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El Badajoz elimina al Eibar y el Rayo Vallecano, al Betis

El Leganés supera al modesto Ebro y logra su pase a los octavos de final, donde habrá seis equipos que no juegan en Primera

Matheus celebra el primer gol del Mirandés al Celta.
Matheus celebra el primer gol del Mirandés al Celta.CDMIRANDÉS

Dos equipos de Segunda B (Cultural Leonesa y Badajoz), cuatro de Segunda (Tenerife, Mirandés, Zaragoza y Rayo) y diez de Primera (Barcelona, Valencia, Real Madrid, Granada, Osasuna, Villarreal, Athletic, Sevilla, Real Sociedad y Leganés) disputarán los octavos de final de la Copa del Rey. Quedarán emparejados en un sorteo que se celebrará este viernes a las 13 horas en la sede federativa de Las Rozas y que determinará ocho emparejamientos que se disputarán la próxima semana. La normativa impide que los equipos que no son de Primera se emparejen entre sí.

La revolución en el formato, con la implantación del partido único, aviva la opción de ver inesperados equipos a estas alturas y lleva a los grandes al límite. Hace un año apenas el Sporting fue el único equipo lejos de la categoría máxima que alcanzó los octavos. Hace dos fueron cuatro los intrusos (dos de ellos, Formentera y Lleida, de Segunda B), hace tres apenas dos.

Entre los invitados que no se esperaban en la fiesta copera reluce el Badajoz, que eliminó al Eibar por 3-1. El actual club representativo de la ciudad se levantó sobre la cenizas del desaparecido hace ocho años. Murió a los 107 años la histórica sociedad pacense y se conformó un nuevo proyecto desde el escalón más bajo del fútbol extremeño. El nuevo club cumple esta campaña su tercer ejercicio consecutivo en Segunda B y otea el ascenso desde los puestos cabeceros del grupo cuarto. Pero la Copa del Rey le ha puesto en el mapa. En la primera ronda superó al Amorebieta, en la segunda al Las Palmas, y en la tercera pudo con el Eibar tras una noche mágica en el Nuevo Vivero, que cantó dos goles en los primeros veinte minutos. El joven lateral ghanés Fobi marcó el primero y forzó el penalti que valió el segundo, anotado por Álex Corredera, un producto de La Masia. Descontó Charles con otra pena máxima antes del descanso y abrió el asedio del Éibar. Pero el Badajoz contestó con otro tanto a veinte minutos del final, un testarazo de Pablo Vázquez.

Avanza el Mirandés

También hubo fiesta en Anduva, donde se forja la intensa relación del Mirandés con la Copa del Rey es, como poco, intensa. Allí cayó el Celta en la prórroga (2-1) para evocar glorias pasadas. En la memoria quedan proezas de un equipo que jamás estuvo en Primera División, pero que en lo que va de siglo había logrado superar en tres ocasiones (2005, 2012 y 2016) los dieciseisavos de final de la competición. Ahora ya son cuatro tras derrotar en su feudo, tras prórroga, al Celta (2-1). Las dos últimas veces que franqueó esos límites el Mirandés se plantó en semifinales, hace ocho años, y en cuartos de final, hace cuatro. El cuadro vigués se une a un elenco de víctimas ilustres que ya engrosaban Real Sociedad, Villarreal, Racing, Espanyol, Málaga o Deportivo. Todos estaban en Primera cuando les superó el cuadro burgalés.

El Celta se enfoca hacia la Liga, donde habita en la zona roja y disputa este domingo un duelo decisivo ante el Eibar. Por eso guardó a alguna piezas en el banquillo y se abocó a un duelo insulso, un partido sin mayor chicha que se abrió cuando al filo de la media hora un saque de esquina acabó en los pies del central Odei Onaindia. Su remate se estrelló en el codo del celtiña Brais Méndez, en una de esas acciones en la que el defensor trata de evitar que le golpee el balón. Se señaló penalti y Matheus lo embocó.

Todo se le nubló al Celta, que tuvo que recurrir a las bazas que guardaba en el banquillo. Óscar García Junyent llamó primero a Pione Sisto, con poco menos de media hora por jugar salió al campo Iago Aspas y después lo hizo Rafinha. El partido cambió como si le diesen la vuelta a un calcetín. Sisto marcó un gol monumental y los celestes tuvieron el pase en una acción de Aspas, que salió enchufado como en sus mejores días, al filo del minuto noventa. El Celta siguió mandón en la prórroga hasta que en el minuto 111 un grosero error de Rafinha se tradujo en expulsión y penalti a favor del Mirandés. Lo lanzó Álvaro Rey y lo detuvo Sergio Álvarez. Pero tres minutos después no pudo llegar a un disparo de Antonio Sánchez que decantó el pase para los locales. Buscó el empate a la desesperada el Celta, lo evitó el meta Limones, el larguero y todo el Mirandés colgado del mismo antes de celebrar el triunfo en un duelo copero que empezó tibia y acabó intenso.

El Rayo pasa en los penaltis

En Vallecas, un gol de Joaquín forzó la prórroga (2-2) cuando el Rayo acariciaba el triunfo. Y el Rayo marcó sobre el límite para evitar el triunfo verdiblanco en la prórroga. Había marcado el central Catena nada más regresar del descanso, pero el veterano emblema del Betis igualó y en el alargue definió Loren Morón para darle ventaja a los andaluces (1-2), que se enfrascaron en un final a cara o cruz en el que marcó Andrés Martín a dos minutos de los 120 para forzar la tanda de penaltis. Joaquín y Tello mandaron sus intentos por encima del larguero y el Rayo no falló (4-2) y jugará los octavos de final.

Donde no hubo sorpresa fue en Zaragoza. Allí superó (0-1) el Leganés el trance de visitar al Ebro en el campo federativo Pedro Sancho: Mereció más, pero le valió con un gol de Jonathan Silva tras remate de Guido Carrillo y error del meta local en la respuesta. Tuvo opciones para sentenciar el cuadro madrileño, pero su modesto rival se ordenó para llevar la incertidumbre hasta el final.

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