El Estrella Roja capea el temporal ante un Barça autoritario
Los azulgrana, con Mirotic al frente, dominaron por 22 puntos y encadenan su séptima victoria seguida (76-65)
El Estrella Roja capeó el temporal ante un Barça que empieza a avivar las llamas que durante muchos años flamearon en el Palau. El equipo de Jasikevicius se siente fuerte como hace tiempo que no lo conseguía, desde que se sumió en una larga crisis en 2016 durante el último año con Xavi Pascual. Se recuperó poco a poco. Levantó el listón a partir de febrero de 2018 con Svetislav Pesic. Pero ahora, en el tercer mes con Saras Jasikevicius en el puente de mando, el Barça empieza a sembrar el pánico entre sus rivales. El Estrella Roja fue la víctima de turno, como lo habían sido el Alba de Berlín o el Fenerbahçe. El líder de la Euroliga marcó distancias enormes, se vio apurado por la reacción final del Estrella Roja, pero no tuvo mayor problema para sumar su séptima victoria consecutiva en la competición.
Este Barça es capaz de cerrar el grifo hasta el punto de poner en apuros a sus rivales tan pronto como empieza a botar el balón. El Estrella Roja tardó cuatro minutos en anotar su primera canasta y se fue al descanso con seis puntos. Y eso que en sus filas cuenta con el máximo anotador de la Euroliga El alero estadounidense Jordan Loyd, campeón de la NBA con apenas minutos en los Raptors, pero destacado la pasada temporada con el Valencia Basket, llevaba esta temporada una media de 21 puntos. Pero Abrines y Hanga, con la colaboración del engranaje defensivo azulgrana, dejaron seco a Loyd que solo pudo anotar dos puntos, y desde la línea de tiros libres.
El Estrella Roja tuvo el mérito de reaccionar al final después de una primera parte en que no supo cómo ganar la más mínima ventaja frente a la dinámica y tenaz defensa del Barça. Tampoco consiguió frenar las entradas a canasta de Calathes, casi siempre superior a Langston Hall, ni las ventajas que conseguía el Barça a base de robos de balones, de cargar el rebote ofensivo y, como siempre, beneficiarse de la clase de Mirotic.
Jasikevicius no deja pasar ni una, con independencia de lo que diga el marcador. Sergi Martínez no se salvó de una de las clásicas broncas del entrenador lituano ni tampoco el hombre de moda, Leandro Bolmaro, el argentino del que ya tiene Minnesota los derechos en la NBA, cuando las cosas se pusieron un poco más peliagudas. El Estrella Roja, de la mano de Reath y Langston Hall, redujo su desventaja de 24 puntos (46-22) a 12 (63-51).
Al esforzado cuadro serbio solo le quedaba la esperanza de que el Barça se despistara, se diera un respiro. Pero el bajón del Barça fue pasajero, aunque llegó a causar cierta alarma cuando Terry y Rochestie dieron un último estirón que puso a su equipo a solo siete puntos (69-62). Mirotic volvió a la carga para redondear una vez más una gran actuación con 23 puntos.
Visitar el Palau es sufrir. La añoranza del público, en este caso, se acentúa. El juego que despliega este Barça de Mirotic, Abrines y compañía merecería la recompensa de una afición que anhela acompañar in situ a su equipo. El Barça sumó su sexta victoria este mes con un promedio de casi 20 puntos de diferencia. Un colchón en vista a un diciembre en que le aguardan 12 partidos, el penúltimo, el día 27, en la cancha del Real Madrid.
Barça, 76; Estrella Roja, 65
Barça: Calathes (10), Higgins (7), Abrines (3), Mirotic (23), Oriola (12) –equipo inicial-; Davies (4), Hanga (3), Bolmaro (4), Smits (4), Heurtel (2), Sergi Martínez (2) y Kuric (2).
Estrella Roja: Hall (8), Loyd (2), Lazic (0), Terry (9), Jagodic (0) –equipo inicial-; Rochestie (5), O’Bryant (5), Walden (7), Davidovac (12), Reath (9), Dobric (8) y Simonovic (0).
Árbitros: Lamonica, Panther y Vilius.
Parciales: 19-3, 20-16, 22-22 y 15-21.
Palau Blaugrana.
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