Messi sonríe con Pedri
El jugador canario da sentido al plan de Koeman como tercer volante, se convierte en el mejor aliado del 10 y se presenta como una de las revelaciones de LaLiga
Pedro González López es un joven ciudadano que pasa desapercibido por la calle, difícil de identificar incluso para sus compañeros porque a simple vista no se sabe muy bien si es un estudiante, un trabajador o está de paso por Barcelona. Acostumbra a ser prudente, es muy serio y se comporta de forma tan educada que no hace distinciones de trato, siempre humilde y respetuoso, capaz de tomar un taxi para ir y venir de la faena y entrar y salir de la oficina con una bolsa de plástico de supermercado, tal que fuera un empleado cuya mascarilla delata solo su afinidad con el FC Barcelona. Aquel chico anónimo de 17 años, todavía sin carné de conducir, se convierte sin embargo en Pedri en el Camp Nou y se acaba de estrenar como goleador en la Champions ante el Ferencvaros.
Aunque el 25 de noviembre ya cumplió los 18, Pedri continúa siendo Pedro, igual que en octubre cuando debutó en Europa, como si no tuviera edad por la madurez con la que se comporta, anónimo hasta que pisa la cancha y se convierte en un futbolista especial por su luz e ingenio, agradable para el espectador, elogiado por la crítica, admirado por sus compañeros y querido en todos los departamentos del Camp Nou.
A Pedri le quieren mucho en el Barça, necesitado como está el club de ídolos, especialmente desde la lesión de Ansu Fati, todos pendientes de Messi. Y al 10 parece que le encanta Pedri, sobresaliente en su último partido contra la Real, el punto de encuentro del equipo y una posible solución a las deficiencias estructurales que planteaba la apuesta de Koeman.
Pedri se presenta como el futbolista capaz de dar sentido al juego que pretende el técnico, más dúctil con el dibujo táctico, hoy fronterizo con el 4-3-3 y el 4-2-3-1. El nudo del conflicto estaba en el tercer hombre, el futbolista que ayudara a dar consistencia al centro del campo, capaz de desplegarse como interior y de mezclar igual de bien con los medios que con los delanteros, especialmente con Messi. Y Pedri combina bien en la medular con el mediocentro Busquets y el segundo volante De Jong y se descuelga tanto en ataque como en defensa, como se advirtió ante el equipo de Imanol: participó en la mayoría de acciones ofensivas y evitó un gol de Isak después de fallar en la marca a Portu en el 1-0.
El futbolista bisagra
Acostumbrado a ocupar los distintos puestos del frente de ataque por su versatilidad, Pedri se ofrece ahora como la bisagra del Barça, un equipo que se partía en exceso con el doble pivote, y el socio que buscaba el solitario Messi. Incluso es posible que a veces el 10 se sienta a sus 33 años como en los viejos tiempos y combinaba con Xavi e Iniesta, nada que ver con el pasado reciente en que formaba el tridente con Luis Suárez y Neymar. Ahora Griezmann y Braithwaite son los que se abren a los costados, el francés a la derecha y el danés a la izquierda, para que el rosarino ejerza de falso 9, posición que favorece una mejor defensa y presión, igual que en la época de Guardiola.
Messi ha recibido hasta 47 pases de Pedri en LaLiga, 10 contra la Real, mientras que el argentino tocó 46 veces para el canario durante el campeonato, nueve el miércoles en el Camp Nou. Pedri conecta también frecuentemente con De Jong y Busquets (25) y los laterales, sobre todo Jordi Alba (39). El rasgo que define a Pedri para entender su buena mecánica es su control orientado, bien perfilado para recibir y girar al mismo tiempo, el fútbol que encumbró a los medios del Barça. Un detalle que le distingue de Coutinho. Pedri juega fácil y ejecuta rápido, interpreta las necesidades del partido, da sentido al fútbol y sale por los dos costados, sin excederse en la conducción, dotado de una excelente vista periférica, como si conociera La Masia.
El espejo de Iniesta
Nada es casual si se tiene en cuenta que su ídolo es Iniesta y se familiarizó desde niño con el Barça de Guardiola después de que su abuelo fundara la Peña Barcelonista en Tegueste mientras sus padres atendían una casa de comidas en la que paraban los surfistas llegados a Tenerife. Nunca perdió la modestia, ni en la Unión Deportiva Las Palmas, ni en el Barcelona. Alcanza con saber que se relaciona mucho con Trincão porque el pasado verano llegaron al mismo tiempo al Camp Nou. No olvida sus orígenes de la misma manera que no se equivoca de compañeros en la cancha si se recuerda que su aliado en las Palmas era Jonathan Viera. Hasta que llegó el Barça y José Maria Bakero y Ramon Planes le ganaron por la mano al Madrid.
Los informes de los cómplices del Barcelona en el club canario alertaron a los jefes del Camp Nou mientras el técnico Pepe Mel apostaba por el Madrid. Una nevada impidió que Pedri probara por el club blanco en Valdebebas y acabó por cinco millones más variables en el Barcelona. No parecía un fichaje de “rendimiento inmediato”, como se acostumbra a contar en el Camp Nou. Incluso Koeman habló de una posible cesión junto a Riqui Puig. Ya se sabe que difícilmente puede salir un buen equipo cuando la plantilla está tan mal hecha como la del Barça. No está prohibido, en cambio, que pueda aparecer un futbolista diferente, como pasó por ejemplo durante la presidencia de Joan Gaspart con Messi.
Pedri, que vive con su hermano cocinero, no desesperó sino que se ganó en los entrenamientos la confianza del técnico, la complicidad de sus compañeros y el aprecio de los empleados del Barça. Hoy, un año después de jugar en Segunda, pasa por ser una de las revelaciones de LaLiga. Alrededor de Pedri se ordena el equipo y por momentos hasta se ríe Messi mientras la gente se siente a gusto con Pedro.
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