_
_
_
_
Champions League - octavos - jornada 2
M. City
M. City
Sterling 8'Gabriel Jesus 68'
2 1
Finalizado
Real Madrid
Real Madrid
Benzema 27'

A Guardiola le basta con Gabriel Jesus

El técnico del City sacrifica el control de balón de Bernardo y de Silva, y apuesta por la energía del brasileño para presionar

Gabriel Jesus celebra su gol ante el Madrid.
Gabriel Jesus celebra su gol ante el Madrid.Oli Scarff / POOL (EFE)
Diego Torres

La primera pelota del partido más importante de la temporada fue para el Madrid y la ocupó de un modo desconcertante frente al equipo más desanimado de todos los que ha dirigido Pep Guardiola. El Madrid dio 27 pases en los primeros dos minutos de acción. Sin que lo forzaran con la presión más agresiva posible el conjunto que dirige Zidane no salió del cuarto de campo más próximo a su portería. Benzema dio un toque, Kroos dio otro y Modric otro, y todos los pases fueron hacia atrás. Siempre a los defensas que se repartieron las otras 24 entregas en un largo intercambio alrededor del área propia. De Varane a Carvajal, de Carvajal a Varane, de Varane a Militão, de Militão a Courtois, del portero a Mendy, de Mendy al portero... La secuencia finalizó con un pase largo de Courtois que acabó fuera de banda.

MNCM. City
M. City
2
Ederson Moraes, Cancelo, Laporte, Walker, Fernandinho, Gündogan, De Bruyne, Rodrigo (Otamendi, min. 89), Foden (Bernardo Silva, min. 67), Sterling (David Silva, min. 81) y Gabriel Jesus
RMA Real Madrid
1
Real Madrid
Courtois, Dani Carvajal (Lucas Vázquez, min. 82), Varane, Eder Militao, Ferland Mendy, Casemiro, Modric (Federico Valverde, min. 82), Kroos, Hazard (Jovic, min. 83), Benzema y Rodrygo (Marco Asensio, min. 61)
Goles 1-0 min. 8: Sterling. 1-1 min. 27: Benzema. 2-1 min. 68: Gabriel Jesus.
Árbitro Dr. Felix Brych
Tarjetas amarillas Modric (min. 80)

No fue la forma más ortodoxa de perseguir una remontada. Tampoco las decisiones de Guardiola respondieron al patrón de comportamiento que ha guiado al técnico en los mejores momentos de su trayectoria. Puesto a elegir entre el voluntarioso y el lúcido, Guardiola prefirió al voluntarioso. Situó a Gabriel Jesus en la banda izquierda en perjuicio de Bernardo Silva, tal vez buscando esa cuota de energía que ahora le proporciona el brasileño a la hora de presionar y desmarcarse. Con Jesus por afuera el City perdió continuidad y precisión con la pelota, pero ganó ese ímpetu que sirve para provocar errores en el rival. Le ayudaron Foden cerrando las líneas que conectaban a los centrales con Casemiro y Kroos; y en la otra banda Sterling, aunque el jamaicano fue menos aplicado en estas tareas.

Decían los técnicos del City cuando Jesus se incorporó al equipo, en enero de 2017, que el tren inferior del muchacho les recordaba al tren inferior de Pelé. Le distinguía la potencia. También ese espíritu de sacrificio que alienta a los buenos competidores. A los nueve minutos de partido Jesus hizo lo que le habían pedido hacer y de tanto poner la ficha, obtuvo premio. Su víctima fue el líder circunstancial de la defensa madridista en Mánchester: Raphael Varane.

El exceso de pases entre zagueros, más que convicción en los procedimientos denunció inseguridad. Debió olfatearlo Jesus cuando se lanzó a importunar a Varane dentro del área y el francés, inopinadamente, le intentó esconder la pelota como si no estuviera en su área sino en la contraria. El robo, la entrega a Sterling y el gol consagraron la presión de este City que es, las estadísticas lo evidencian, el menos enérgico de la dinastía que dirige Guardiola desde 2016. Van con lo justo. Sufren desde hace un año una mezcla de agotamiento físico y mental. La crisis de Bernardo Silva —suplente esta vez— es síntoma de algo más profundo que el mal estado de forma de un futbolista. Llamado a heredar el 10 de David Silva, el portugués acabó sentado en el banquillo. Entre Foden, un canterano, y Jesus, un esforzado, le quitaron el puesto en el momento más sensible de la temporada.

La alineación trascendió el planteamiento. El City jugó a ocultar limitaciones antes que a explotar virtudes. Fue menos enérgico en su intento de dominar que de provocar el fallo. Se puso las botas hostigando al eje Varane-Militão cada vez que el Madrid intentaba manejar la pelota desde atrás. Varane acabó tan desencajado que mediada la segunda parte no logró despejar uno de esos balones que son caramelos para centrales.

La pelota cayó llovida del cielo tras un despeje de Rodri. El francés la vio de frente y en lugar de despejarla se dejó sorprender por un bote que el manual aconseja evitar. Cuando se giró para darle la pelota a Courtois —otro pase más al portero— Jesus ya le había leído las intenciones. El brasileño, seguramente el futbolista menos técnico del populoso ataque del City, había aprendido por experiencia. Llegó a la pelota antes que Courtois y se convirtió en el héroe de la noche anotando el 2-1.

Al City de Guardiola, esa maravilla que rendía a los rivales a base de combinaciones vertiginosas, le bastó con mucho menos para pasar a cuartos. Le bastó con soltar al sabueso Jesus.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_