Marca Messi, gana el Barça
La efectividad del argentino y de Griezmann, autores de los goles, resuelve un partido plácido para el conjunto azulgrana en Granada
La salud del Barça todavía depende de los goles de Messi. Aunque ya no garantizan títulos, como en sus mejores tiempos, los tantos del 10 dan vida al equipo, permiten sostener a futbolistas indecisos como Griezmann y Dembélé y ayudan a triunfar a promesas de la talla de Pedri. A los 33 años, Messi ha encontrado por fin la portería y el Barça se siente tan seguro que ha encadenado cuatro victorias como visitante en LaLiga. La vida se afronta de manera muy distinta desde la zona alta de la clasificación que da acceso a la Champions. Incluso se puede ganar y golear desde la efectividad y no necesariamente desde el juego como ocurrió en Granada.
Marcó Messi dos goles en un partido difícil de inicio y que al final se convirtió en un ejercicio tan fácil que Koeman sustituyó al rosarino y mantuvo a Griezmann. El francés abrió y cerró el marcador en dos acciones decisivas que le ratifican como titular después de ganar el puesto de soldado a Braithwaite. Las respuestas son más naturales en el Barça después de un tiempo de decisiones forzadas, la mayoría pendientes de Messi. El barcelonismo se siente más seguro si ve a Messi feliz y el bienestar del 10 depende de sus goles, aunque sean de supervivencia, resolutivo ante el Granada. Incluso se puede vencer sin defensa cuando se tiene a Messi.
El partido empezó en el área del Barça. Araújo se lesionó en el precalentamiento y, sancionado como estaba Lenglet, a Koeman no le quedó más remedio que recurrir a Umtiti, repescado en ausencia de Piqué. Y los azulgrana jugaron con el retrovisor, muy inseguros en defensa e incapaces de salir con el balón desde su cancha, bien presionados por el Granada. La inestabilidad azulgrana se reflejó nada más ponerse la pelota en juego después de una cesión forzada de De Jong a Busquets que acabó con una excelente intervención de Ter Stegen después de un tiro de Puertas.
Las opciones de victoria del Barcelona pasaban por que los delanteros marcaran la diferencia, circunstancia que exigía un ejercicio de puntería sobre todo por parte de Messi. El 10 revoloteaba ante la frontal del área cuando el esférico fue mal despejado por Soldado y quedó a merced de Griezmann. Aunque estaba en fuera de juego, a juicio del árbitro el francés quedó habilitado por el fallo del atacante del Granada y dio gol: 0-1. Ocho partidos después de su último tanto, el versátil Griezmann recuperó la pegada como ariete y el sentido del juego como enlace de Messi en la transición del 0-2.
El 10 recibió la bola en el balcón del área y enganchó un tiro de rosca imposible para Rui Silva por el deficiente repliegue del Granada. Los jugadores de Diego Martínez se quedaron a mitad de camino después de reclamar una evidente mano de Busquets en el inicio de la jugada coronada por el capitán del Barça. Los goles de Messi ya caen a pares, también de falta, una suerte que le resultaba esquiva desde el 16 de julio ante Osasuna. El tiro libre y raso del 10 puso el 0-3 para desespero del Granada, fatigado y desquiciado con De Burgos Bengoetxea.
A falta de hilo y de control del juego, los azulgrana alcanzaron el triunfo desde la contundencia, liderados por el Pichichi Messi: 11 dianas. Tres goles contaron en tres remates al tiempo que no concedieron ninguno después de no cometer una sola falta a pesar de la poca fiabilidad de la zaga dispuesta ante Ter Stegen.
La sustitución del 10
Diego Martínez de nada le sirvieron los cambios porque el Barcelona se aplicó en la posesión del balón y gobierno del choque, menos discontinuo e igual de certero después de que Griezmann cerrara estupendamente, por el control y la definición, un pase de Dembélé. El 0-4 permitió que Koeman diera descanso a Messi y De Jong y concediera unos minutos a Trincão y sobre todo a Riqui Puig. Jugaban los azulgrana con tanta seguridad que ni siquiera permitieron marcar al Granada. Hasta Pedri aprendió a ser selectivo porque el partido no pidió su intervención después de los goles de Griezmann y Messi.
A partir de una alineación estable, el Barça recuperó la autoestima en un escenario tan singular y exigente como San Mamés y mostró que también ha recobrado la confianza ante un rival complicado como el Granada. A la espera de ganar fiabilidad defensiva, Koeman parece haber encajado de momento a los delanteros: marca el 10 y gana el Barça.
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