Juicio a Piqué
El central, cuestionado por compatibilizar la exigente agenda de la Copa Davis con el Barcelona, estará ante el Leganés bajo la lupa del aficionado
Pulgar arriba o pulgar abajo. Ese es el veredicto que aguarda a dar el aficionado del Barça, también el vestuario y el técnico Valverde, sobre Gerard Piqué y su próximo encuentro en el foso de los leones del Leganés (13.00. Movistar LaLiga). Más que nada porque se le acusa de estar distraído con la organización de su Davis Cup, poco enchufado en un equipo que no late como antaño sino al que se le ven las costuras con demasiada frecuencia. Argumentos que refuta el jugador, que siempre se rigió por una frase que leyó en una ocasión al gurú de Wall Street, el empresario multimillonario Warren Buffet. “Era algo así como nunca inviertas en un negocio que no puedes entender, pero ve hasta el final en lo que creas”, cuenta Piqué. Eso ha hecho con el tenis.
“Y, desde que tiene uso de razón, con el fútbol”, remarcan desde su entorno familiar. Pero la memoria en el balompié es efímera y los logros se quedan en muescas mientras se compite de pie o hasta que no se da la cita por antigua. Por lo que el runrún del Camp Nou es creciente, si bien nadie duda de su condición de culer ni de su amor por el escudo. “Es tan inteligente que sabe que se juega mucho en los próximos partidos. Seguro que es el mejor contra el Leganés”, resuelven desde los despachos del área deportiva. “Sus mejores respuestas se dan en los paridos más importantes y exigentes”, añaden desde el vestuario. “He hablado con él sobre este asunto. Lo veo centrado, pero sí que tiene que hacer cosas al margen del fútbol. Si no está centrado, jugará otro. Curiosamente, a los jugadores se les achaca que solo saben jugar a fútbol y con él ocurre que se lo echan en cara”, se sumó Valverde.
Hace unas pocas semanas, Piqué fue llamado al orden por el presidente Josep Maria Bartomeu, enfurruñado porque el futbolista había criticado la política de comunicación de la directiva con los medios a raíz de un artículo en Mundo Deportivo en el que se señalaba la incontestable jerarquía del vestuario en el club. “Sabemos cuáles son los diarios afines y quién escribe cada artículo. No nos queremos enfadar, nuestra intención es rendir en el campo y ganar títulos”, replicó el central azulgrana. Días más tarde, reunidos en el despacho presidencial y sin crispación alguna, se zanjó el asunto con escasas palabras y la advertencia de que no lo volviera a hacer, por más que con los días revelara que el vestuario estaba dispuesto a cobrar a plazos con tal de que regresara Neymar este verano.
Artífice de que Rakuten firmara un acuerdo de patrocinio con el club y embajador de la marca Barça allá por donde pisa, Piqué no ha tenido desde entonces más conflictos internos con el club, por más sigue estando en el ojo del huracán, exigido como está a doblar su agenda porque además de futbolista es un empresario de éxito, capaz de reinventar la Copa Davis que está en juego. Lo que conlleva un trajín de viajes de ida y vuelta por el puente aéreo, desayunos en la ciudad deportiva del Barça y cenas en la Caja Mágica de Madrid, y un montón de suspicacias del hincha que le reclama que cumpla el contrato azulgrana a tiempo completo y no a tiempo parcial. “Cuanto más hago este tipo de cosas, más motivación tengo en el terreno de juego”, se justifica el futbolista; “rindo mejor haciendo muchas cosas que no haciendo nada”. Pero a nadie se le escapa que el partido ante el Leganés es todo un examen para Piqué, quien tampoco ha estado fino en los últimos envites del equipo.
Volcado como está en su proyecto de la Davis, Piqué tiene en la planta -2 de la Caja Mágica un despacho presidencial donde concierta las reuniones de peso, como la que hizo con Hiroshi Mikitani, fundador de Rakuten y socio suyo, con sponsors e inversores potenciales para el futuro, y hasta con Rafa Nadal y Novak Djokovic para pulir el torneo en futuras ediciones y, de paso, ya que están en el consejo de jugadores de la ATP, reforzar la idea de que solo se haga la Davis y no la ATP Cup. “Su agenda es de locos porque le gusta estar encima de todo, porque es detallista y porque sabe lo que se hace”, cuentan desde Kosmos. Tiempo, en cualquier caso, que comparte con el Barça. Aunque a buen seguro que su participación en el duelo benéfico de Cartagena le dio manga ancha para poder cumplir con todas sus responsabilidades. Así, cogió vuelos de ida y vuelta del domingo al miércoles para acudir a los entrenamientos del equipo –no se ha perdido ninguno- y para controlar su torneo, aunque no se ha movido de Barcelona en los dos últimos días, consciente de que tiene partido este mediodía.
Pero es que Piqué siempre necesitó tener estímulos externos, alegre, inquieto y competitivo como es. “Duermo cuatro o cinco horas al día”, convino en un reportaje para EL PAIS Semanal. Aunque se retractó después en una entrevista que dio desde la Caja Mágica, entonces con unas ojeras más que evidentes: “Quería decir que algún día duermo esas horas, pero en líneas generales y sobre todo cuando tengo partido, duermo 10 horas y también hago siesta de otras dos horas”.
Lo cierto, sin embargo, es que nunca fue un dormilón porque en Manchester, todavía imberbe, le llamaban la atención por salir de discotecas –algo que no se le escapaba a Sir Alex Ferguson, con línea directa con los porteros de los establecimientos-, en Zaragoza se enganchó a la NBA –gusto que mantiene y que le acompaña por las noches cuando repasa las cuentas y las estrategias empresariales de Kosmos, de Natrus (empresa de hamburguesas), de eFootball de Konami, de las gafas Kypers…- y en Barcelona el reloj le juega en contra cada día porque además de futbolista y empresario, es padre y amigo. Pero hasta ahora nunca hubo un problema de compatibilidades y todo lo que hacía Piqué tanto dentro como fuera del campo le iba de maravilla al Barcelona. Ya no parece tan claro. Por lo que se le pide que responda para que el Camp Nou levante el pulgar.
Araújo y Morer, novedades en la convocatoria azulgrana
Una lesión de Lenglet, que sufre molestias en el gemelo de la pierna izquierda, le dejó fuera de la convocatoria para el partido de este sábado entre el Leganés y el Barcelona. Ernesto Valverde incorporó a la lista al central uruguayo del filial, Ronald Araújo, y también al lateral, Dani Morer. Todo apunta que, de inicio, la pareja de centrales ante el Leganés será la formada por Piqué y Umtiti.
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