Un Real Madrid a prueba de achaques derrota al Asvel

Euroliga jornada 28

Real Madrid

87 78

Finalizado

Asvel Villeurbanne

En tiempos de achaques el Real Madrid sigue sumando. Los de Laso atajaron a un correoso Asvel Villeurbanne (87-78) y alcanzaron su 22º triunfo en 28 jornadas de la Euroliga. Con sus clásicos al frente (Carroll, Rudy y Felipe), el refuerzo vigorizante de Garuba, la aportación decisiva de Tavares, la aplicación de Laprovittola en la cobertura a un Campazzo fatigado y los puntos silenciosos de Causeur, los blancos resolvieron una noche espesa, tramitada entre la saturación física y mental. A pesar de las bajas (cinco de media en los últimos encuentros), de las exigencias del calendario y del sobresfuerzo de la Copa –“los viajes y las lesiones están exprimiendo al equipo”, contó Laso al regreso de Milán y en vísperas de recibir al conjunto francés- el Madrid vive estos días instalado en su mejor racha de la temporada con 11 victorias consecutivas (seis de Euroliga, dos de Liga y las tres de la Copa), cinco de ellas por 18 o más puntos de margen, con 90,2 a favor y 76 en contra de media. Los blancos, que acumularon cinco derrotas en siete partidos en su crisis de mediados de enero, lo han ganado todo desde el apurado triunfo ante el Baskonia (70-69) en la 23ª jornada europea, hace ya más de un mes. Una secuencia que mejora las ocho victorias del arranque de curso y las otras ocho que sumaron en diciembre antes de caer en el clásico liguero en el Palau. Una obra construida con una plantilla a prueba de erosiones y contratiempos, con recursos inopinados a comienzo de temporada.

Formaron de salida los blancos con Mario Nakic y Usman Garuba juntos en un quinteto para la hemeroteca del lasismo (con Campazzo, Carroll y Tavares). Para Garuba, menor de edad hasta el lunes, era su 14º partido de Euroliga, el cuarto consecutivo de inicio. Para Nakic, que cumplió los 18 en junio, el tercero (en su expediente continental, tan solo cuatro minutos repartidos en los duelos ante Fenerbahçe y Panatinaikos). El pívot madrileño y el alero serbio, canteranos madridistas desde 2013 y 2015 respectivamente, avanzaron puestos en una rotación de 11 piezas lastrada de nuevo por las ausencias (Randolph, Llull, Mickey, Deck y Taylor esta vez) e intercalaron solvencia y ansiedad. Nakic no tuvo más carrete. Garuba sí y acabó gustándose en un final holgado tras las apreturas. Mientras recomponía su engranaje, el Madrid osciló del 7-0 al 9-18, y al posterior 14-25 nada más comenzar el segundo cuarto. Ahí llegaron dos triples consecutivos, uno de Rudy y otro de Causeur, y un alley-oop entre Laprovittola y Tavares y los locales comenzaron a reconocerse en ataque (22-25) con un gran Carroll (máximo anotador, con 19 puntos al final).

Superados los desajuste y con otro sobresfuerzo de Tavares, los de Laso recuperaron terreno rápidamente. La gestión de recursos de Laso marca estos días la presencia continuada de Tavares desde el salto inicial (casi 17 minutos seguidos ante el Armani y cerca de 15 esta vez), la confianza en el relevo de Laprovittola para descongestionar el cuentakilómetros de Campazzo y el protagonismo creciente de Rudy y Thompkins. Ante el Asvel se repitió paso a paso el manual de instrucciones, pero los de Zvezdan Mitrovic aguantaron el pulso con una primera parte muy aplicada. Con los puntos de Jean-Charles y Yabusele (20 entre ambos), los rebotes de Jekiri y la intendencia de Kahudi, el conjunto francés se esmeró en apurar sus remotas opciones de alcanzar el top-8. Solo un triple escorado de Causeur permitió al Madrid llegar por delante al entreacto (39-38, m. 20). Para entonces, las preocupaciones madridistas pasaban por el 8 de 14 en tiros libres, ocho pérdidas de balón y un destemple defensivo que no terminaba de habilitar la fluidez en ataque.

En la reanudación, dos faltas consecutivas de Campazzo trastocaron aún más la dinámica de los locales. El Facu se marchó al banquillo con sus tres personales pero, espoleados por lo que los blancos y su parroquia entendieron como un doble rasero arbitral, llegó un arreón de carácter. Un tapón de Tavares a Kahudi y los triples de Carroll y Causeur salvaron el brete pero no marcaron tendencia. No se inmutó el Asvel que, con su defensa física e intensa, fue angustiando a un Madrid destemplado. “Seguís pensando que vamos a ganar el partido solo porque queremos ganarlo… O prestáis atención o nada”, clamó Laso en un tiempo muerto que resultó una variante de aquel “no se gana solo con la camiseta” con el que el técnico censuró la actitud de los suyos tras la derrota ligera ante el Joventut el 2 de febrero, la última de los blancos hasta la fecha. Funcionó la lasina y, a pesar de una técnica a Rudy, la reacción blanca, cimentada desde la defensa y con el carácter de sus veteranos, transformó el 51-57 del minuto 27 en un 67-63 al final del tercer cuarto. Y, después, en un 74-65 tras un dos más uno de Garuba. Se sumó el canterano al toque de corneta marcado por Rudy, Felipe y Carroll y, con un triple y un mate, alcanzó los 10 puntos y agarró definitivamente la victoria para su equipo.

Real Madrid, 87 ; Asvel Villeurbanne, 78

Real Madrid: Campazzo (2), Carroll (19), Nakic (2), Garuba (10) y Tavares (9) -quinteto inicial-; Rudy Fernández (9), Thompkins (8),Laprovittola (9), Reyes (4) y Causeur (15).

Asvel Villeurbanne: Strazel (11), Berry (3), Kahudi (8), Livio (13)y Yabusele (9) -quinteto inicial-; Lomazs (4), Noua (2), Maledon (12),Diot (-), Lighty (6) y Jekiri (10).

Parciales: 14-20, 25-18, 28-25, 20-15.

Árbitros: Radovic, Nikolic y Fritz.

WiZink Center, 7.019 espectadores.