredraron los alemanes, que apretaron las tuercas de manera muy seria al inicio de la segunda mitad. Acertaron sus cinco primeros ataques, liderados por Hafner (seis goles en total) y Kastening (7), y recuperaron el mando del partido (19-20, minuto 38). España había perdido el oremus en defensa y no era capaz de frenar la crecida germana, que alcanzó los tres tantos de diferencia (21-24, minutos 43). Pero en ese momento crítico, surgió el de siempre, el gran capitán, que se apuntó otras tres dianas casi seguidas y, con la colaboración de Ángel Fernández, Álex Dujshebaev, Pérez de Vargas y una defensa otra vez ajustada, la selección volvió a verse por encima (27-25, minuto 49). El colapso había cambiado de acera y hasta Schiller fallaba desde los siete metros.

El encuentro ya no tuvo marcha atrás. La selección recuperó el hilo y no lo dejó. Un parcial de 10-3 en el último cuarto del choque (del 22-25 al 32-28) resolvió la cuestión y concedió a los Hispanos una victoria que vale doble. España pegó un salto doble en el campeonato -así lo celebraron todos en la pista, incluido Jordi Ribera- y ya ve cerca los cuartos tras un arranque de torneo con dudas y algún miedo.

España, 32 - Alemania, 28

España: Corrales (P), Pérez de Vargas (P); Entrerríos (4), Sarmiento (2), Maqueda (2), Á. Dujshebaev (5), Cañellas (2), Morros (-), D. Dujshebaev (3), Solé (5, 3 de pen), Gómez (1), Fernández (6), Ariño (-), Figueras (2), Guardiola (-) y Marchán (-).

Alemania: Wolff (P), Bitter (P); Gensheimer (3), Golla (4), Knorr (1), Firnhaber (-), Weber (2), Haefner (6), Schiller (3 de pen), Kuhn (-), Bohm (-), Preuss (-), Kastening (7), Schmidt (-) y Drux (2).

Parciales cada cinco minutos: 1-1, 5-4, 9-6, 11-9, 13-10, 16-13; 18-17, 20-22, 23-25, 27-25, 30-26 y 32-28.

Árbitros: M. Gubica y B. Milosevic. Excluyeron dos minutos a D. Dujshebaev, Ariño, Morros, Bohm y Drux. Expulsaron a Firnhaber por tres exclusiones.

New Capital Sports Hall, en El Cairo.

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