Ricky encabeza una fiesta de homenaje a Chicho Sibilio
España salda su quinto partido de preparación para el Mundial con un triunfo sin oposición ante la República Dominicana y significativos progresos estratégicos (102-70)
Con Ricky Rubio como líder, Marc Gasol como referencia, Rudy y Llull como puntales y los hermanos Hernangómez como revulsivo, España se marcó una fiesta en Madrid como homenaje a Chicho Sibilio ante su República Dominicana natal. Los de Scariolo saldaron su quinto partido de preparación para el Mundial que comienza en poco más de una semana con un triunfo sin oposición y significativos progresos estratégicos. Realizados los descartes, definidos los papeles y avanzada la física y la química del grupo, la selección española viaja a un campeonato de alto riesgo con una perspectiva trazada con las mismas dosis de ambición que de realismo. Un plan en el que brilla como nadie Ricky Rubio (20 puntos y 6 asistencias en 20 minutos). "Está en un estado de forma muy bueno, con mucha confianza. Y le necesitamos así", certificó Marc tras el partido. "Estoy como estoy. No entro a analizar si estoy como me gustaría estar o no. Trabajo para seguir mejorando y voy a dar el cien por cien siempre", explicó el campeón sobre su estado físico antes de la batalla. "Hay muchas ganas de Mundial", sentenció.
En unos prolegómenos cargados de emotividad, la Federación Española realizó un reconocimiento expreso a los héroes de las Ventanas: una lista total de 29 jugadores (22 de ellos debutantes en competición oficial con la roja) del veterano Fran Vázquez al novel Alocén, que, después de 15 meses de competición, con 140 países en liza, 12 jornadas clasificatorias y un notable ruido político y deportivo de por medio, clasificaron a la selección española para el Mundial de China. Y, acto seguido, llegó el homenaje al legendario Chicho Sibilio. Los representantes de la embajada y la federación dominicana recibieron de manos de Jorge Garbajosa un cuadro con el acta del primero de los 87 partidos como internacional que disputó el alero hispano-dominicano del gran Barça de los 80.
El minuto de silencio en memoria de Chicho dio paso a los decibelios de la amistosa fiesta en el WiZink Center de Madrid. Ricky, Rudy, Juancho, Claver y Marc formaron el quinteto de partida y sobre esa pizarra comenzó a trabajar Scariolo en busca de los últimos retoques para la cita mundialista. Con holgura en la pista y el marcador, la alineación española evolucionó hasta un cinco con Colom, Llull, Beirán, Oriola y Willy, con Pau Ribas y Rabaseda esperando turno en el banquillo para unirse a la rueda. Una puesta en escena para poner orden y casi número a los roles. Pretende el seleccionador desde el comienzo de la preparación sumar protagonistas a la causa de Marc, exprimir la energía para atacar desde la defensa y trabajar el déficit detectado en el rebote. Y la República Dominicana del Che García, Eulis Báez, Sadiel Rojas y Dagoberto Peña se presentó como un rival intenso y atlético para testar los progresos del equipo español en esos campos.
El primer cuarto viajó del 12-0 al 25-16, con 11 puntos de Ricky y cuatro rebotes de Rudy en sus apenas seis minutos en pista. En la continuación, con Llull a los mandos y el propio Rudy sacando lustre a su polivalencia, España adelantó la línea de presión, apretó las tuercas en defensa y afinó a un tiempo el colmillo y la puntería (42-23, m. 17). Con un 9 de 24 en tiros de campo, al cuadro dominicano la misión se le hizo inabarcable. Aprovechó Scariolo para seguir calibrando la mezcla de Juancho y Claver como vigorosos escuderos de Marc y para comprobar el recorrido de Rabaseda y Beirán, liberados de la selectividad de los descartes. Al descanso, una colección de números con distintas lecturas para la selección: siete robos y 12 pérdidas provocadas, un apabullante dominio en los porcentajes de tiro, pero un apretado 19-18 en la estadística reboteadora, la asignatura pendiente.
Más allá de la estadística, sobre la pista se diluyó rápidamente la competitividad en la reanudación. Roberts y Montero intentaron estirar la goma, e incluso García sacó de quicio a Ricky en uno de los esporádicos piques de una noche tranquila. Para entonces, la diferencia era abismal (65-37, m. 24; 80-45, m. 28). La efervescencia de Willy (9 puntos ese tramo) amplió el roto y recalcó la idea española de estirar la aplicación durante toda la maniobra de pruebas. Este fin de semana, España vuela a Asia, donde cerrará la gira de amistosos con un triangular en Ningbó con dos partidos, los días 27 y 28, ante Argentina y Rusia, respectivamente, justo antes del Mundial. Desde el oro en Japón, hace 12 años, la selección española solo ha faltado dos veces al podio en los grandes torneos (2010 y 2014), con cuatro oros, tres platas y tres bronces. Del 31 de agosto al 15 de septiembre, en China, se abre otra carrera por las medallas.
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