Robles sostiene al Betis ante el Mallorca
Sufrido triunfo del equipo verdiblanco en un duelo marcado por las facilidades defensivas de ambas escuadras
Un Betis de dos caras se llevó su primer triunfo de la temporada fuera de casa. Fue en Son Moix, donde realizó un buen primer tiempo y luego fue un dolor en defensa. El Mallorca, gafado frente a la portería andaluza, cuajó una gran segunda parte, en la que desarboló a un Betis incapaz de defenderse y, al mismo tiempo, muy fallón en los claros contragolpes que dispuso para cerrar el choque. Los de Rubi jugaron a ratos de manera estupenda, aunque su desidia defensiva en la segunda mitad le pudo costar muy caro. El Mallorca, valiente, le metió en muchos apuros y mereció el empate. El Betis se agarró a la gran actuación de su portero Robles. Las dos paradas realizadas frente a Raíllo y Lago Junior condenaron al Mallorca y revitalizaron la figura de un portero que cuajó una enorme actuación. El Betis se puso 0-2 en la primera mitad gracias a la astucia y la puntería de Fekir, siempre bien ayudado por el talento de Joaquín y Canales.
El Mallorca, un flan, concedió una barbaridad, algo que no cuadraba con la contundencia con la que juega en su estadio. El Betis recordó, por momentos, al de cursos pasados a las órdenes de Setién. Todo lo bueno que apuntó quedó en parte empañado por su mala organización defensiva en la segunda mitad, donde fue superado una y otra vez por el Mallorca. Robles fue el salvador de un equipo que respira al obtener su segundo triunfo seguido. El Mallorca, sin gol, está condenado a sufrir. Tampoco puede permitirse regalar el primer tiempo con un rival que cuenta con elementos de mucha calidad. Luego, cuando llegó a la portería andaluza, falló goles de todos los colores. Eso, en Primera, te acaba condenando.
El Betis, por momentos, disfrutó en la primera mitad. El curso, marcado por la acusada transición en el banquillo entre los estilos de Setién y Rubi, estaba siendo demasiado tormentoso. Las victorias llegaban con mucho suspense y el ánimo de los futbolistas añoraba triunfos como el conseguido ante el Mallorca. Todo rodó a favor del Betis desde el minuto tres. Por ejemplo, el nerviosismo de un equipo que había hecho de sus actuaciones en Son Moix la base de sus 14 puntos. El Mallorca, un flan, dio malos síntomas desde que a los tres minutos Raíllo le regaló un balón a Fekir que no fue gol de milagro. El Betis se encontró además con la falta de inteligencia de Baba en el área. Fekir, un pillo, le robó la cartera y el centrocampista le pisó para cometer un ingenuo penalti. Joaquín lo convirtió con maestría y el Betis, por fin, gozaba de superioridad y espacios para desarrollar su indudable talento. Especialmente la línea formada por Joaquín, Fekir y Canales, que actuaron con mucho criterio. Sin embargo, el buen juego del Betis del centro del campo en adelante no ocultó algunas lagunas defensivas que el Mallorca estuvo cerca de aprovechar. Robles sofocó la rebelión insular con dos buenas paradas. En especial a disparo de Febas desde dentro del área. El conjunto verdiblanco ya dio señales de su escasa prestancia defensiva, que aprovecharía luego el Mallorca.
El Mallorca no jugaba mal, pero su falta de contundencia en las áreas es un asunto muy perjudicial para sus intereses. Después de que Joaquín dibujara dos buenas acciones, fue Fekir el que le mostró al Mallorca cómo se cierran los partidos. El campeón del mundo se sacó un disparo seco en carrera que sorprendió a Reina, quien no esperaba el lanzamiento. El gol fue un golpe fuerte para el Mallorca, que comenzó a ser espectador de las buenas combinaciones de un Betis que recordó al de los tiempos de Setién. Ese Betis como en Son Moix con una defensa de tres centrales y una productiva posesión de balón.
Vicente Moreno se la jugó. Ordenó una presión muy adelantada y metió a Lago Junior, muy insistente en su banda. El buen Betis se esfumó, sobre todo en defensa. Perdió toda la intensidad y sus futbolistas dieron muestras de estar completamente descolocados. Es un equipo que acusa mucho la ausencia de físico en su centro del campo. El Mallorca fue acumulando llegadas y ocasiones con un Betis que no se enteraba de lo que ocurría en el campo. Guardado le hizo penalti a Dani y Lago Junior marcó. El Mallorca se comió al Betis, con intensidad y velocidad, aunque su repertorio de ocasiones falladas fue impresionante. También las tuvo el Betis, sobre todo en un gran pase de Fekir a Loren que el canterano envió a fuera con todo a favor. El partido, sin control, se convirtió en carrusel de ocasiones para uno y otro equipo. Robles estuvo inconmensurable y sostuvo a este Betis al que todavía le queda camino para ser fiable. Ganó, sin duda, disfrutando por momentos, aunque su falta de solidez también asustó. Sufrió demasiado ante este entusiasta Mallorca que se estrelló contra Robles y su ausencia de puntería.
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