El Mono Burgos se despide del Atlético
El técnico argentino comenzará su carrera en solitario como entrenador tras el final de esta Liga: “Quiero hacerlo ganando la Champions”
Germán Burgos anunció este miércoles su despedida del Atlético de Madrid tras nueve temporadas como segundo entrenador de Diego Pablo Simeone. Su contrato expiraba el 30 de junio, pero seguirá hasta que termine el curso. La separación de la exitosa pareja estaba cantada desde hace meses. El cambio de look con el que se presentó el Mono Burgos al inicio de esta temporada, silueta más estilizada, pelo corto y modernas gafas de diseño, ya respondía al principal motivo de su marcha, su intención de ser primer entrenador. El paso del tiempo, la llegada de Nelson Vivas al cuerpo técnico hace dos temporadas, y la separación en la negociación en los últimos contratos de renovación del clan Simeone también auguraban su marcha.
Esta salida de Burgos supone el adiós de un personaje muy imbricado a las señas de identidad rojiblancas. La guerrillera Thunderstruck de AC/DC que truena en los prolegómenos de los encuentros del Atlético como local está directamente relacionada con sus greñas, sus gorras y su espíritu rockero. La hinchada, siguiendo el orden jerárquico, suele jalearle nada más acabar con sus tributos al Cholo. En estos nueve años, la imagen del Mono, carpeta y rotulador en mano, dirigiéndose a Simeone tras los primeros minutos del encuentro para advertir al técnico de las superioridades que trata de generar el rival o de cualquier movimiento no previsto en la preparación del encuentro, era una señal de cómo y por dónde el Atlético buscaría el éxito en los partidos. “Sé que hasta el último minuto que esté aquí trataré de completar los objetivos. Me quiero retirar del Atlético siendo campeón. Que le quede claro a todo el mundo. Voy a buscar los sueños, como es el que tengo por salir campeón de la Champions”, dijo en un vídeo del club en el que también habló de su relación con Simeone. “Es un amigo que tengo desde hace mucho tiempo, nos entendemos con señas, cabezazos, codazos... Siempre digo que he almorzado y cenado más con El Cholo que con mi familia después de tantos años en la selección argentina y en el Atlético. Nos entendemos con señas y sin señas”.
Frente a esa imagen desaliñada que gastaba, de la que no reniega, aunque trate de readaptarla ahora, Burgos defiende su obsesión por el juego y su trabajo estajanovista en la edición de los vídeos. “Mis pintas quizás no correspondan con mi faceta de estudioso del fútbol”, le explicaba a este periódico en la previa de la final de la Champions de Lisboa, en 2014. Fue el autor de muchas de las jugadas de estrategia en las que el Atlético se apoyó para ganar la Liga de 2014, las dos Ligas Europa (2012 y 2018), o la Copa del Rey de 2013 en el Bernabéu. Durante este tiempo también fue un elemento complementario al carácter de Simeone. Donde este marcaba distancias con los jugadores, Burgos ponía cercanía, bien para aliviar tensiones internas, amenizar los entrenamientos o reclamar más intensidad con una de sus frases preferidas: “Meterle bomba”. De perfil más sosegado, el propio Simeone admitió recientemente que el carácter de Burgos ha sido decisivo como su segundo y cuando le ha tenido que reemplazar por sus sanciones. “Lo conozco desde hace 24 años, nos conocemos demasiado, tenemos muy claro lo que queremos, Hemos tenido la fortuna de que cuando él ha estado al frente el equipo hemos ganado. Es un ganador, las personas que tienen esa energía positiva transmiten esa sensación de tranquilidad, todo lo contrario a mí”. Con Burgos como primer entrenador de banquillo, el Atlético conquistó la Liga Europa de 2018 ante el Marsella (3-0) en Lyon y la Supercopa de Europa, tres meses después, en Tallín, ante el Real Madrid (4-2).
Burgos pretende formarse y consolidar su carrera como primer entrenador para regresar un día al Atlético. Puede, o no, que como sucedió con Simeone, cuando la dirigencia le reclame sea en un momento de apuro para el club. De primeras contaría con los mismos argumentos con los que se contrató al Cholo: es idolatrado por la hinchada y tiene el ADN del club. Mientras tanto, su despedida ha sido muy suya: “Nos vemos en el fútbol”.
Vivas no puede ser segundo
La salida de Burgos, que de momento descarta entrenar en Argentina, deja en el Atlético un hueco por rellenar para el próximo curso porque Nelson Vivas no puede ejercer como segundo entrenador al no tener el título que exigen la UEFA y la Federación. El club, que busca un sustituto para Burgos, se ha encontrado con el mismo problema cuando el nombre del excapitán Gabi comenzó a sonar.
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