El Chimy Ávila noquea al Leganés
Un gol del argentino sirve para que Osasuna debute con victoria
Osasuna volvió con buen pie a la máxima categoría del fútbol español tras imponerse al Leganés en el siempre complicado feudo de Butarque (0-1) gracias a un tanto del argentino Chimy Avila.
Después de su cómoda salvación el pasado curso presentaban los blanquiazules un nuevo proyecto que, en realidad, no es sino una continuación del anterior con retoques en algunas posiciones concretas.
Así, el venezolano Roberto Rosales fue el único rostro nuevo en el once con respecto a la temporada anterior. Junto a él diez viejos conocidos, algunos de ellos con otra piel. El caso de Iván Cuéllar, renovado. El de Oscar Rodríguez, incorporado de nuevo como cedido. O los de Jonathan Silva y Martin Braithwaite, ya contratados. En el banquillo, un Kenneth Omeruo en la misma situación que estos últimos.
Píldoras de un club en tránsito hacia el asentamiento, que es a lo que aspira el Osasuna tras su regreso a Primera. Los 'rojillos', recién ascendidos, pusieron también en liza un bloque inspirado en lo que les sirvió el año pasado pero con pinceladas.
La suma de dos conjuntos con bases sólidas, más el calor estival, hizo de este un duelo denso; con poca claridad y mucha brega. Al menos durante los cuarenta y cinco minutos iniciales, en los que un disparo alto de En-Nesyri y otro a las manos de Cuéllar nacido de las botas de Chimy Avila fueron lo único destacable.
Cambió el panorama después del descanso, con un En-Nesyri desbocado que aceptó su rol de referente ofensivo. El marroquí se acercó primero con un tiro desviado por un defensa para acto seguido encontrarse con el palo tras firmar un sombrero y pegarle con poco ángulo.
Además le anularon un gol por fuera de juego y participó en otra acción para la polémica cabeceando un buen centro de Rosales que despejó Rubén y envió posteriormente a la red Braithwaite. El colegiado Alberola Rojas decidió no darlo por bueno al entender que el venezolano la había tocado con la mano en el arranque de la combinación.
Dadas las circunstancias parecía que para llamar al éxito solo era cuestión de insistir. Pero no, la clave era acertar. Lo primero lo hizo el Leganés. Lo segundo el Osasuna. Y el premio final acabó siendo para los navarros.
En uno de los pocos acercamientos de los visitantes el esférico lo recogió Chimy Avila en la frontal. Levantó la cabeza el atacante y con un disparo seco que pasó rozando el palo superó al arquero. Miró entonces al banquillo Pellegrino para dar entrada a Marc Navarro y a Arnáiz, pero el experimento no dio resultado porque Rubén sacó una excelente mano a cabezazo postrero de En-Nesyri.
Con impaciencia y sin puntería, los madrileños perdieron por primera vez en su estreno como locales durante una campaña desde que están en LaLiga Santander. Su rival, en cambio, dio un golpe sobre la mesa y confirmó que ha vuelto a la elite con ganas de quedarse.
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