La “conspiración” contra Rosell
El expresidente del Barcelona se confiesa en una reveladora entrevista con Jordi Évole
A Sandro Rosell hay que leerle –publica el libro Un fuerte abrazo y antes habló con Cristina Cubero en Mundo Deportivo—, escucharle –concedió en febrero una entrevista a Jordi Basté en RAC1— y sobre todo verle, como se podrá hacer por fin el domingo en el programa Lo de Évole, en La Sexta (21.25 horas).
La mayoría de quienes le han tratado destacan que es en el cuerpo a cuerpo, cuando no utiliza un tono impostado ni institucional, sino que se deja llevar por la conversación cuando mejor se expresa y convence a los que no tienen aún una opinión formada sobre su manera de ser, marcada por los 643 días de prisión preventiva que sufrió en Soto del Real y Can Brians 2.
La cárcel ha cambiado a aquel Rosell empresario, hombre de negocios y de fútbol que escribió Bienvenido al mundo real en 2010. Hoy aparece como una persona más espiritual, mística y austera, tan resguardada que dialoga con Évole de forma intimista y prácticamente a oscuras, como si quisiera pasar desapercibido, empeñado solamente en que se oiga su voz: “Soy inocente”.
Una vez absuelto, quiere saber quién hay detrás –“¿Un fiscal que se levanta un día por la mañana y dice que hoy va a investigar a Rosell de lo que hizo hace 11 años en Brasil? ¿Privadamente? Me cuesta”—, cómo se urdió una “conspiración” a su juicio generada desde que decidió presentar su candidatura a la presidencia del Barça. Antes de acceder al cargo, recuerda, “no tuve ninguna inspección de la Agencia Tributaria mientras que después tuve 72”.
Aunque el punto de partida tiene tono policíaco, sobre todo porque habla de un misterioso sobre con dinero que no se sabe a quién pertenece, Rosell desvela que un “hombre sabio” le anunció que “irán a por ti” en cuanto alcanzara el palco del Camp Nou. El fichaje de Neymar en litigio con el Madrid, el contrato televisivo firmado con Telefónica después de romper con Mediapro y algunas decisiones de la junta que se interpretaron como favorables a los sectores independentistas, como permitir el paso de la Vía Catalana por el Camp Nou, son algunos de los argumentos que habrían jugado en contra de Rosell.
El expresidente azulgrana habla precisamente de política y del futuro de Cataluña, así como también de sus encuentros con presos por delitos económicos en Soto del Real. La misma condición de máximo mandatario del Barça que en su opinión le pudo haber llevado a la cárcel le permitió en contrapartida ganarse buenas amistades entre los presos y la estima del padre Paulino, en quien encontró consuelo en los peores momentos y a cuya fundación piensa donar los beneficios del libro Un fuerte abrazo.
La riqueza, y evidentemente su patrimonio, la domiciliación de su empresa en Andorra o el importe que se cobra por intermediar en el fútbol, son aspectos que Évole plantea a Rosell. Tampoco se olvida de los juicios que todavía tiene pendientes sobre espionaje industrial y por el caso Neymar. Y, por su parte, Rosell recuerda que ha demandado al Estado por daños y perjuicios: “Me conformo con ganar ni que sea por un euro”, insiste. “¿Qué valen dos años de no vida?”, “robados”, se pregunta después de agradecer la complicidad con su socio también encarcelado Joan Besolí.
Nunca quiso pactar, ni desesperó después de que se le negaran hasta 12 peticiones de libertad condicional durante los 22 meses de prisión, porque nunca se sintió culpable a pesar de ser acusado incluso de pertenencia a una banda criminal en una causa que, de acuerdo con su abogado Pau Molins, es “el abuso más grave, injusto y escandaloso de la justicia en España”.
Absuelto de los cargos imputados, Rosell se deja ver ante la cámara de Évole. El programa permite indagar sobre la figura del expresidente del Barça y responde perfectamente a su anuncio: “Fútbol, dinero, cárcel y conspiración. Las 4 ases de LodeRosell”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.