El Antiguoko cambia de bando

Las instalaciones deportivas de Berio, en la zona universitaria de San Sebastián, casi en las faldas del monte Igeldo, sólo tienen un campo de hierba artificial con una tribuna, y otro más pequeño de fútbol 7, pero a los responsables del Antiguoko no les han hecho falta más equipamientos para convertirse en la referencia del fútbol base de Gipuzkoa, y en una de las canteras más prolíficas de España. De su cantera salieron Xabi Alonso, Mikel Arteta, Javier de Pedro, Imanol Agirretxe o Andoni Iraola. En el actual Athletic juegan dos futbolistas que vistieron la camiseta azul celeste del club donostiarra: Unai López y Yuri Berchiche. Y hace unas semanas anunció su retirada otro ilustre de la factoría donostiarra, Aritz Aduriz, recientemente retirado.

Ahora, el club bilbaíno da un golpe de efecto y le arrebata a la Real Sociedad el control de la cantera del Antiguoko, del que ha sido club convenido durante casi veinte años. Según el comunicado de la entidad de San Sebastián, el acuerdo con el Athletic para los próximos diez años se concreta por la intención de “seguir siendo un referente en el fútbol de este país”, y como ya lo hiciera hace dos décadas, “colaborará nuevamente con el Athletic Club. Este acuerdo permitirá al club dar otro paso adelante en las áreas deportiva, económica e institucional, y consolidar el crecimiento estructural que las últimas temporadas viene experimentando”.

Tres semanas después de que expirara el contrato de colaboración con la Real, el Antiguoko cambia de bando y regresa a la tutela de su antiguo mentor.

El fútbol base guipuzcoano está englobado en un convenio que subvenciona la Diputación y reparte la Fundación Real Sociedad, una circunstancia que empujó al Eibar a romper su vinculación hace dos años ya que se veía obligado, por una cantidad ínfima dentro de su presupuesto de Primera División, a ceder a la Real a cualquier futbolista de su cantera. En el Antiguoko, cuyas relaciones con el consejo de administración de la Real Sociedad habían sido bastante tensas en los últimos tiempos, decidieron explorar la vía del Athletic, que facilitó las cosas para llegar a un acuerdo y romper el convenio que le ataba al club principal de su ciudad. El Antiguoko maneja ahora siete equipos federados. Sus tres juveniles están en las máximas categorías —División de Honor, Nacional y Liga Vasca—. Además, dispone de dos cadetes, infantiles y alevines, y una escuela de más de 200 jugadores. Sumados los niños y niñas que participan en los campus, trabaja con alrededor de 800 deportistas. Ahora última la creación de una estructura de fútbol femenino.

La decisión del club donostiarra ha dolido en la Real y ha provocado reacciones por parte del fútbol modesto de Gipuzkoa. Varios clubes han publicado comunicados en los que reafirman su compromiso con la Real Sociedad y repiten que los “valores no se venden”. El Antiguoko, por su política de captación de futbolistas, siempre fue mirado de reojo por los clubes de su entorno, que ahora expresan su malestar.