Debutar a los 41 años
Alberto Cifuentes, meta del Cádiz, se convierte en el jugador más veterano en estrenarse en Primera
″Debutar en Primera con 41 años demuestra que me he equivocado mucho en mi carrera. Debería haberlo hecho antes". Son las palabras de Alberto Cifuentes, portero y capitán del Cádiz que a los 41 años y 114 días se convirtió en el futbolista más viejo en debutar en Primera. De paso, en el segundo con más edad en jugar en la máxima categoría después de otro meta, el portero Ricardo López, que también disputó minutos en Primera con 41 años, aunque con algunos días más. “Tengo la piel de gallina”, afirmaba Cifuentes, que llegó al Cádiz en el verano de 2015 cuando el equipo andaluz militaba en Segunda B.
Venía de jugar en la liga polaca, en el Piast Gliwice, su única experiencia el extranjero en una carrera deportiva que se inició el 15 de noviembre de 1999, cuando con 19 años debutó en Segunda División en un Albacete-Mérida (0-2). Cifuentes sustituyó a su compañero Julio Iglesias, expulsado a los 15 minutos de juego.
Cifuentes fue labrando una carrera que alternó la Segunda División y la Segunda B. También formó parte de la plantilla del Mallorca en la temporada 2003-04, en Primera, pero no jugó ni un minuto. Cifuentes jugó en el Dos Hermanas, Mallorca B, Rayo, Murcia y la Hoya en Segunda B. También en el Albacete (su ciudad natal), Ciudad de Murcia, Salamanca y Murcia en Segunda.
En 2015, a los 36 años, le llegó la oportunidad de llegar a Cádiz, en Segunda B. Ha sido en este equipo donde Cifuentes ha encontrado su lugar en el mundo. Desde entonces, ha jugado todos los cursos más de 35 partidos por temporada y ha sido artífice de dos ascensos: en 2016, de Segunda B a Segunda. Este verano, ya con 41 años, de Segunda a Primera. Se convirtió en el capitán del Cádiz y un ejemplo para sus compañeros. Ganó el Trofeo Zamora en 2018 y con el Cádiz jugó las eliminatorias por el ascenso en 2017, cayendo en semifinales ante el Tenerife. Cada año, el Cádiz empezaba como un tiro en Segunda y en su corazón guardaba el anhelo de poder jugar en Primera por primera vez en su carrera. El Cádiz se desinflaba en todas las segundas vueltas y el sueño de Cifuentes se evaporaba. Hasta que este domingo debutó y ganó su primer partido en Primera, en Huesca.¡ (0-2) “Se lo dedico a mi familia, que sabe lo mucho que me ha costado esto”, aclaraba Cifuentes.
Ni el asterisco de Harry Lowe, que según recoge las estadísticas de LaLiga jugó un partido de forma anecdótica siendo entrenador de la Real con 48 años en 1935, podrá amargar el día más especial de Cifuentes.
