El Valencia reacciona a tiempo y escala en la tabla

En un partido de claroscuros, el Valencia se sacudió de encima al Celta y sumó su tercera victoria seguida en Mestalla escalando hasta la cuarta plaza a la espera de lo que suceda en el resto de la jornada. Un disparo seco de Carlos Soler desequilibró el partido ante un Celta superior y con más ocasiones en muchas fases del duelo. Octava jornada sin ganar para los celestes que cuelgan del descenso.

Magullado y lleno de tiritas tras los trompazos recibidos en las últimas siete jornadas, en las que no conocía la victoria, el Celta llegó angustiado a Mestalla y dio la talla agigantándose ante el Valencia. Pudo contar con Iago Aspas, su mascarón de proa, indultado por el Comité de Competición, que le retiró la suspensión por tarjetas. El capitán celeste volvió a capitalizar toda la ofensiva del bloque de Óscar García en un permanente movimiento pendular de costado a costado. Aspas es gloria para el Celta. Su equipo depende de él. Tal vez demasiado.

El Celta, un equipo en aprietos, pero respetable por la entidad de sus futbolistas, propuso un partido abierto, notable con el balón y similar al que planteó el Valencia, al que acabó superando en la primera mitad aunque sin amedrentar a Jaume. El Valencia empezó como un tiro con un disparo de Wass que Rubén Blanco, como un portero de balonmano, desvió a córner. El danés, habitual lateral, jugó por delante esta vez. Detrás estaba Ale Florenzi, reclutado antes del cierre del mercado de enero, procedente de la Roma. El italiano, notable en su debut, cerró su banda y se proyectó en ataque recordando su etapa como centrocampista ofensivo. En una de sus subidas golpeó con el empeine y Rubén Blanco, exigido, despejó en otra buena parada. Celades retiró al romano en el minuto 52 tras una falta en la frontal sobre Aspas que le costó una amarilla.

Desnortado por su frustrado traspaso al Barcelona en esta ventana de fichajes y con molestias en su rodilla izquierda, Rodrigo Moreno apareció en el partido en ese momento. Ferrán Torres pasó a la derecha, donde gana en desequilibrio, y el de Río de Janeiro acompaño a Maxi. Nada más salir, un carrerón de Gayà superando rivales dejó solo a Rodrigo delante de portería. El punta, en cambio, muy lento en el control y en la reacción, perdió la ventaja y la posibilidad de disparo. Luego participaría en la acción del gol.

Con el Celta a la carga e insultantemente superior, se abrieron espacios a la espalda de los centrales celestes, un territorio donde suelen salir a cazar Rodrigo y Ferrán Torres. También Gaya, que alimentó a los de arriba de buenos balones. Al Valencia lo lastró el aparente cansancio de Parejo, que lleva dos temporadas y media jugándolo todo.

Maxi Gómez acabó desquiciado. Encerrado en la jaula de tres centrales que había fabricado Óscar García, el gigantón uruguayo, máximo goleador del murciélago, no estuvo cómodo en todo el duelo. Respiró cuando el Celta cambió a dos centrales para ganar el partido y se abrió la puerta de la cárcel celeste, pero Celades lo sustituyó por Gameiro tras un blando cabezazo a portería.

También se desniveló el marcador. Gabriel Fernández erró en un tiro delante de Jaume y Carlos Soler, acto seguido, marcó el gol de la victoria tras un cabezazo de Rodrigo, que saltó más que Aidoo para ganar un centro de Ferrán Torres. El de Foios acabó fundido. El movimiento de Celades de colocarlo en la izquierda en el tramo final y a Soler por la derecha le dio resultado. Los dos canteranos y Rodrigo participaron en la acción del gol.