Quique Setién: “Solo garantizo que mi equipo va a jugar bien”
El nuevo técnico del Barça señala que el camino para ganar pasa por el buen fútbol y resalta que dará importancia a la cantera
Con chaqueta azul marino y jersey de cuello alto negro, Quique Setién, de 61 años, compareció ante los medios con una sonrisa de oreja a oreja, feliz porque hacía tiempo que sabía del interés del Barcelona por más que no fuera ni de lejos la primera opción. “No tardé ni cinco minutos en aceptar la oferta. Se caía por su propio peso. Todo ha sido muy precipitado y fue una sorpresa cuando me avisaron este lunes. Sabía que podía estar ahí… Pero no pensaba que el Barça se iba a decidir por mí. No tengo un currículo extenso, tampoco títulos y solo he demostrado que esta filosofía me encanta”, señaló Setién.
Así, tras entrenar por la mañana al equipo, firmó el contrato que le vincula como técnico del Barça hasta 2022, se abrazó con el presidente Josep Maria Bartomeu al tiempo que recibía unas palmaditas, se hizo la fotografía en las gradas del estadio junto a su cuerpo técnico –el segundo Eder Sarabia, el entrenador de porteros Jon Pascua y el preparador físico Juan Soto-, y se plantó delante de los micros, acompañado por el presidente y el director deportivo, Èric Abidal. “Es un día muy especial para mí. Afronto este reto con mucha ilusión y trataré de transmitir a los futbolistas el entusiasmo y las ganas, ese querer ganar, esa confianza que tengo. Normalmente no me resulta complicado y estamos seguros de que nos van a interpretar fácilmente. No tendremos dificultad en mantener la exigencia”, resolvió el técnico.
La directiva del Barça decidió de sopetón que con Ernesto Valverde no alcanzaba, resolución descartada después de las dos últimas pifias europeas (Roma y Liverpool) pero reactivada tras los pitos de la hinchada saudí al técnico tras la reciente derrota de la Supercopa ante el Atlético, también basada en la falta de un juego armonioso y dominador que se le suponía por la confección de la plantilla y enmarcada en los futuros actos electorales, pues el nuevo entrenador también supone un auxilio para la candidatura continuista de la directiva. Idea que se fue al traste, sin embargo, cuando Xavi descartó asumir el equipo de forma inmediata, como también hizo Ronald Koeman, comprometido a corto plazo con la selección holandesa y la Eurocopa. Inclinada parte del área deportiva por Mauricio Pochettino, también el presidente Bartomeu, acabó por ser descartado por su rechazo público al club azulgrana –“antes que entrenarlo me iría a una granja en Argentina”, expuso en su día el míster- y al final se acordó fichar a Setién, que coge al equipo líder en LaLiga y ya en octavos de final de la Champions. “No me podía imaginar que me dieran al líder de LaLiga”, expuso Setién; “ayer estaba paseando al lado de las vacas en mi pueblo y hoy estoy en la ciudad deportiva del Barça, entrenando a los mejores jugadores del mundo. Un equipo que jamás voy a poder mejorar porque esto es lo máximo”.
Cruyffista por castigo y convicción, pues como jugador siempre se preguntó cuando jugaba ante el Barcelona y el Dream Team por qué corrían tanto tras el balón sin tenerlo entre los pies, Setién llega ahora al Camp Nou. “Gracias por aceptar el reto. Sabemos que eres un enamorado de Cruyff, y nuestros ideales son compartidos con los tuyos”, expuso Bartomeu. “Yo solo garantizo que mi equipo va a jugar bien. En Las Palmas, en Lugo y en el Betis, el equipo jugaba bien al fútbol. Tenía una identidad. Pero viendo a un equipo que ha jugado bien casi siempre, incluso el último partido que jugó 70 minutos francamente bien con solo a mejorar el meterla dentro… Pero siempre hay cosas a mejorar”.
También se refirió al dibujo táctico –“la filosofía no cambia; el dibujo, puede. No digo que no”, dijo-, y a la cantera: “Los jugadores del primer equipo tienen que tener claro que el talento desde abajo, si se abre paso, es porque realmente se lo merece. Y tengo predisposición absoluta a cuidarlos, porque siempre que aparece uno, da una energía positiva para todos y no permite la relajación para los jugadores del primer equipo. Es un mensaje que he cumplido a rajatabla siempre”.
Setién evidenció que no le temblará el pulso ante la responsabilidad de dirigir al Barcelona. “Tengo mis convicciones y forma de trabajo, y así voy a seguir. Y si hay que morir con ello, moriremos. Mi objetivo es el de ganar todo lo que se pueda ganar. Tratar de conseguir los más títulos posibles, además de jugar bien. A la victoria el mejor camino es el de jugar bien, aunque alguna vez esto no pase”. Para ello, cuenta con Messi. “Ya se lo he dicho a alguno, no solo a Leo, que es especial y único. He disfrutado mucho estos 14 años, sentado enfrente del televisor para ver a este equipo, a estos jugadores que me han hecho disfrutar del fútbol. Ha sido cada día, cada partido”, contó. “No soy consciente de lo que significa entrenar al mejor jugador del mundo y sus compañeros… Pero una cosa es la admiración que siento por ti y luego está la realidad, que Messi, Piqué, Busquets… cada uno tiene que estar en su sitio. Seguro que será una relación extraordinaria con todos porque soy una persona sincera y directa”, apostilló Setién, que ya dirigió este martes por la mañana su primera sesión como entrenador azulgrana, acompañado en las instalaciones por el presidente Bartomeu y la cúpula deportiva con Óscar Grau al frente y la secretaría técnica de Abidal y Planes.
Setién dirigió en el curso 2001-02 al Racing de Santander, club en el que jugó 12 temporadas, y logró el ascenso a Primera. Pasó por el Poli Ejido, el Logroñés, el Lugo y, ya en Primera, dirigió a Las Palmas y al Betis. Ahora será el tercer entrenador cántabro que se siente en el banquillo del Camp Nou después de Enrique Orizaola (1961) y Laureano Ruiz (1976), también el quinto entrenador español que dirige al equipo sin haber vestido la camiseta como jugador, tras Orizaola y Ruiz, además de Luis Aragonés (1987-1988) y Serra Ferrer (2000-2001). Ahora, ha firmado hasta 2022 cuando la idea inicial del club pasaba por seis meses. Y Setién quería ser un proyecto antes de un parche, por más que también hubiera aceptado los seis meses. Pero firma por más tiempo y condiciona al presidente que salga elegido en 2021. “Existe una cláusula de que el presidente elegido puede escoger al entrenador”, matizó Bartomeu.
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