El City gana con la posesión de balón más baja de un equipo de Guardiola
El Chelsea arrebata la pelota al vigente campeón, que no pasa del 46,7% de tenencia. Solo en cuatro partidos los conjuntos dirigidos por el catalán tuvieron menos control que el rival
El cambio de Rodrigo por Gundogan en el minuto 53 señaló al medio del campo y al medio del problema. Guardiola sustituyó al mediocentro español, que se fue expresando su disgusto entre muecas. El partido iba 2-1 y el Manchester City no solo no acababa de dominar la situación. Tampoco recuperaba la pelota. Se la arrebató el Chelsea de Lampard en un duelo agotador para los jugadores y entretenido para los hinchas del Etihad, perplejos ante una situación extraña. Ganó el City gracias a una proeza del inestable Mahrez, autor del gol definitivo. Pero en el proceso dejó señales tan inusuales como alarmantes. Agüero, lesionado, se sumó a una lista de bajas que poco a poco ha desgastado el funcionamiento del equipo, especialmente en defensa.
La victoria del City ante el Chelsea reflejó un dato histórico. Por primera vez en su carrera como entrenador Pep Guardiola asistió a un partido en el que su equipo no superó el 48% de la posesión del balón: se quedó en 46,7%. Solo en cuatro oportunidades los equipos dirigidos por el técnico catalán habían tenido menos balón que sus rivales. Con el Barça ocurrió una vez, contra el Getafe, en 2010 (49,2%); con el Bayern una vez ante el Dortmund en 2015 (49,9%); y en la Premier, el Liverpool le había dominado desde la posesión en enero de este año (49,6%). No había más precedentes. Paradojas del fútbol: la pérdida de la posesión atenta contra la identidad de los equipos de Guardiola, pero Guardiola nunca perdió un partido en el que perdiera la posesión. Tampoco este sábado fue derrotado por el Chelsea, que se hizo con el 53% de la pelota en juego.
Casi nada en los equipos de Guardiola se explica con una lectura unidimensional. Defensa y ataque son una misma realidad. Frente al Chelsea, el City perdió el balón porque defendió sin el orden que caracterizó su juego la temporada pasada. Las transiciones han sido la clave de todos los planes de Guardiola desde hace años. La gran obra del técnico español ha consistido en dar varias vueltas de tuerca a maniobras apenas desarrolladas por sus colegas hasta que él comenzó a poner el foco en esos segundos que se suceden a cada pérdida de la pelota. Entre 2017 y 2019 el City monopolizó la Premier porque no dio tregua en esos instantes de vértigo. Fue implacable porque perfeccionó una maquinaria que se activaba con Laporte y se prolongaba con Fernandinho en una sucesión de anticipaciones que ayudaban a ganar tiempo a cada jugada y permitían a todos los compañeros ocupar el campo de forma eficiente. La lesión de Laporte en la rodilla derecha, en septiembre pasado, deshizo la armonía. Entonces los rivales comenzaron a gozar de más segundos para pensar.
El 1-0 del Chelsea expuso el desarreglo. Primero, porque Kovacic tuvo tiempo para medir el pase. Ni Mahrez ni De Bruyn llegaron a molestarle lo suficiente. El croata levantó la pelota rompiendo líneas y la entrega de 30 metros encontró un hueco a la espalda de los centrales. Ahí acudió Ngolo Kanté. Sí, el que fuera uno de los mediocentros defensivos más destacados de los últimos años, campeón mundial y dos veces campeón de Inglaterra oficiando de pivote. Esta vez exhibió una nueva habilidad: el desmarque en profundidad. En el Etihad atormentó a Rodri moviéndose al espacio. Acompasado a las combinaciones de Jorginho, Pulisic y William, el francés y sus compañeros hicieron estragos en los espacios inusualmente amplios que se abrieron entre las líneas del City, obligado a ir y venir de campo a campo, demasiadas veces con retraso.
“Nos enfrentábamos a un superequipo”, dijo Guardiola en DAZN, tras el partido, en referencia al Chelsea. “Es un equipo muy físico, muy fuerte, muy duro. Jorginho, Kanté y Kovacic son muy buenos. Te roban la pelota porque intuyen el pase. Sufrimos al principio pero nos recuperamos. En el descanso hemos corregido la presión que no lo hacíamos bien. Nos hemos ajustado un poco mejor”.
El 1-1 de De Bruyne, de rebote tras un contragolpe; y el 2-1 de Mahrez, después de escabullirse entre Kovacic y Emerson y meter el tiro entre las piernas de Tomori, aseguró la victoria en una tarde muy fatigosa para el vigente campeón. El resultado permite al City seguir a nueve puntos del líder, el Liverpool, que se impuso en campo del Crystal Palace.
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