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El aumento de contagios por coronavirus pone al fútbol contra las cuerdas

El brote del Fuenlabrada ya afecta a 28 personas mientras se suspende la final por el ascenso a Segunda B en el País Vasco por un positivo de un contacto de un futbolista

Un jugador contagiado del Fuenlabrada llega el viernes en ambulancia al Hospital Quirón, en A Coruña.
Un jugador contagiado del Fuenlabrada llega el viernes en ambulancia al Hospital Quirón, en A Coruña.M. Dylan - Europa Press (Europa Press)

Entre la inquietud y el estupor, el fútbol español se llena de dudas y miedos en la búsqueda de soluciones para no tener que echar el cierre ante la amenaza de la pandemia. Todas las noticias que se suceden son preocupantes. El brote de covid-19 en el Fuenlabrada, de Segunda División, ha disparado hasta 28 el número de casos confirmados justo al cumplirse una semana del primer positivo detectado y cualquier atisbo de la enfermedad anima ahora a extremar la prudencia. El Portugalete-Sestao que debía decidir este sábado el equipo vasco que ascendía a Segunda B se suspendió tras conocerse que en el entorno más próximo de un futbolista del primer club había un positivo.

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Horas antes el Fuenlabrada había explicado a través de un comunicado que se elevaban a 28 los contagiados en su grupo de trabajo según las pruebas PCR realizadas durante el pasado viernes. Se agregaban, por tanto, 12 infectados más de golpe, ocho de los cuales pasan confinamiento en el hotel coruñés en el que está la mayor parte del plantel y trabajadores del club. Los cuatro restantes están en Madrid y, según el Fuenlabrada, no tuvieron contacto entre ellos desde el partido contra el Elche el pasado día 17.

LaLiga defendió en un primer informe remitido al Consejo Superior de Deportes que el primer infectado del Fuenlabrada no jugó contra el Elche y no tuvo el contacto de al menos cinco minutos que hace saltar la alerta por contagio según el protocolo. Con el aumento de contagiados, las alarmas respecto a ese partido ya son ensordecedoras. Con todo, la plantilla ilicitana ha dado negativo en todas las pruebas que se les han practicado por ahora.

Uno de los futbolistas del Fuenlabrada cumple ya un día internado en un hospital de A Coruña, en estado estable y con sintomatología “no grave”, según describe el club madrileño. El contagio y la virulencia del brote es de tal calibre que dos de los últimos positivos detectados pertenecen a personas que ya habían pasado la enfermedad y tienen anticuerpos.

Además, las autoridades sanitarias de Madrid y Galicia rastrean los contactos más estrechos de jugadores y resto de trabajadores del club. Ya han detectado en ese entorno dos positivos más en Madrid. Mientras tanto, en A Coruña se han realizado pruebas a cuatro personas ajenas al club que hasta el momento no han desarrollado la infección y se controla a varias más. En el área sanitaria de la ciudad, que se extiende por un radio de más de 100 kilómetros, había declarados el pasado lunes 27 casos positivos de covid-19. Sólo con el brote del Fuenlabrada ya hay ahora 20 más y la Fiscalía, a instancias del Ayuntamiento de A Coruña, ha abierto una investigación al respecto.

Pero la crisis es más profunda porque la continuidad del fútbol en España está en duda mientras no haya una solución a la pandemia. El aplazamiento de la final por el ascenso a Segunda B que debían disputar Sestao y Portugalete se decidió apenas cinco horas antes del partido. Las autoridades sanitarias decidieron someter a los jugadores de este último equipo a pruebas y controles médicos.

Dudas sobre el protocolo

El protocolo pactado por LaLiga, Consejo Superior de Deportes y Federación Española de Fútbol para que regresase la competición profesional contempla que un único positivo, como ocurrió el sábado pasado en el Fuenlabrada, no suponía el cese de la actividad para el resto del grupo, pero los últimos acontecimientos dejan al fútbol en paridad con el resto de actividades. La competición profesional volverá, si lo hace, bajo otras normas sanitarias. Y parece complicado garantizar que todas las categorías de Segunda B hacia abajo, y sobre todo el fútbol base, puedan regresar sin riesgo de sufrir un parón en un caso similar al sucedido en Portugalete.

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No es el único jeroglífico que debe resolver el fútbol español, metido además ahora de lleno en un embrollo legal para resolver la temporada en Segunda. Fuentes del Consejo Superior de Deportes asisten entre “la sorpresa y el enfado” a la actitud de LaLiga en un proceso en el que creen que hay errores que reconocer. “El Fuenlabrada no tenía que haber viajado jamás a A Coruña”, zanjan. En el organismo gubernamental consideran que debieron comunicar la situación antes de desplazarse y no están convencidos del argumento de LaLiga de que no informaron del caso para no crear una falsa alarma por un posible resultado erróneo. El CSD aguarda ahora los pasos federativos a través del Comité de Competición, que hasta el martes recibe alegaciones sobre el expediente disciplinario abierto al Fuenlabrada y que, en último extremo, podría significar una sanción que conllevase su descenso.

El Deportivo ha solicitado la paralización de la competición hasta que no se resuelva. De facto es lo que ocurre. El Elche, sexto clasificado a la espera de que el Fuenlabrada juegue en A Coruña un partido que ya parece imposible que se celebre, aguarda una determinación sobre su petición de derrota administrativa de los madrileños para saber si juega la promoción de ascenso. Girona, Almería y Zaragoza que se han clasificado para disputarla están en un incómodo limbo. El Deportivo intenta salvarse del descenso a Segunda B. Todo el fútbol se adentra una vez más en un terreno desconocido.

El camino hacia la salomónica Segunda División de 24 equipos

“Hubo una grave adulteracion de la competición”, coinciden todos los equipos afectados por el aplazamiento del partido de Riazor entre Deportivo y Fuenlabrada, de la última jornada de Segunda, sin que mediase también el parón del resto de la competición. LaLiga puso esa opción sobre la mesa 44 horas después del primer positivo en Fuenlabrada, cuando ya todo eran prisas. La Federación decidió que rodase la pelota en todas partes menos en A Coruña. El CSD asintió y todo ha generado una catarata de impugnaciones.

“Liga de 24, ya”, pide Moisés Israel, presidente del Numancia, uno de los damnificados. El marasmo legal es monumental. El Fuenlabrada, que además (“por causa mayor", alega) viajó sin médico a Galicia, tal y como marca el reglamento federativo, está en el punto de mira por faltas que le darían el partido por perdido e incluso conllevarían su descenso. Pero también sostiene que se desplazaron por orden porque nadie les dijo que no lo hiciesen. En el CSD se declaran perplejos ante la cerrada defensa que LaLiga hace del Fuenlabrada, por encima de otros clubes. El club madrileño apuntó que al llegar a A Coruña sus jugadores se aislaron, pero hay imágenes y testimonios que demuestran que se mezclaron con los usuarios de unas instalaciones deportivas anexas.

El presidente de LaLiga, Javier Tebas, es contrario a una Segunda de 24 conjuntos, pero en la federación ya estudian esa opción salomónica que dejaría a todos satisfechos, incluso a un Fuenlabrada que ha pasado de soñar con la promoción a temer por su categoría en medio de una dramática situación sanitaria. “Cuando lleguemos a ese río cruzaremos el puente”, apuntan fuentes del CSD sobre la ampliación. El camino se está recorriendo.

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