_
_
_
_
LaLiga Santander jornada 21
R. Sociedad
R. Sociedad
Isak 46'Barrenetxea 57'Portu 81'
3 0
Finalizado
Mallorca
Mallorca

La Real disfruta en la segunda parte

Isak marca ante el Mallorca en el minuto 46 y desbarata los planes del equipo isleño

Jon Rivas
Odegaard pelea por el balón con dani Rodríguez.
Odegaard pelea por el balón con dani Rodríguez. I. Alcoba (GTRES)

¿Para qué jugar bien 90 minutos si con 45 es suficiente? Por supuesto, el planteamiento es ficticio, porque la Real que jugó contra el Mallorca pretendía, al salir al campo, completar una actuación perfecta. Esa es la teoría, pero mandan las circunstancias, y los rivales también, claro. Como apuntó Javier Clemente en una ocasión, el dibujo del equipo antes de comenzar el partido es prístino, pero en cuanto pita el árbitro, los jugadores se empiezan a mover y todo se desordena. Sin embargo, a la Real le bastó la segunda mitad para resolver con suficiencia.

Tal vez por esos intangibles, la Real completó una primera parte lánguida, sin sustancia, con el balón en su poder pero sin argumentos para utilizarlo con eficacia. Le faltó frescura al equipo de Imanol Alguacil, quizá porque Odegaard no encontró el sitio ni los espacios para hacer jugar a sus colegas. Mientras Oyarzabal se afanaba una y otra vez, aunque siempre bien tapado por la zaga mallorquina, el noruego desapareció y se resintió su equipo. En cierta medida, los primeros 45 minutos se parecieron bastante a los del partido que ambos equipos jugaron en Son Moix para inaugurar LaLiga, aunque en aquel choque influyó bastante la ansiedad del debutante, que condenó al Mallorca en los minutos finales.

En el Reale Arena se encontró más cómodo, porque intentaba pensar la Real y a los isleños les bastaba con esperar y dar un zarpazo de vez en cuando. En el minuto 8 llegó el que más apuró a la zaga donostiarra: un disparo durísimo de Agbenyenu que repelió con apuros Remiro y echó fuera de cabeza Budimir en el posterior rechace. El jugador bosnio fue el fielato mallorquín en medio campo, allá donde morían la mayoría de las oleadas donostiarras. La Real llegó a la portería de Reina un par de veces. Oyarzabal se coló en el minuto 23 hasta la línea de fondo, pero no encontró respuesta en sus compañeros que aguardaban para rematar. En el 40, a Isak le cayó un balón de los cielos, pero fusiló con impericia. El Mallorca sufría con moderación, sin apurarse demasiado.

Es posible que su plan fuera el mismo para la segunda parte, pero se le truncó nada más comenzar; en la primera jugada después del saque de centro. Una galopada de Aihen por la izquierda acabó en un pase que descolgó Portu para que Isak empujara a la red. En el minuto 56, Barrenetxea entró al campo por el capitán Oyarzabal, y el primer balón que tocó, lo convirtió en gol, en un disparo duro que golpeó en Fran Gámez y despistó a Reina.

Se desató la Real después de los dos tantos. Los actores principales del ataque txuriurdin desplegaron su talento. Vistieron sus mejores galas, maniataron al Mallorca. Desconcertados por los dos golpes que les mandaron a la lona, los hombres de Vicente Moreno no volverían a levantar cabeza. La Real siguió dando martillazos ante un rival que ya había perdido la fe. Llegó el tercer gol a cargo de Portu, que recogió el rechace de Reina a un disparo de Odegaard. La afición, con ganas de marcha, coreó la de San Sebastián, que el lunes anterior sonó en la plaza de la Constitución. A la Real le sobró la primera parte, pero disfrutó de la segunda como en la fiesta del patrono de hace unos días. Solo faltaron las angulas y las kokotxas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_