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España se desempolva con goleada ante Armenia

La contundencia y el oficio disimulan los problemas de juego de una sub-19 que debutó con la falta de fluidez propia de los equipos que vienen de hacer la pretemporada

Diego Torres
El once titular de España contra Armenia.
El once titular de España contra Armenia. rfef

Las selecciones sub-19 reúnen futbolistas que normalmente ocupan el último escalón antes del profesionalismo. Atraviesan el umbral más complejo de sus trayectorias. La generación de españoles nacidos entre 2000 y 2001 avanza firme hacia la última criba. La avala el prestigio que le confieren jugadores representantes de grandes clubes y la conquista hace dos años del Europeo sub-17. El triunfo rotundo (1-4) que obtuvo este domingo en su debut en el campeonato de Europa de Armenia, ante el país anfitrión, alienta el optimismo que envuelve al equipo. La modestia del adversario facilitó la tarea. La semana que se avecina supondrá un examen profundo en un grupo que no admite distracciones: los cruces con Portugal el miércoles e Italia el sábado decidirán un semifinalista.

ARMENIA, 1; ESPAÑA, 4

Armenia: Melkonyan; Ioury, Erjanik, Arsen, Arman; Aram; Grygorian (Alaverdyan, m.67), Azizyan (Misakyan, m.60), Mkrtchyan (Aram, m.94); Hovhannisyan (Petrosyan, m.60) y Kurbashyan (Gazar, m.67).

España: Tenas; Gómez (Ricard, m.55), Eric, Guillamón, Miranda (Gutiérrez, m.81); Blanco (Mollejo, m.67), Orellana, Moha (Ander, m.55); Torres, Marqués (Sanz, m.67) y Bryan.

Goles: 0-1, m.33: Jandro Orellana; 1-1, m.50: Arsen Yeghiazaryan; 1-2, m.58: Juan Miranda; 1-3, m.64: Alejandro Marqués; 1-4, m.96: Víctor Mollejo.

Árbitro: Tohver K. (Estoia), amonestó con tarjeta amarilla a Mkrtchyan y Blanco.

Partido correspondiente a la primera jornada del grupo A del Europeo sub-19, disputado en el Vazgen Sargsyan Republican Stadium (Yerevan, Armenia).

Antes de rodar, los españoles debieron desempolvar la maquinaria. Entraron al partido con las piernas duras. Sin ritmo. Después de un mes de vacaciones en muchos casos, y tras diez días de pretemporada concentrados en Las Rozas a golpe de doble sesión, el volumen de trabajo acumulado pudo restar frescura al cuerpo y a la mente. Los chicos tardaron en encontrar el sitio en el campo. Dominaron a Armenia por decantación. Por el peso de la jerarquía, por el orden defensivo, o por su indiscutible generosidad, más que por el control del balón. Que Víctor Gómez, el lateral derecho del Espanyol, fuera el más clarividente en la primera media hora, denuncia un atasco en la zona de volantes.

Blanco y Orellana exhibieron algunos problemas de sintonía como mediocentros vigilantes que se reparten las mismas tareas de protección de sus centrales y enlace con los atacantes. A Moha le costó encontrar puntos de conexión con sus dos interiores, Marqués, el punta, se ofreció poco en el medio, y los dos extremos, Bryan Gil a la izquierda y Ferran Torres a la derecha, intervinieron con abnegación pero tardaron en afinar. A falta de pase interior, se sucedieron los centros. La jugada del 0-1 se desencadenó por la derecha, en donde Moha adivinó un buen desmarque de Torres. Entre los dos rompieron tres líneas armenias. El centro del valenciano acabó en el pecho de Orellana, que caminó la cancha como un Falcao. Su definición con la zurda, llegando desde atrás solo en pleno desajuste de la defensa rival, le debe mucho al arrastre de Marqués, que se levó a los centrales al primer palo.

Armenia solo respondió de rebote pasado el descanso. La salida accidentada de Tenas, que atropelló a Kurbashyan intentando atrapar el balón en una falta lateral, habilitó a Yeghiazaryan. El empate fue circunstancial y fugaz. Le puso término el afán alborotador de Bryan, un atacante que siempre elige la opción más complicada para seguir la jugada. En uno de esos arrebatos barrocos provocó un córner. Lo lanzó Orellana y lo peinó Miranda con mucha clase en el primer palo: 1-2.

Bryan, que fue titular en sustitución del sancionado Sergio Gómez, jugó cada minuto con la desesperación del que no quiere regresar al banquillo. Pasada la hora de partido el sevillista se ató el balón a la bota y empezó a encarar defensas. De sus recortes inesperados partió la asistencia del tercer gol español: lo metió Marqués como corresponde al punta. Atacando el segundo palo.

Santi Denia aprovechó la ventaja para hacer cuatro cambios, formar un 4-4-2, ensayar un esquema más conservador y dar minutos de competición a Mollejo, Ricard, Ander y Sanz. Los últimos minutos tuvieron relieve de entrenamiento de alta intensidad. Mollejo hizo el 1-4 en la última jugada.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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