Casillas anuncia que no se presenta a las elecciones de la Federación: “Quería un proceso electoral justo”

Casi cuatro meses después de anunciar su candidatura a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Iker Casillas, excapitán del Real Madrid y de la selección española, ha anunciado este lunes que cambia de planes. El portero, de 39 años, no se presentará a las elecciones y deja el camino despejado al actual presidente, Luis Rubiales (42 años), el candidato oficialista que cuenta con la ventaja de manejar el aparato electoral y que, como mucho, solo se tendrá que medir a aspirantes residuales, como el exárbitro de Segunda B Antonio Torres.

Casillas ha anunciado su decisión en un comunicado este mediodía en las redes sociales: “El principal motivo que me ha llevado a tomar esta decisión es la excepcional situación social, económica y sanitaria que está sufriendo nuestro país, esto hace que las elecciones pasen a un segundo plano. Creo que es el momento de sumar y no dividir porque el fútbol y la sociedad lo necesitan. En el ámbito deportivo y federativo hay que centrarse en cómo ayudar a jugadores, clubes, competiciones y unas elecciones solo desgastarían y harían que enfocásemos nuestros esfuerzos en algo que hoy no es fundamental". Y añade: “Quería un proceso electoral justo, transparente y realmente participativo, buscando lo mejor para el fútbol español, y en esta ocasión creo que no se ha apostado por ello. Espero que en próximas elecciones se pueda dar, conmigo o con otros candidatos”.

La RFEF, organismo presidido desde el 17 de mayo de 2018 por Luis Rubiales, formalizó el pasado miércoles la convocatoria de elecciones a la presidencia, que se celebrarán el 17 de agosto si este mes se considera hábil por el Consejo Superior de Deportes (CSD) para los comicios federativos. En caso contrario, se celebrarían el 17 de septiembre.

La renuncia de Casillas a participar en las elecciones llega después del adelanto electoral anunciado a principios de marzo por el CSD, presidido por Irene Lozano. El adelanto de los comicios al primer semestre del año, sin embargo, no se llegó a producir debido a la crisis del coronavirus, que ha dejado más de 27.000 muertos en España y paró el fútbol prácticamente durante tres meses. No obstante, la decisión de adelantar los comicios fue mal recibida en el entorno de Casillas –quería más tiempo para preparar bien su candidatura–, aunque este afirmó que seguía adelante con su idea de presentarse. El adelanto también fue criticado por Javier Tebas, presidente de la LaLiga, que manifestó que la decisión no se ajustaba a derecho y adujo dos informes del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). Según el CSD, cuya presidenta debe comparecer este viernes ante la Comisión de Cultura y Deporte del Congreso para informar de su actuación en las elecciones de la RFEF, estos no son vinculantes.

Otro golpe para la candidatura de Casillas llegó el pasado abril, cuando el CSD, LaLiga y la RFEF sellaron el conocido como Pacto de Viana, una reunión celebrada en el palacio madrileño de Viana en la que se acordó que la patronal inyectaría unos 50 millones de euros anuales al fútbol no profesional y al resto de federaciones durante los próximos cuatro años. Casillas, uno de los iconos del fútbol español –además de los éxitos con España atesora cinco campeonatos ligueros y tres Champions League con el Real Madrid–, tendría que haberse enfrentado en las elecciones a un sistema de 139 asambleístas –140 votos, contando el de Rubiales–, controlados en su gran mayoría por los 19 presidentes de las federeciones territoriales, que con el Pacto de Viana ingresarán más dinero en los próximos años. Muchos de ellos estuvieron al servicio del expresidente de la RFEF Ángel María Villar durante 29 años, aunque lo abadonaron durante la Operación Soule, que destapó una supuesta red clientelar que provocó la salida de Villar del organismo. Siete de los presidentes territoriales, a los que Rubiales defiende, están investigados en la causa que abrió el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz al detectar un supuesto sistema corrupto que perpetuó a Villar en el cargo durante casi tres décadas.

El entorno de Casillas, sin embargo, esgrimía como puntos fuertes de su candidatura la relación que el excapitán del Real Madrid tiene con el mundo federativo por su presencia en las distintas selecciones nacionales desde que era un adolescente hasta su éxito con la absoluta, con un Mundial en 2010 y dos Eurocopas consecutivas, las de 2008 y 2012. También contaba con el apoyo de Javier Tebas, presidente de LaLiga, y del sindicato de futbolistas (AFE), liderado por su amigo David Aganzo, con el que coincidió en las inferiores del Real Madrid y de la selección. Esto suponía un hito, pues habría sido la primera vez que un candidato no oficialista contaba con el apoyo del principal sindicato de jugadores. Habrá que esperar en principio cuatro años, hasta las próximas elecciones, para evaluar la fuerza de Casillas si finalmente decide presentarse: el comunicado de este lunes aclara que la renuncia “no es una puerta cerrada al futuro”.