Djokovic pide perdón: “Estoy triste y vacío”

Desde el instante en el que esa bola golpeó a la juez de línea y esta se quedó sin respiración durante unos instantes, Novak Djokovic sabía cuál era su destino. Su pelotazo, accidental, le impedía acercarse a Roger Federer y Rafael Nadal, con los que protagoniza una carrera histórica salvaje y llena de curvas. Cuando el jefe arbitral le comunicó oficialmente su descalificación, el de Belgrado volvió a disculparse, estrechó la mano de Pablo Carreño y se marchó descompuesto. Luego, prefirió no atender a los medios de comunicación y abandonó directamente el complejo Billie-Jean King de Queen’s, cuando era media tarde en Nueva York.

Sin embargo, llegado al domicilio privado que ha alquilado en la ciudad, el número uno reaccionó con una nota impecable a través de las redes sociales. Un discurso humano en el que prevalecieron su preocupación por el estado de la mujer a la que golpeó y el arrepentimiento.

“Toda esta situación me ha dejado triste y vacío. He consultado con el torneo y me han dicho que gracias a Dios, la juez de línea está bien. Me disculpo enormemente por haberle causado tal estrés. No fue intencionado. Tan equivocado. No revelo su nombre por respeto a su privacidad”, expuso el campeón de 17 grandes.

“Respecto a la descalificación, necesito reflexionar y trabajar en la decepción que siento ahora mismo, y darle la vuelta a todo y convertirlo en una lección en mi crecimiento y evolución como jugador y ser humano. Pido disculpas al US Open y a todos aquellos involucrados con el torneo por mi comportamiento”, continuó. “Estoy muy agradecido a mi equipo y a mi familia por su apoyo, y a mis fans por estar siempre ahí. Gracias y lo siento mucho”, concluyó el rey actual del circuito.

Carreño: “Las reglas son las reglas”

Antes, Pablo Carreño reconstruyó la secuencia desde su óptica. “No vi el momento en que lanzó la pelota. Estaba mirando a mi entrenador [Samuel López], celebrando el break. Cuando me volví de nuevo, la juez de línea estaba en el suelo porque le había dado en una zona delicada. Les pregunté a colombianos que estaban en el público si la pelota golpeó a la juez de línea y me quedé en shock. Nunca esperé un momento así jugando contra Novak. Así que también fue un momento difícil para mí. Se me hizo largo”, lamentó.

“Después, cuando estaban hablando en la red, solo trataba de concentrarme por si seguíamos jugando. Hacía un poco de frío, así que necesitaba estar listo, por si acaso. Pregunté y finalmente él [Novak] me dio la mano”, continuó relatando el gijonés, que fue tan tajante como la organización respecto al castigo. “¡Claro que creo que esto no fue intencional. No creo que ninguno de nosotros, de los jugadores, haga este tipo de cosas intencionalmente… Es solo el momento. Le rompí el servicio y él lanzó la pelota. Creo que fue mala suerte, ¿no?”, siguió.

“Pero no puede hacer esto. Por supuesto creo que Novak nunca, nunca quiere golpear a la juez de línea, pero las reglas son las reglas. Este tipo de cosas nunca gustan... El árbitro y el supervisor hacen lo correcto, pero no es fácil hacerlo. No se les puede reprochar nada”, sentenció Carreño mientras Djokovic, con una mancha mayúscula sobre su nombre, maldecía en el interior de su vehículo, rumbo a no se sabe dónde.