Nakamura sufre mucho, pero entra en cuartos de final

Con la excepción de Magnus Carlsen, hay pocas diferencias en la fuerza de las estrellas del ajedrez, lo que obliga a los favoritos a estar en muy buena forma para cumplir ese papel. El estadounidense Hikaru Nakamura es el adversario más temible para el noruego en las modalidades rápidas, pero ha estado a punto de ser eliminado en la fase preliminar del torneo Chessable Masters (Chess24.com). Los rusos Vladislav Artémiev y Alexánder Grischuk estarán asimismo en cuartos de final desde el jueves, donde su muy creativo compatriota Danil Dúbov será la gran ausencia. La liga del Grupo B termina este martes.

Es muy probable que Nakamura no haya podido recuperarse psicológicamente de la derrota en la 6ª ronda (1ª de la 2ª vuelta) ante Carlsen. Perder ante el campeón del mundo no es una tragedia… excepto si el golpe es como el de hoy, terrible: el estadounidense ha sido barrido del tablero tras responder a una nueva idea del escandinavo en la apertura con dos imprecisiones que le llevaron a un error en la jugada 15, brutalmente castigado.

Eso duele mucho, porque Nakamura está en un momento dulce de su carrera: en abril perdió ante Carlsen la final del primer torneo del circuito que lleva el nombre del campeón del mundo, a quien derrotó en mayo en las semifinales del segundo (Lindores Abbey), aunque luego cayó ante Dúbov en la final. Y ese dolor debió de influir en que Nakamura no pudiera doblegar con las piezas blancas a Grischuk en la ronda siguiente.

De modo que, a falta de tres rondas, el foco se centraba en si Nakamura, empatado en el 4º puesto con Grischuk, a un punto de Carlsen, lograría clasificarse. Aún tambaleante, el estadounidense estuvo muy cerca de la derrota en la 8ª ronda ante el pujante Artémiev, de 22 años, que impresiona cada día por su ajedrez cristalino, apenas basado en las aperturas y lleno de lógica y excelencia técnica. Pero eso no es nada, comparado con lo que Nakamura sufrió a continuación, en la penúltima, ante el colista, el indio Pentala Harikrishna, quien no supo rematar una ventaja aplastante.

Y así se llegó a la ronda decisiva. Nakamura, con los mismos puntos pero peor desempate que Grischuk, se medía con el muy peligroso Dúbov, quien necesitaba (con un punto más) no perder para asegurarse el pase a cuartos de final, mientras Grischuk se enfrentaba a Harikrishna.

Y Dúbov, quien venía de ser derrotado por Carlsen tras mostrarse demasiado ambicioso en una posición igualada, tomó ahí una decisión de alto riesgo: repetir la variante de la Defensa Siciliana que ya había jugado cinco veces contra Nakamura. Puede casi asegurarse que el entrenador del americano, un ajedrecista aficionado pero muy experto en computadoras, Kris Littlejohn, le llamó durante el intermedio de las rondas 9 y 10 para recordarle que en su arsenal tenían una novedad en la décima jugada. Esa idea de laboratorio salvó al estadounidense de una tarde nefasta: Dúbov no encontró el antídoto con el reloj en marcha y quedó perdido muy pronto.

Pero la desgracia de Dúbov, de 24 años, el flamante vencedor del Lindores Abbey, no terminó ahí. Simultáneamente, Grischuk, triple campeón del mundo de partidas relámpago, encontró el modo de salir de la apertura con mucha ventaja sobre Harikrishna. Y no falló, lo que produjo un triple empate a puntos entre Nakamura, Grischuk y Dúbov, quien queda eliminado porque tiene el peor resultado particular de los tres. Muchos aficionados lo lamentarán, porque el estilo atrevido, profundo y creativo del joven ruso es una magnífica pimienta para sazonar grandes banquetes de ajedrez. Pero la carambola de Nakamura lo ha metido en el agujero de los eliminados.

Clasificación final del Grupo A: 1º-2º Carlsen y Artémiev 6 puntos; 3º-5º Nakamura, Grischuk y Dúbov 5; 6º Harikrishna 3.