Un médico con una Super Bowl
El jugador canadiense Duvernay-Tardif entra en el Salón de la Fama tras dejar el fútbol americano y luchar contra la covid
Laurent Duvernay-Tardif contribuyó desde la línea ofensiva a que los Chiefs de Kansas City se impusieran a los 49ers de San Francisco en febrero de este año en la final de la Super Bowl. Hace unos días, el Salón de la Fama de la NFL (la liga de fútbol americano) homenajeó a este jugador canadiense de 29 años, pero por sus acciones a raíz de la covid-19. El número 76 de la escuadra rojiblanca ha servido como voluntario en un centro de salud quebequés y renunció a jugar esta temporada por los riesgos del coronavirus.
Varios objetos de Laurent Duvernay-Tardif figuran en una de las secciones del Salón de la Fama (ubicado en Canton, Ohio). En vez de casco, hombreras y un balón ovalado rubricados por el canadiense, los visitantes tienen a la vista una camiseta de enfermero, una bata médica, una visera protectora y una mascarilla utilizadas por el jugador en sus horas de voluntariado. Duvernay-Tardif agradeció el gesto: “Acepto este honor en mi nombre, pero también en nombre de todos los trabajadores de primera línea que han dedicado sus vidas a proteger a nuestras comunidades”.
Newest artifacts to arrive at The Hall: medical scrubs & lab coat of @LaurentDTardif.
— Pro Football Hall of Fame (@ProFootballHOF) November 14, 2020
The starting OG for the @Chiefs in #SuperBowl LIV, he stepped away from his football career this season to utilize his doctorate in medicine to help fight the COVID pandemic.#ChiefsKingdom pic.twitter.com/1wOIxiXBU1
Duvernay-Tardif puso una sola condición cuando fue fichado por Kansas City en 2014: residir varios meses en Montreal al final de cada temporada para terminar sus estudios en medicina en la Universidad McGill, donde jugó en la liga colegial canadiense de 2010 a 2013. Los concluyó a mediados de 2018, convirtiéndose en el primer jugador de la NFL en obtener un diploma en esta disciplina durante sus años en activo; todo esto sin descuidar sus actuaciones en el campo. En 2017, firmó un nuevo contrato con Kansas City: cinco años a cambio de 42,3 millones de dólares (unos 35,6 millones de euros).
Tras la victoria el pasado febrero en la Super Bowl, Laurent Duvernay-Tardif volvió a Montreal. Fue a finales de marzo, cuando la covid-19 comenzó a mostrar su letal fuerza en Canadá, especialmente en la provincia de Quebec. Pocas semanas después, Duvernay-Tardif decidió presentarse como voluntario en un centro de salud de la región de Montérégie, a una hora de la metrópoli quebequesa.
El 24 de julio, el deportista anunció que no participaría en la temporada de la NFL de este año. “Estoy convencido de que el equipo médico de los Chiefs ha puesto en marcha un sólido plan para minimizar los riesgos asociados a la covid-19. Sin embargo, los riesgos persisten y, como futuro profesional de la salud, no puedo permitirme ser un vector potencial de transmisión en nuestras comunidades”, indicó el jugador. “Mi experiencia la primavera pasada en las primeras líneas me aportó una perspectiva distinta respecto a la pandemia y a la presión que ejerce sobre la sanidad. Si debo estar en una situación que implique riesgos importantes será tratando a los pacientes”, agregó.
Como resultado de esta decisión, Duvernay-Tardif cobrará esta temporada 150.000 dólares (unos 126.000 euros) en vez de los millones que le correspondían por el contrato firmado en 2017, una diferencia abismal. El canadiense fue el primer jugador de la NFL en renunciar a la temporada por la covid-19. El jugador colabora en el centro de salud dos días por semana, ya que el resto del tiempo lo dedica a estudiar a distancia en la Universidad de Harvard, tanto en epidemiología como en bioestadística. Y quiere volver a jugar la próxima temporada.
El periodista Adam Teicher describió en ESPN a este médico con un anillo de la Super Bowl como “el hombre más interesante de la NFL”. Teicher subrayaba sus cualidades en el terreno de juego y su pasión por la medicina, pero también ser bilingüe y llevar un estilo de vida marcado por la sencillez. De hecho, los galeristas de Montreal saben que una de las pocas excepciones que hace con la chequera es cuando suma piezas a su colección de arte contemporáneo. También destina tiempo y dinero a la fundación que creó en la ciudad para promover la actividad física entre niños y jóvenes.
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