Iker Casillas reta a Rubiales

Iker Casillas se enfrentará a Luis Rubiales en las elecciones a la presidencia de la Federación Española de Fútbol, que deberán celebrarse antes de que termine 2020. La Secretaria de Estado para el Deporte, Irene Lozano, debe decidir en breve si los comicios deberán efectuarse antes del primer semestre, como ha solicitado Rubiales, o en el segundo, como marca la ley al coincidir con un año olímpico. El anuncio de Casillas, de 38 años, implicará su retirada definitiva como profesional del fútbol, del que se encuentra apartado tras el infarto que sufrió en mayo de 2019 durante un entrenamiento con el Oporto.

“Sí, me presentaré a la Presidencia de la RFEF cuando se convoquen las elecciones. Juntos vamos a poner nuestra Federación a la altura del mejor fútbol del mundo: el de España”, escribió Casillas en su cuenta de Twitter. “Estamos trabajando con el máximo respeto y decisión en nuestra candidatura. Más de 23.000 electores nos esperan en unas elecciones justas y transparentes. 139 asambleístas decidirán”, prosiguió el todavía portero del Oporto.

En el entorno de Casillas se apunta a los estrechos lazos que le unen con el mundo federativo por su presencia en las distintas selecciones desde que tenía 15 años hasta ser campeón del mundo en 2010 y de Europa en 2008 y 2012 como una de las razones principales que le han empujado a enfrentarse a una empresa que entraña una enorme dificultad porque el candidato oficialista, Rubiales, cuenta con la ventaja de manejar el aparato electoral.

Aún no se conoce el equipo que acompañará a Casillas en su aventura por presidir el fútbol español. Se le ha relacionado con Puyol e Iniesta y ha mantenido contactos con Vero Boquete. También se le ha ligado con la agencia de comunicación que asesora al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero sus responsables lo niegan. La estrategia que seguirá, explican en su entorno, es la de una futura presidencia más dialogante y menos dispuesta al conflicto con las instituciones que la de Luis Rubiales. “El diálogo y la negociación son necesarios”, asegura un colaborador cercano al portero madrileño.

Como icono del fútbol español, Casillas arrasa en las encuestas, pero la popularidad no gana las elecciones en la federación. Tendrá que enfrentarse a un sistema electoral viciado, compuesto por 139 asambleístas —junto al de Rubiales son 140 votos los que deciden la presidencia— controlados en su gran mayoría por los 19 presidentes de las territoriales. La gran mayoría de ellos estuvieron al servicio de Ángel María Villar durante 29 años y no dudaron en abandonarle y traicionarle cuando la Operación Soule (que destapó una red clientelar) forzó su salida de la federación. Al menos siete de estos presidentes territoriales, a los que Rubiales protege y defiende su presunción de inocencia, están investigados en la causa que abrió el juez Pedraz al detectar un sistema corrupto que perpetuó a Villar en el cargo. Rubiales se apoyó en los barones investigados por Pedraz para ganar las elecciones de 2018 al extesorero federativo Juan Luis Larrea. Recientemente, dos de los miembros del Comité de Ética de la federación dimitieron cuando supieron que Rubiales había montado en cólera por abrir expediente a Jacinto Alonso, presidente de la territorial riojana, por su implicación en la Operación Soule. Días antes, Ana Muñoz, directora de Integridad, también había presentado su dimisión.

Apoyo de Tebas y AFE

Esta crisis de ética ha dañado la imagen de Rubiales en un momento en el que tanto la FIFA como la UEFA, después de los asuntos de corrupción que acabaron con los mandatos de Joseph Blatter y Michel Platini, están muy sensibilizadas con la transparencia y el buen gobierno. Estas dos banderas las había izado Rubiales como cimientos de su gestión junto a esta exitosa Copa del Rey disputada a un solo partido hasta semifinales y el cambio de fechas y el formato de la Supercopa.

De salida, Casillas cuenta con el apoyo fijo de la territorial madrileña y de la castellano-leonesa, y hay otras cuatro dispuestas a escucharle. También con el empuje del fútbol profesional, liderado por Javier Tebas, presidente de LaLiga, y el respaldo de ProLiga, los clubes no profesionales que también están bajo el paraguas de la patronal del fútbol profesional. A la suma ha de añadirse el apoyo del sindicato de futbolistas (AFE), presidido por su amigo David Aganzo, con el que coincidió en las categorías inferiores del Real Madrid y de la selección española. Esta la primera vez que un candidato no oficialista cuenta con el apoyo sindical. Tanto Tebas como Aganzo niegan haber sido los impulsores de la candidatura de Casillas.

De momento, la federación guarda silencio al no haberse iniciado el proceso electoral, pero tienen claro que su decisión nace de la mano de Tebas. Rubiales sí ha señalado en varias ocasiones la falta de experiencia de Casillas como gestor.

Cuándo serán las elecciones

Irene Lozano se ha encontrado una patata caliente nada más acceder al cargo de presidenta del Consejo Superior de Deportes: la orden ministerial que establece que los procesos electorales deben efectuarse en el segundo semestre cuando coinciden en año olímpico, como es el caso. Las federaciones, como ha hecho la de fútbol, pueden solicitar un adelanto justificando los motivos. Antes de que se conformara el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ya elaboró un informe negativo al adelanto al no haber encontrado una justificación de peso en los argumentos esgrimidos por la federación, basados en la candidatura para organizar el Mundial 2030 con Portugal. Rubiales ha vuelto a insistir con otro escrito en el que alega a la celebración en septiembre del Mundial de fútbol sala, al que considera que se debería acudir con un presidente ya electo, para poder promocionar la citada candidatura ibérica.

Ante este nuevo escrito, Irene Lozano ha hecho una consulta a la abogacía del estado sobre si el TAD debe valorar esta nueva petición de Rubiales, algo que se da por hecho. Según los opositores a Rubiales, esta ha sido una maniobra para dar tiempo a que se renueven los miembros del TAD. Esta renovación del tribunal deportivo también se ha convertido en un quebradero de cabeza para Irene Lozano, porque dos de sus miembros, Maria Lidia Lozano y Manuel Delgado, se niegan a salir al considerar que aún no han cumplido los seis años en el cargo.

La junta directiva del CSD debía decidir hoy sobre esta cuestión, pero fue suspendida hasta la semana que viene al no haber paridad entre los 10 candidatos propuestos por las federaciones. La oposición a Rubiales también sospecha que este retraso permita incluir en el orden del día su propuesta de aumentar de 19 a 24 los miembros natos de la asamblea federativa, lo que permitiría a Irene Lozano dar el visto bueno al adelanto electoral.