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Hasta que aguante el equipo

El Barça afronta LaLiga y la Champions con la plantilla más corta de todos los contendientes: 18 fichas y el apoyo del filial

Jordi Quixano
Setién, durante el encuentro ante el Granada.
Setién, durante el encuentro ante el Granada.Albert Gea (REUTERS)

Hace dos veranos, Quique Setién, entonces entrenador del Betis, fue de lo más diáfano. “Hemos tenido una plantilla corta que me ha permitido no tener que dejar a muchos jugadores fuera. Pero en otros momentos, hemos tenido que forzar a varios que tenían que haber descansado. Este año, con otra competición y con la idea de aspirar a avanzar más en la Copa, harán falta más jugadores, 22 o 23”, resolvió. Un discurso que no ha repetido en el Barça, quizá conforme con lo que tiene en el filial o poco convencido de su autoridad en un club al que acaba de llegar. “Lo que más me duele ahora, y siempre me ha dolido cuando jugaba, es hacer las convocatorias y dejar a gente fuera. Yo prefiero trabajar con menos porque de esta manera tienes a todo el mundo enchufado. Tener a 20 jugadores, de verdad, a veces es mejor que 25”, argumentó hace una semana. Por entonces, sin embargo, aún contaba con Dembélé –“es un fichaje extraordinario, que seguro que nos ayudará muchísimo”, apuntó-, operado este martes en Finlandia y con la baja en la mano que bien usará el Barcelona para fichar a la carrera. Pero el primer equipo solo tiene 18 fichas, además de Ansu Fati y las apariciones de Riqui Puig y Collado.

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En este mercado invernal, Aleñá fue cedido al Betis como Todibo al Schalke y Wagué al Niza. Carles Pérez fue traspasado a la Roma y Abel Ruiz, del B, al Braga. “Se ha quedado un plantel corto con las ventas y cesiones, vamos un poco justos”, admiten desde el club azulgrana; “teníamos las expectativas de que con Luis, Griezmann, Ansu, Leo y Dembélé podríamos acabar el año para firmar un nueve de verdad y no uno que no nos llenara. Pero con las lesiones, debemos reaccionar”. Ocurre que no sobra el dinero porque por eso no se pudo traer a Rodrigo, Werner o Aubameyang, que eran los escogidos. “Claro que influye”, señalan desde las oficinas de la Ciudad Deportiva; “si lo hubiésemos tenido… ¿dónde estaría el problema en fichar? Pero bueno, contamos con el filial y esta semana o a principios de la que viene se cerrará el fichaje de otro delantero”. Entre Lucas Pérez (Alavés), Loren (Betis) y Willian José (Real) saldrá el nuevo. Lo mismo piensa Setién: “Tenemos un filial para ayudarnos. Les estamos viendo a todos, seguro que si lo necesitamos, nos ayudarán”. Aunque la situación en el B tampoco es para tirar cohetes porque solo hay 17 fichas efectivas, lesionados Hiroki –operado también este martes en Finlandia- y Sarsanedas, además de no contar para nada con Lavinot y seguir sin recibir el transfer de Matheus Pereira. Tanto es así que en el último duelo, frente al Villarreal B, el técnico García Pimienta solo pudo contar con 13 futbolistas del filial, entre sancionados, lesionados y convocados con las selecciones inferiores. Un efecto dominó que no convence a casi nadie.

Para Jabo Irureta, que asumió el banquillo del Betis, Celta, Real, Athletic, Dépor…, hay un fallo de fondo. “Que sean tan pocos puede ser que las finanzas no están tan bien como se dice…”, expone. Una composición que chirría entre los técnicos. “Tener a más de 25 jugadores es una locura. Pero 18 también; siempre puede haber lesiones, que las hay, y es muy complicado que quien entre funcione de primeras si no está en la dinámica”, opina Gustavo Poyet, que ha dirigido entre otros al Sunderland, Girondins y Betis. Así lo ve Miguel Ángel Lotina, que entrena ahora al Cerezo Osaka japonés: “Es un gran riesgo porque siempre hay lesiones. Claro que el Barça tiene La Masia, pero los que suben deben tener el nivel del primer equipo porque de lo contrario las tareas no se hacen bien y a los jugadores tampoco les gusta”. Y Poyet amplía: “Con una plantilla corta pasan dos cosas: los entrenamientos son de más calidad porque con los 18 jugadores es complicado que haya uno malo. Menos cantidad igual a más calidad; pero también ocurre, y no señalo a nadie pero lo he visto varias veces, es que luego sirve de excusa con… ‘Es que no tengo jugadores’. Bueno campeón, ¡tú pediste 18!”.

Por lo que se inclinan por tener más manga. “Creo que lo mejor es un mínimo de 22 jugadores, lo que es doblar los 11 puestos, además de dos o tres jugadores polivalentes. Entre 24 y 25 me parece la plantilla adecuada, y más en un equipo que compite siempre por todas las competiciones”, se posiciona Lotina. “Por mi experiencia, yo quiero 25 jugadores. 22 del primer equipo y tres jóvenes que sigan el ritmo. 25 tíos conmigo cada día, que vivan las charlas, lo bueno y lo malo, que sepan todo”, se suma Poyet. Algo en lo que no acaba de coincidir Irureta: “Para un entrenador es complejo trabajar con plantillas muy grandes. Es duro ver que hay algunos que no juegan… A mí, 19 o 20 me parece bien si luego te puedes sustentar con jugadores del filial”. Aunque añade: “Pero también quiero jugadores que son capaces de actuar en diferentes sitios… Como Scaloni, que lo puse de lateral y me salvó una situación”. Pero más allá de Sergi Roberto, no parece haber demasiados polivalentes en el equipo, acaso De Jong por toda la medular y Ansu en la línea de ataque. Insuficientes fichas, en cualquier caso, si se atiende a los equipos que competirán por la Champions, pues el Madrid tiene 25 fichas del primer equipo, el City se queda en 24 como el Bayern Múnich, y el Liverpool 25 más 3 fijos del filial. Muchos y muy buenos a quienes deberán dar respuesta 18 azulgrana.

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