El Villarreal supera al Levante en las áreas

Será porque son mediterráneos y el bondadoso y suave clima invernal de la Comunidad Valenciana invita al goce más que al sufrimiento. O porque el estilo lo marcan los jugadores que forman los equipos, y que sus entrenadores creen que el cómo es tan importante como el fin. Sea como fuere, en el choque entre dos equipos que disfrutan del esférico y el juego, creativos y ofensivos, con un toque hedonista, en ocasiones cándidos, salió vencedor el Villarreal frente al Levante porque le superó en las áreas, el lugar donde se realizan o frustran los sueños.

El conjunto amarillo derrotó al granota porque fue más efectivo, porque tiene una mejor nómina de jugadores que rentabilizaron el esfuerzo con dos goles, concediendo solo uno ante un rival que solo mira hacia adelante con cierto aire romántico y suicida. En un duelo de idas y venidas, el Villarreal tuvo más pegada y orden para quedarse en propiedad los tres puntos que le deja en puestos europeos, para lo que está concebido el club de Roig.

No sorprendió ni la puesta en escena ni el desarrollo del encuentro, con suspense hasta el final. Para lo bueno y lo malo, Villarreal y Levante son lo que son. Cinco saques de esquina consecutivos lanzó el equipo granota nada más iniciarse el encuentro, declaración de intenciones de los de Paco López, con un ideario que no se ajusta al patrón de equipos cuyo objetivo básico es la permanencia. Intentó el Levante sacar provecho de la relajación con la que comienza los partidos el Villarreal que, en un suspiro, en una acción de calidad, se sacudió la tensión y comenzó a fraguar la victoria. Un pase largo de Cazorla fue pinchado por Paco Alcácer, que asistió a Gerard Moreno. El catalán, partiendo desde el extremo derecho, realizó una perfecta diagonal de fuera hacia adentro para enviar finalmente el balón al palo largo de Aitor Fernández. Corría el minuto ocho. Es su décimo gol.

El partido resultaba vistoso, como se preveía entre dos equipos con gusto y tacto. El Levante tuvo su ocasión de inmediato tras un envío largo que dejó a Roger frente a Asenjo, impreciso el delantero granota en el duelo con el portero palentino. El Villarreal supo atemperar el ánimo del rival y del vértigo inicial se pasó a un periodo de sosiego e imprecisiones que se prolongó hasta el descanso.

Una falta lanzada por Bardhi, que desvió con apuros Asenjo, y el posterior saque de esquina que Moi Gómez peinó de cabeza hacia el palo de su propia portería, enchufó al Levante a la salida del vestuario, contestado por Cazorla con un gran disparo de zurda desde el borde del área. A la tercera llegada encontró premio el equipo de Paco López tras un gran centro combado, tenso y raso de Clerc, que cazó en el segundo palo Borja Mayoral tras fallar en el intento de remate Roger.

La reacción del Villarreal fue inmediata. Moi Gómez, desde fuera del área, lanzó un potente disparo de zurda imparable para Aitor Fernández. Al igual que Cazorla, Moi Gómez es ambidiestro, una bendición. El gol tardó cuatro minutos en validarse por un posible fuera de juego de Gerard Moreno en el inicio de la jugada que no existió. El Villarreal, con algún apuro, supo defender el resultado que le deja durmiendo en Europa.