Leko atosiga a Carlsen y empata las tres primeras partidas, pero pierde la cuarta
Anand y Giri sufren derrotas muy dolorosas en posiciones ganadoras frente a Krámnik y Niepómniachi
Es posible que haya ajedrecistas actuales con tanto -o casi- y sabiduría técnica como Magnus Carlsen. Uno de ellos es el húngaro Peter Leko, quien hoy ha puesto contra las cuerdas al campeón en los tres primeros asaltos. Pero el noruego se zafó, empató y se impuso en el 4º. Él y el ruso Péter Svídler lideran tras la 3ª ronda de las nueve previstas en la liga inicial del torneo rápido Leyendas (Chess24). Otro ruso, Ian Niepómniachi, ocupa la 3ª de las cuatro plazas clasificatorias.
Leko, de 40 años, destacó desde niño por su inmenso talento, y también porque era vegetariano, muy conservador en su estilo y sumamente elegante y cortés con todo el mundo. Siempre se le ha considerado un miembro de la élite, y de hecho fue subcampeón del mundo, frente a Vladímir Krámnik, en 2004, pero su brillo quedó siempre eclipsado por su aversión al riesgo. Esa falta de instinto asesino se ha visto clara hoy.
Como el propio Carlsen ha reconocido después, el magiar debió ganar al menos una de las tres primeras partidas -si no las tres-, y no es fácil comprender qué le pasó en la última, tal como explicó Carlsen: “Por lo que vi en la pantalla, es probable que haya perdido concentración, y eso le ha llevado a cometer un error estratégico grave, que me ha dado posición ganadora. Pero poco antes todo indicaba que íbamos a ir a la muerte súbita”. Leko explicó que apenas había podido dormir por el disgusto de su derrota de ayer ante Svídler, a quien también tuvo contra las cuerdas. “Aun así, he apretado mucho a Magnus, pero su capacidad defensiva es increíble”, ha resumido el húngaro.
Svídler, de 44 años, octacampeón de Rusia, y Borís Guélfand, de 52, subcampeón del mundo en 2012, ya no luchan por estar entre los mejores del mundo. El ruso dedica mucho tiempo a su trabajo de comentarista, y el israelí a su tarea de entrenador de jóvenes talentos de diversos países. Pero la clase y sabiduría de ambos está fuera de toda discusión y se nota, incluso en partidas rápidas. La diferencia principal es la edad, y por eso ganó Svídler, por 2,5-1,5, tras cuatro peleas tremendas.
La desgracia sufrida por Viswanathan Anand es muy dura, incluso para un pentacampeón del mundo de 50 años que ha dedicado 40 al ajedrez. Estuvo cerquísima, dos veces, de producir una obra de arte en el primer asalto con Krámnik. Pero la posición era endiabladamente complicada y difícil de calcular -incluso en una partida lenta- y de rematar con precisión con menos de dos minutos en el reloj. El ruso, cuyos recursos defensivos hasta llevarse la victoria no deben ser menospreciados, hizo gala después de su conocido perfeccionismo: “Ha sido una serie de errores y contra-errores”. Pero esa definición es claramente inapropiada: puede asegurarse, con muy poco temor a no acertar, que esa pelea fue verdadero caviar del mejor para el 99% de los aficionados.
Otra víctima con motivos para darse cabezazos contra la pared es el neerlandés Anish Giri, quien desaprovechó sendas ventajas ganadoras en las dos primeras partidas, que terminó perdiendo. Luego intentó ganar la tercera durante 87 movimientos, pero Niepómniachi resistió bien, hasta forzar el empate, ganador para él (cada ronda se juega al mejor de cuatro asaltos). El ruso se tomó el asunto a broma después: “Mi estrategia en los torneos rápidos por internet es quedar perdido para acabar ganando”. Ya más en serio, señaló que el formato de este torneo es durísimo para los participantes más veteranos: “36 partidas más eventuales desempates en nueve días es algo que no le deseo a nadie”.
Tampoco implica riesgo alguno afirmar que millones de aficionados, y no solo chinos, se compadecen de Liren Ding. Y sus colegas profesionales también, porque todos lo tienen en gran estima, como ajedrecista y como persona. Lo que le pasa no ha trascendido de momento, pero debe ser algún problema personal o psicológico realmente serio, porque su rendimiento está muy debajo del habitual. Eso sí, el ucranio Vasili Ivanchuk aprovechó de manera tan brillante su ventaja en el cuarto asalto que uno de los comentaristas de Chess24, el ruso Alexánder Grischuk, triple campeón del mundo de partidas relámpago, exclamó nada más verlo: “Merece un premio de belleza”. Pero muchos pensarán que ese galardón debe ser para Anand, a pesar de su muy amarga derrota.
Resultados de la 2ª ronda: Leko 1,5 – Carlsen 2,5; Ding 1,5 – Ivanchuk 2,5; Guélfand 1,5 – Svídler 2,5; Anand 0,5 – Krámnik 2,5; Giri 0,5 – Niepómniachi 2,5.
Clasificación: 1º Carlsen y Svídler 9 puntos; 3º Niepómniachi 8; 4º Guélfand 6; 5º-6º Krámnik e Ivanchuk 4; 7º Giri 3; 8º Leko 2; 9º-10º Anand y Ding 0.
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