Cristiano desafía a Messi
El reencuentro de ambos futbolistas protagoniza el partido Barça-Juventus después de que los dos equipos ya estén clasificados para octavos de la Champions
Messi y Cristiano Ronaldo se han citado en el Camp Nou (21.00, Movistar), siempre que accedan sus entrenadores, en un duelo muy clásico y, sin embargo, inédito desde mayo de 2018, cuando el portugués abandonó el Madrid. Las cuitas personales trascienden a las colectivas cuando los intereses de los equipos ya están a salvo, como es el caso del Barça y la Juve, clasificados para octavos de la Champions. A los azulgrana, ganadores en Turín por 0-2, les alcanza la derrota por una diferencia de dos goles para acabar primeros de grupo después de haber ganado los cinco partidos disputados, empresa relativamente sencilla si se tiene en cuenta, además, que no pierden en su estadio desde 2013, 38 partidos seguidos, desde la derrota ante el Bayern. La Juve lleva ocho partidos invicta desde que perdió con el Barça.
Ambos equipos andan con serios problemas en la Liga, sometida la Juve por el Milan —les separan seis puntos— y distanciado el Barça del Atlético en 12, unos números que no se daban en el Camp Nou desde la temporada 1987-1988, la que acabó con el Motín del Hesperia. La tormenta financiera y deportiva no da respiro a los azulgrana salvo cuando enfrentan la Liga de Campeones. El territorio Europa, protagonista de las derrotas más crueles en la historia barcelonista, es un balneario si se compara con su errática trayectoria en la Liga. Koeman busca la manera de equilibrar a un equipo extremista, poco efectivo en el área rival y condescendiente en la propia, protagonista de errores de bulto en Cádiz.
Al técnico le cuesta dar con el mejor equipo porque la plantilla está mal hecha y, además, a su juicio los horarios de los partidos de Liga, la mayoría programados para las 21.00 horas, castigan a los jugadores y favorecen las lesiones como las de Dembélé. Juega el Barça destemplado y desquiciado, falto de extremos y sobrado de medias puntas, demasiado vulnerable defensivamente a la espera de recuperar a Araújo y Umtiti.
A cada partido aumentan los jugadores señalados —De Jong, Lenglet, Coutinho, Trincâo, Alba o Busquets— y los que piden más minutos como Pjanic. El debate se centra, sin embargo, en Leo Messi. “Muchas de las jugadas vienen de los pies de Leo”, argumentó el técnico azulgrana, admirador también de CR. “Es uno de los mejores, siempre marca, lucha y sigue en la élite”, afirmó Koeman.
“Han sido los mejores de los últimos 15 años, es fantástico haberles visto”, prosiguió el entrenador del Barça. “Son diferentes, pero increíbles marcando y ganando títulos. Les admiro, nos han dado grandes noches y espero que podamos disfrutarlos en el Camp Nou”. Cristiano y Messi se han enfrentado en 35 partidos, el rosarino ganó 16 y el portugués 10 y el azulgrana ha marcado 22 goles por 19 del punta de la Juve.
La productividad de Messi, sin embargo, ha menguado, autor de siete goles esta temporada, estéril a balón parado después de 63 lanzamientos, máximo rematador (10) en Cádiz. El partido del Carranza irritó especialmente a Koeman: “Yo no hago teatro; si pierdo estoy cabreado y así se lo dije a los jugadores”, añadió, enfadado por la falta de frescura y por no poder disponer de dos jugadores profundos como Dembélé y Ansu Fati.
Tampoco Pirlo ha estabilizado a la Juve. Ausente Chiellini, hoy confía en la pareja de ataque Cristiano-Morata —el español suma seis goles en la Champions y el portugués es el máximo goleador del torneo con 132— para someter al Barça. Las cifras invitan a una respuesta por parte de Messi, cada día más presionado por los rivales y por su propio equipo, ansioso de un acto de afirmación en una cita como la de hoy.
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