Vicente Moreno: “Estamos expuestos a lo que quiera Messi”
El entrenador del Mallorca, que ya cuenta con tres ascensos en su carrera en los banquillos, atiende a EL PAÍS antes de visitar al Barcelona
Desde que se sentó en un banquillo, solo conoce el éxito menos en un curso (de los tres que estuvo), con el Nàstic. Desde 2011, suma seis play-offs y tres ascensos. Le idolatran en Xerez —como jugador disputó 412 partidos—, le piropean en Tarragona y le adoran en Mallorca. Es miércoles y como casi cada tarde, Vicente Moreno (Masanasa, Valencia; 45 años) está en las oficinas del club. Sin prisas, atiende a EL PAÍS antes de visitar este sábado (21.00, Movistar LaLiga) al Barça, que no podrá contar con Arthur y Ansu Fati, lesionados.
Pregunta. El propietario del Mallorca, Andy Kohlberg, dijo que aun descendiendo, seguiría en el banquillo. ¿Ha encontrado la estabilidad y la confianza algo a lo que aspira cualquier técnico?
Respuesta. Estoy en un club peculiar porque los propietarios son americanos y entienden la gestión de forma diferente. Si tienen las ideas claras y creen que eres la persona idónea, no solo te valorarán por un resultado final. Eso, claro, da estabilidad.
P. ¿Cree de verdad que si el equipo está abajo le mantendrán?
R. Ahora estamos abajo, aunque no en zona de descenso. No sé, no tengo motivos para pensar lo contrario. Hasta ahora, todo lo que han dicho lo han cumplido.
P. ¿Y confía en sí mismo?
R. Totalmente. Es muy importante confiar en tu trabajo y en la gente que trabaja contigo. Somos un cuerpo técnico y estoy rodeado de los mejores profesionales. Y debo respetar su trabajo porque el preparador físico, por ejemplo, ha estudiado eso. No puedo pretender saber más. Y si uno sabe de eso en concreto, pues se habla. Cada uno debe tener su parcela y sentir que decide.
P. ¿Pero es de los que escriben a su segundo por el móvil a las tantas de la mañana cuando se le ocurre una idea?
R. No, eso no. Pero sí que las ideas más lúcidas y las soluciones me vienen de noche. Me las apunto, porque me olvido, y al día siguiente lo hablamos. Es importante escuchar a todos, te hacen ver las cosas de forma diferente.
P. ¿Qué es lo que más le gusta y lo que menos de entrenar?
R. Lo que menos que todo el mundo se cree que sabe más que el entrenador. Y eso, en otras profesiones, no pasa. Y lo que más… El día a día, saltar al terreno de juego que es lo que he hecho desde crío y lo que seguí haciendo como jugador. Es que el fútbol no deja de ser un juego y tengo la fortuna de jugar todos los días. También me gusta que mi equipo traslade al césped las ideas, que adviertas a un jugador sobre algo y luego ocurra, y que tengas la misión de sacar lo mejor de cada uno porque al final el técnico es un provocador de rendimiento.
P. ¿Con esos objetivos, uno puede ser amigo del jugador?
R. No sé qué palabra ponerle. Se tiene que tratar a todo el mundo bien. No digo igual porque a tus hijos los tratarás a cada uno en función de cómo es. Se trata de darles lo que necesiten y anteponer lo personal a lo deportivo.
P. No le va mal la fórmula…
Todo el mundo se cree que sabe más que el entrenador”
R. Me considero una persona con suerte que trabaja mucho. Estoy contento de la trayectoria.
P. ¿No es que no sabe perder?
R. Me cuesta mucho, lo reconozco. Sé que hay que aprender y ser deportista, pero no tengo un buen perder. No me ha gustado nunca y me come por dentro. Me siento mal y siempre tengo ganas de que llegue el siguiente partido. Hasta he tenido discusiones con mi mujer porque hacía trampas a los niños para ganarlos al parchís. No me siento orgulloso…
P. ¿Y cuándo se siente orgulloso con su equipo?
R. Cuando es reconocible a tu idea, cuando transmite valores y una forma de jugar, más allá del triunfo o la derrota.
P. Su equipo, sin embargo, no tiene una única idea, acumula varios registros.
R. Eso intento. Por eso no me gusta que me encasillen. En un partido hay diferentes situaciones y se trata de que los jugadores se adapten a todas.
P. ¿Tiene referentes?
R. No soy de muchos referentes. Me gusta lo bueno de cada casa. El juego posicional y la presión tras pérdida de Guardiola, el repliegue y la defensa del Atlético de Simeone, la verticalidad del Liverpool de Klopp, los ataques rápidos de Mourinho… Quedarse con uno sería un sacrilegio.
Perder me come por dentro. Hasta hago trampas al parchís a mis hijos”
P. ¿El fútbol está derivando hacia el Kloppismo?
R. Como ganador de la Champions, es normal que lo cojamos como referencia. Lo que sí se da ahora es que se trabaja más lo físico y hay más atletas. Nada que ver a cuando yo jugaba. Ahora se mide y se estudia todo al detalle.
P. ¿Ha estudiado ya al Barça?
R. Aunque he hecho el mismo trabajo de siempre, hay que estudiarlo poco porque, como al Madrid, lo conoces al dedillo.
P. ¿Cree que no están bien?
R. Tienen al Balón de Oro, pelean por LaLiga, ha pasado en Champions y en la Copa peleará hasta el final. Son tan buenos que no les veo un mal momento.
P. Los rivales cada vez le presionan más arriba al Barça. ¿Le gusta la idea?
R. ¿Y cómo quedan esos rivales? No hay fórmula para ganarle a no ser que sea tu mejor día, que ellos tengan el peor y que, además, tengas suerte. Y aun así, la mayoría de las veces pierdes. Tenemos que ser nosotros con la idea de minimizar sus muchísimas virtudes.
P. Y falta por entrar en la ecuación Messi…
R. Estamos expuestos a lo que él quiera que pase durante el partido. En broma decimos por aquí que a lo mejor es mejor mantenerse con resultado igualadito para que no se enfade antes de tiempo… Messi son palabras mayores.
P. ¿En qué momento están?
R. Estamos bien. Deberíamos tener más puntos por merecimientos, pero debemos tener los pies en el suelo. Somos unos recién ascendidos con un límite salarial que nos pone los últimos de la fila con diferencia. Pero estoy convencido de que nos salvaremos. Si uno quiere algo tanto, no te lo garantiza, pero te acerca al objetivo.
El técnico que charla con los aficionados tras los partidos
La directiva del Mallorca, propietaria de los Phoenix Suns de la NBA, decidió implantar durante el curso pasado una medida distinta en LaLiga, toda vez que permite a sus aficionados —previo pago— que se queden a las ruedas de prensa tras los partidos en casa para después conversar con el técnico y algún jugador. "Sí, hay una zona VIP y de catering,donde los jugadores y el cuerpo técnico vamos para poder convivir con los aficionados", explica Moreno; "sé que no se suele ver con buenos ojos, pero a mí me parece que está bien porque soy de escuchar y porque quién sabe, quizá también te hacen mejorar".
Hasta ahora, en cualquier caso, los mensajes que recibe suelen ser positivos. “¡Normal!”, dice en broma; “porque los puntos de momento los sacamos en casa. En cualquier caso, siempre es gente muy respetuosa”.
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