El Madrid, atrapado en un embudo
Los blancos siguen sin encontrar una salida para los jugadores señalados por Zidane, lo que bloquea el rediseño de la plantilla
La decisión de Zinedine Zidane de que el Real Madrid se concentre este verano de nuevo en Montreal, Canadá, como ya hiciera en 2016, es una de esas decisiones que se justifican a partir de la concepción mística de los resultados. Esto es, cuando algo funciona, la réplica exacta de todos los factores que rodearon el éxito derivará irremediablemente en un nuevo éxito. Esta corriente sensorial se extiende también en el lado opuesto de la fortuna, convirtiendo en inhábiles todas las estrategias que tienen como resultado un fracaso. Edmund Burke, político y filósofo británico del siglo XVIII, tenía una visión contundente sobre este axioma: “La superstición es la religión de las mentes débiles”.
Aquella primera visita a Canadá del técnico francés en su primer año al frente del Madrid dio inicio a una temporada en la que los blancos lograron la duodécima Liga de Campeones, la Liga, el Mundial de Clubes y la Supercopa de Europa, sin duda el ramillete de títulos al que aspira hoy tras una última temporada desastrosa cuyos efectos, sin embargo, parecen haber perdido intensidad.
La llegada del presidente Florentino Pérez y el director deportivo José Ángel Sánchez a Montreal el pasado domingo fue recibida por la expedición blanca como un mensaje de aceleración en la recomposición de una plantilla, que si bien ha incluido nuevas piezas, no se ha deshecho de todos aquellos jugadores que deben dejar libre su taquilla. A pesar de los traspasos de Marcos Llorente, Theo, Raúl de Tomás y Kovacic; y las cesiones de Reguilón, Odegaard y Luca Zidane, la figura actual de la plantilla sigue resultando demasiado similar a la anterior, hasta el punto de que se ha llegado a valorar si para la reconfiguración programada en mayo no precisa de todas las salidas preestablecidas.
A la inesperada continuidad de Keylor Navas —el único jugador que se despidió de los aficionados en el último partido—, se ha unido la permanencia de jugadores como Bale, al que el cartel de transferible ha convertido en todo lo contrario. El galés, que se ha mostrado sonriente durante muchos momentos de la concentración en Canadá, se mantiene estable en su voluntad de continuar en el club —tiene contrato hasta junio de 2022—, a pesar de la amenaza de ostracismo que se proyectó sobre él en los últimos compases del curso pasado.
Sin más recaudación
Sin la recaudación por el frustrado traspaso del galés, la estrategia de cambio pierde eficiencia, al mismo tiempo que no varía el orden jerárquico de una plantilla en la que solo la llegada de Hazard parece haber sacudido el corral. Con Ceballos, Mariano, Mayoral, James, Brahim, Vallejo e incluso Isco y Lucas Vázquez sabiéndose invitados a abandonar el equipo, la incapacidad de aligerar el grupo —tanto por falta de ofertas, como de voluntad de muchos de los interesados—, impide que la gestión en la contratación de futbolistas solicitados por Zidane, como Pogba, se afronte con determinación.
Si bien el francés ya ha advertido en varias ocasiones que se plantea variar el sistema de juego (el 4-3-3 ha dejado de ser intocable), la realidad es que no cuenta con jugadores diferentes que le permitan interpretar nuevas opciones. En la madrugada de este sábado (2.00, Real Madrid TV), el Madrid disputa su primer partido amistoso en Houston (Texas) ante el Bayern de Múnich en la International Champions Cup, en la que será la puesta de largo de un equipo menos remendado de lo esperado. O al menos, con menos brillo del requerido por una afición que no entiende de supersticiones. Aún restan dos semanas de estancia en Canadá para medir ese embrujo.
Vinicius Jr. y Rodrygo, con ficha del Castilla
El Madrid ha inscrito tanto a Vinicius Jr. como a Rodrygo con el Castilla, y al japonés Kubo con el equipo juvenil para la próxima temporada. Si bien en el caso de los dos últimos la decisión no ha sorprendido por tratarse de dos jugadores recién llegados a España, la no inclusión en la nómina de jugadores de la primera plantilla de Vinicius da pistas sobre el papel que Zidane podría entregarle.
Con el francés en el banquillo, el joven brasileño tan solo disputó los últimos tres partidos de Liga, y únicamente el último de principio a fin. A pesar de su ficha con el Castilla, tanto él como su compatriota se entrenarán con el primer equipo y podrán participar durante la temporada.
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